Los préstamos para el plan de pago a proveedores suben la rémora hasta el 366% en pueblos como Atarfe
LOLA QUERO GRANADA 
Los ayuntamientos de la provincia de Granada cerraron 2012 con una deuda mucho más elevada que la que tenían a principio de ese año. La media general es de un 53% de incremento, que ya es mucho, pero hay una lista de municipios donde los aumentos estuvieron por encima del 200%, hasta alcanzar el 366% de Atarfe.
El 31 de diciembre de 2012, la cifra de endeudamiento con los bancos de los entes municipales de Granada era de 551,7 millones de euros, frente a los 359,4 millones del cierre de 2011. En definitiva, 192,3 millones de euros más de rémora pública local con las entidades de crédito. Esa cifra global supone que cada habitante de la provincia debería pagar 597,8 euros para saldar la deuda.
La explicación de esta enorme elevación de la deuda está en la puesta en marcha del plan de pago a proveedores, que ha disparado el endeudamiento de la inmensa mayoría de los ayuntamientos. ¿Por qué? Las deudas acumuladas que los municipios mantenían con empresas, autónomos o demás proveedores comerciales hasta 2011 fueron saldadas durante el ejercicio pasado a través del plan de pago organizado por el Ministerio de Hacienda, que en resumen consistía en que los bancos prestaran a los municipios el dinero que necesitaban para saldar sus deudas comerciales. El resultado es que los ayuntamientos han trasladado ese lastre a la deuda financiera.
El aumento en la provincia de Granada está en la misma línea de la media andaluza, que es de un 52% y no se encuentra entre las provincias más endeudadas, que son Cádiz (1.615 millones), Málaga (1.493 millones) y Sevilla (1.073 millones).
En términos absolutos (cantidad global), la capital es como siempre el ayuntamiento más endeudado de la provincia, con 217,8 millones de euros, es decir, que cada granadino que vive en la capital 'debe' 911 euros. El incremento a lo largo de 2012 ha sido notable (un 54%), pues partía de 141 millones de euros de deuda bancaria al cierre de 2011. Ha pesado decididamente el conjunto de préstamos de 107 millones de euros para este primer plan de pago a proveedores.
En la lista de ayuntamientos endeudados, después de la capital, y a una larga distancia, está Motril, con 32 millones de euros. Le siguen Loja, con 22 millones; Baza, que debe 19,9 millones, y Atarfe, con 19,6 millones de euros de deuda viva. Este último municipio está entre los más endeudados por capital total y también destaca por el incremento anual registrado.
En términos relativos (porcentaje de aumento respecto al año anterior), el 54% de incremento que ha sufrido la deuda viva de la capital no es comparable con las espectaculares subidas que se han registrado este último año en otros municipios de la provincia. Destaca especialmente Atarfe, que de 4,2 millones de euros de endeudamiento en 2011, ha pasado en doce meses a 19,6 millones, lo que supone un aumento del 366%. Otros ayuntamientos han estado en la misma línea: Maracena (158%), Vegas del Genil (273%), Salobreña (244%), Armilla (69%) o Baza (70%).
La tendencia general ha sido el fuerte incremento de la deuda con los bancos, pero también ha habido algunos casos en los que se ha conseguido reducir. Es el caso de Almuñécar, Huétor Tájar o Santa Fe. Este último ha sido noticia durante este año por sus graves problemas económicos y políticos, que le impidieron acogerse al plan de pago a proveedores.
También hay un grupo de 18 municipios que mantienen su deuda con los bancos a cero, lo que significa que no hay datos. Casi todos muy pequeños, como Otívar, Lobras, Lecrín, Huéneja, Darro o Albuñuelas.
El recuento de cifras hecho público por el Ministerio de Hacienda también incluye a las Diputaciones. La de Granada tiene una deuda con los bancos de 145 millones de euros, que como casi todas las instituciones provinciales de Andalucía, se sitúa entre las más endeudadas de España.
Pero la Diputación de Granada ha conseguido reducir levemente su deuda en el último ejercicio, puesto que cerró 2011 con 154 millones de euros y durante el año siguiente rebajó la cifra un 5,8%.
Las entidades sin plan de pago a proveedores tienen una tendencia a reducir por los recortes de las inversiones, que tradicionalmente se habían hecho con préstamos
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