¿Estás de acuerdo?
Alguna vez te has quedado con ganas de más? Seguramente sí. El dicho dice que lo bueno si breve, dos veces bueno, pero no es verdad. Hay experiencias, sabores, olores o compañía de los que sería maravilloso poder disfrutar ilimitadamente.
Seguro que cuando leías estas líneas te veían ejemplos a la cabeza... ¿Alguno de esta lista?
La comida de tu madre
Si vives lejos de tu familia seguro que sabes de lo que hablamos. Es posible que si comes todos los días en casa de tu madre, o corres asiduamente a reponer la nevera con sus tuppers no valores como se merece su comida. Todo eso cambia cuando pones kilómetros de por medio y te encuentras cada domingo añorando esa tortilla, esa paella o esas lentejas y te juras que la próxima vez que vuelvas a casa llenarás la maleta con los platos de tu madre.
Las cañas con los amigos
Una buena charla con tus amigos tras un largo día pone una sonrisa en la cara a cualquiera. Reunirse con ellos en una terraza cuando llega el buen tiempo debería hacerse por prescripción médica y con frecuencia. Sacar tiempo en ocasiones es difícil y sabiendo que por desgracia las tardes al sol con una caña no pueden ser ilimitadas, es importante hacer un hueco.
Los viajes alrededor del mundo
¿Eres de los que mientras deshace la maleta tras un viaje ya está pensando en el siguiente? Te entendemos. Viajar abre la mente, nos invita a conocer nuevas culturas y formas de pensar, a probar nuevos sabores y a visitar paisajes que parecen sacados de un cuento. ¿Quién no querría olvidarse de las obligaciones y tener presupuesto para hacerlo para siempre?
Los datos del móvil
Cada vez hacemos más cosas con el móvil: vemos series, compramos entradas, planificamos viajes, comprobamos nuestra cuenta bancaria y hacemos videollamadas. Por eso sería muy útil que nuestra tarifa de datos fuera ilimitada, y ahora con Vodafone es posible. La compañía ha lanzado unos nuevos paquetes que ofrecen datos ilimitados y que te permitirán disfrutar sin preocuparte.
El café de la mañana
Levantarse, poner la cafetera y comenzar a escuchar cómo se va haciendo el café y cómo el olor va impregnando toda la casa es un verdadero placer. Y si puedes disfrutarlo con calma en el sofá y con una manta sobre los pies mucho mejor. Es un momento único en el que todavía tienes todo el día por delante y puedes tomar las decisiones que te apetezcan.
El cubo de palomitas del cine
¿Cuántas veces te has sentado en la butaca del cine y antes de cumplir los cinco minutos de película ya te habías quedado sin palomitas? Seguro que muchas, y que has pedido en infinidad de ocasiones un cubo que te dure hasta el final de la película. Eso sí, sin hacer ruido para no molestar a tus vecinos de las butacas de al lado.
Las flores en primavera
Cuando llega la primavera los alérgicos sufren, pero las calles se llenan de alegría y color. Azaleas, tulipanes o magnolios pueblan los parques, las aceras y los puestos callejeros para comprar un ramo de flores con el que alegrar las casas. Sabemos que todas las estaciones tienen que seguir su curso, ¿pero no sería maravilloso que las flores primaverales nos acompañaran siempre?
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