El pico rey de la baja montaña nevadense cubre de blanco sus aristas y acumula hielo y agua para mantener su peculiar ecosistema
JUAN ENRIQUE GÓMEZ / MERCHE S. CALLE | GRANADA
El Trevenque, nevado. :: M. S. C. |
Los viajeros románticos, los científicos que en el siglo XIX descubrieron y contaron que el sureste de la península Ibérica, encerraba maravillas biológicas y paisajes únicos en el mundo, que había grandes montañas de nieves perpetuas, marcaron dos territorios de especial singularidad y de incomparable valor: las altas cumbres de Sierra Nevada y un reducto de la baja montaña presidido por el pico del Trevenque (2.029 metros) y flanqueado por la pequeña cordillera semialpina de los Alayos. Eran tierras de arenales y rocas blancas de escasa consistencia, llamadas dolomías. Arenas semiáridas donde cualquier organismo vivo tiene que desarrollar métodos con los que adaptarse a un ecosistema semidesértico, difícil, donde las temperaturas fluctúan decenas de grados entre el día y la noche, con veranos de insolación extrema, y que en invierno se cubre de hielo, nieve y agua.
Es en los meses fríos cuando los arenales del Trevenque se convierten en pasillos de nieve, las gravas blancas brillan al sol y se confunden con el hielo, es cuando el paisaje atrae los sentidos y sus cortados de rocas quebradizas son un reto para montañeros que desean coronar la cumbre del pico considerado como el rey de la baja montaña nevadense.
Es en este tiempo cuando el ecosistema intenta acumular neveros que se convertirán en agua, básica para mantener sus diferentes hábitats y que, llegada la primavera, tardía en cotas de entre 1.500 y 2.000 metros de altitud, puedan aprovechar decenas de especies de flora endémica de territorios dolomíticos, para que verdaderas joyas botánicas, la mayoría amenazadas de extinción, puedan crecer y desarrollarse. De hecho las tierras del Manto del Trevenque, que forman parte del complejo geológico Alpujárride, son la cabecera de pequeñas cuencas que ayudarán al mantenimiento de esas especies y generan arroyos como el Aguas Blanquillas y el del Búho.
Reportaje completo. ¿Cómo llegar?, fotogalería, biodiversidad, especies de fauna y flora de este enclave y más datos en la revista de naturaleza de Ideal, Waste Magazine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario