La cuesta de los tres nombres baja a la ciudad por el mismo lugar por el que Boabdil escapó de la muerte
Es aún el camino más evocador y directo hacia el corazón de la Alhambra, la cuesta del Rey Chico aún mantiene sus ecosistemas y abunda en los misterios del milenio. En invierno las hojas de los álamos se tiñen de rojo bajo las murallas de la Alhambra, junto al cauce por el que baja el agua tras regar los huertos del Generalife, en el barranco que rompe en dos la colina de la Sabika para caer sobre el Darro. Es como un profundo surco en la tierra sobre la que los constructores del gran palacio de los monarcas del Reino de Granada, tenían que sustentar las almenas orientales y la conexión entre la fortaleza y el cerro del sol, con sus villas, palacetes y aljibes. Es el acceso oculto, permanente y sostenible, olvidado por el tiempo, en el que aún es posible experimentar las sensaciones de aquellos que accedían a lo más alto de los Alixares, o bajaban a la ciudad con la vista puesta en los cármenes y viviendas aterrazadas del Albaicín. Subir la cuesta de los Chinos es rememorar como accedían a la medina fortificada alhambreña, los granadinos de hace casi 800 años, e incluso como lo hicieron las tropas castellanas cuando, por primera vez, entraron en los palacios conquistados a través de la Puerta de las Albercas, la de Bib Algodor , que era la entrada natural a la ciudadela, situada a media altura entre el Darro y la zona alta de la fortaleza.
Es la cuesta de los tres nombres, Chinos, Molinos y los Muertos, a los que poetas como Lorca añadieron una cuarta denominación, la cuesta del Agua, porque el agua es la esencia de un recorrido convertido en un perfecto ecosistema de acequias seminaturalizadas que recogen los sobrantes del riego de los huertos del Generalife, donde llega por el canal del Sultán (Alhamar), además de los excedentes de la Acequia Real de la Alhambra que caen desde gárgolas situadas en las altas almenas y un gran surtidor que emana desde el centro de la muralla, bajo la torre de la Cautiva, aguas captadas del Darro antes de su entrada en Granada y que así vuelven a su cauce, río abajo, a través del barranco de la Aikibía, que en realidad es el nombre original de la división orográfica que separa la Alhambra del Generalife y por el que discurre la cuesta de los Chinos.
Reportaje completo. Vídeo reportaje, ¿Cómo llegar?, fotogalería, biodiversidad, especies de fauna y flora de este enclave y más datos en la revista de naturaleza de Ideal, Waste Magazine.
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