Un consorcio internacional dirigido por el malagueño Francisco Cánovas identifica y analiza más de 30.000 genes del transcriptoma del pino marítimo · El proyecto ha sido financiado por la Unión Europea con 1,9 millones de euros y proporciona claves genéticas para la gestión forestal y la producción de biomasa
TEXTO: ENCARNA MALDONADO - FOTOGRAFÍAS: DANIEL PÉREZEl grupo de Biología Molecular y Biotecnología de Plantas (en la fotografía superior) que lidera en la Universidad de Málaga el catedrático Francisco Cánovas ha sido el primero en el mundo en secuenciar el transcriptoma de un pino. El transcriptoma es la parte del ADN que se expresa y determina las características de un individuo. En este caso se han identificado más de 30.000 genes del pino marítimo, una variedad muy estudiada en ciencia que se localiza tanto en España, como el Portugal o Francia y puntualmente incluso en Italia.
El proyecto Sustainpine: herramientas genómicas para la mejora de la producción de biomasa y la gestión forestal sostenible ha consumido cuatro años de actividad de un equipo internacional que bajo la dirección de Francisco Cánovas ha reunido a científicos de 11 grupos de universidades, centros de I+D y empresas de España, Portugal y Francia. El trabajo, que concluye ahora, comenzó en 2010 con un presupuesto de 1,9 millones de euros proporcionado por la Unión Europea.
Las principales conclusiones de la investigación han dado lugar hasta el momento a una decena de artículos científicos entre los que destaca el publicado por parte de los miembros del consorcio en la revista estadounidense Plant Biotecnology Journal considerada la más importante del mundo en biotecnología de plantas. Un adelanto del texto que se publicará en la edición de papel de la publicación ya está al alcance de los interesados en internet.
Toda la información relativa a los más de 30.000 genes estudiados a lo largo del proyecto están además disponibles en una base de datos de acceso público a la que puede acudir cualquier investigador que estudie cualquier función de los genes.
La investigación comprende tanto la secuenciación del transcriptoma como el estudio de los genes del pino marítimo involucrados en el desarrollo y crecimiento de los árboles y las moléculas que están relacionadas con cada rasgo genético. De esa forma se proporcionan claves precisas para abordar la mejora de variedades con la vista puesta en la producción de madera y la gestión forestal.
Si el equipo de Málaga ha elegido para sus investigaciones pinos de Sierra Bermeja, en Estepona, uno de los grupos franceses que forman parte del consorcio científico lidera la generación mediante embriogénesis somática de árboles transgénicos para estudiar “exclusivamente en el laboratorio y sin salir de él”, matiza Francisco Cánovas, la relación de los genes con funciones como el crecimiento y el metabolismo en nitrógeno, el comportamiento que muestran ante situaciones como la falta de agua, la formación de madera o la reproducción.
Francisco Cánovas comenzó a trabajar en la genética de las coníferas hace más de 20 años, tras una etapa como profesor visitante en la Universidad de California. En la actualidad el equipo de investigación que dirige tiene en marcha cinco proyectos científicos, dos de ellos financiados por la Unión Europea.
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