Los bailaores granadinos protagonizarán el ciclo 'Lorca y Granada' con la dirección de Emilio Goyanes y el apoyo audiovisual de Ático 7
G. CAPPA GRANADA
El ciclo Lorca y Granada regresa este verano al Auditorio del Generalife con una propuesta que junta en el escenario y en las tramoyas a buena parte de la vanguardia creativa de la ciudad. Sobre las tablas estarán los bailaores Manuel Liñán y Fuensanta La Moneta, al frente de un elenco de treinta artistas. Emilio Goyanes, director de la Laví e Bel y reciente ganador de un premio Max, dirigirá la obra entre bambalinas mientras José Sánchez Montes y su equipo de Ático 7 se harán cargo de las creaciones audiovisuales y de grabar el espectáculo con la idea de lanzar un DVD. Y además de la inspiración plástica en la rotunda obra del fundador del grupo El Paso, Manuel Rivera, la obra se apoyará musicalmente en las creaciones de Manuel de Falla y Enrique Morente.
Es la idea general del proyecto ideado por Raúl Comba, director de Teatro de la Zambra, que ha sido elegido mediante concurso público por la Consejería de Cultura, Educación y Deportes entre las 16 propuestas presentadas. El espectáculo que estará en cartel los meses de julio y agosto tiene como base las conferencias sobre el arte de Federico García Lorca y pretende mostrar el "flamenco vivo" de La Moneta y Liñán. Según Raúl Comba, ideólogo del proyecto, "lo que más me irrita es la división que hacen algunos programadores y algunos managers entre vanguardia y tradición". En su opinión, la fusión con la danza contemporánea tiene cada vez menos sentido porque "este espíritu centroeuropeo tiene poco que ver con nosotros". Desde luego tiene poco que ver con La Moneta, la heredera para muchos de Carmen Amaya, que junto al también granadino Manuel Liñán forma una pareja que abre "multitud de posibilidades artísticas".
El espectáculo quiere ser además un recorrido por los hechos y figuras del flamenco de Granada del siglo pasado. Pero sin nostalgia. De hecho, Comba afirma rotundamente que la ciudad está viviendo una edad de oro en torno al arte jondo "aunque no nos demos cuenta". "En el cante, en el baile y en el toque hay mucho talento y un lenguaje muy interesante que ya está empezando a cuajar", afirma el productor sobre una propuesta que "debe marcar el siglo XXI en Granada".
Y sin en pasadas ediciones hubo voces que clamaron contra el 'centralismo artístico' de la Junta, este año la propuesta de la Consejería de Cultura tiene alma granadina hasta en los acomodadores. "Esto ha sido un concurso y tengo la impresión de que lo hemos ganado de pleno derecho porque creo que han entendido que hacía falta apoyar algo que nos diferencia del mercado flamenco que se centra en Sevilla y Jerez", apunta el promotor. "Pero yo no tengo carnet de nadie, soy un ciudadano que expresa libremente sus opiniones y que ha recibido palos de todos sitios", dice Comba, al que le espera una apretada agenda en verano porque también dirige Los Veranos del Corral, que se desarrolla en los meses de julio y de agosto y que cumplirá su decimoquinta edición, "una cita consolidada con sus tradicionales dosis de incertidumbre", apunta sobre un evento que también lleva el sello en los programas de mano de la Junta de Andalucía.
Ganador de un Giraldillo a la Mejor Producción, los Oscar del flamenco, Raúl Comba afirma que el espectáculo está muy avanzado y, por último, además de los protagonistas sobre el escenario, destaca el trabajo de escenografía de Emilio Goyanes. "Su presencia garantiza una puesta en escena y una buena factura, algo que el flamenco no puede dejar de lado", concluye Comba, al que le espera uno de los veranos más felizmente ajetreados de su vida.
Es la idea general del proyecto ideado por Raúl Comba, director de Teatro de la Zambra, que ha sido elegido mediante concurso público por la Consejería de Cultura, Educación y Deportes entre las 16 propuestas presentadas. El espectáculo que estará en cartel los meses de julio y agosto tiene como base las conferencias sobre el arte de Federico García Lorca y pretende mostrar el "flamenco vivo" de La Moneta y Liñán. Según Raúl Comba, ideólogo del proyecto, "lo que más me irrita es la división que hacen algunos programadores y algunos managers entre vanguardia y tradición". En su opinión, la fusión con la danza contemporánea tiene cada vez menos sentido porque "este espíritu centroeuropeo tiene poco que ver con nosotros". Desde luego tiene poco que ver con La Moneta, la heredera para muchos de Carmen Amaya, que junto al también granadino Manuel Liñán forma una pareja que abre "multitud de posibilidades artísticas".
El espectáculo quiere ser además un recorrido por los hechos y figuras del flamenco de Granada del siglo pasado. Pero sin nostalgia. De hecho, Comba afirma rotundamente que la ciudad está viviendo una edad de oro en torno al arte jondo "aunque no nos demos cuenta". "En el cante, en el baile y en el toque hay mucho talento y un lenguaje muy interesante que ya está empezando a cuajar", afirma el productor sobre una propuesta que "debe marcar el siglo XXI en Granada".
Y sin en pasadas ediciones hubo voces que clamaron contra el 'centralismo artístico' de la Junta, este año la propuesta de la Consejería de Cultura tiene alma granadina hasta en los acomodadores. "Esto ha sido un concurso y tengo la impresión de que lo hemos ganado de pleno derecho porque creo que han entendido que hacía falta apoyar algo que nos diferencia del mercado flamenco que se centra en Sevilla y Jerez", apunta el promotor. "Pero yo no tengo carnet de nadie, soy un ciudadano que expresa libremente sus opiniones y que ha recibido palos de todos sitios", dice Comba, al que le espera una apretada agenda en verano porque también dirige Los Veranos del Corral, que se desarrolla en los meses de julio y de agosto y que cumplirá su decimoquinta edición, "una cita consolidada con sus tradicionales dosis de incertidumbre", apunta sobre un evento que también lleva el sello en los programas de mano de la Junta de Andalucía.
Ganador de un Giraldillo a la Mejor Producción, los Oscar del flamenco, Raúl Comba afirma que el espectáculo está muy avanzado y, por último, además de los protagonistas sobre el escenario, destaca el trabajo de escenografía de Emilio Goyanes. "Su presencia garantiza una puesta en escena y una buena factura, algo que el flamenco no puede dejar de lado", concluye Comba, al que le espera uno de los veranos más felizmente ajetreados de su vida.
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