El presidente de la Plataforma del ONG reconoce que la situación de crisis ha causado muchos cambios en el panorama de la solidaridad: más voluntarios pero menos financiación.
BELÉN RICO GRANADA
Pascal Thierry Janin es desde el pasado 18 de enero el flamante nuevo presidente de la Plataforma de Voluntariado de Granada, una organización fundada en 1991 y que agrupa a 68 asociaciones locales. El presidente encara un mandato de tres años difícil, con las ONG asediadas por los recortes, en peligro de subsistencia en muchos casos, y precisamente cuando el movimiento está más vivo que nunca y más necesidades hay de ayuda, sobre todo en el ámbito de lo social.
-¿Qué tipo de asociaciones de voluntariado reúne esta plataforma?
-Es un dato importante y explicaré el motivo con una anécdota. Yo soy presidente de la Asociación de voluntariado ambiental El Espejuelo, que tiene su sede en Castilléjar. Hace cinco o seis años vimos una campaña organizada por la Plataforma de Voluntariado Social de Granada. Nosotros vimos interesante como asociación integrarnos en ella, pero al ser una plataforma de voluntariado social no tenía previsto acoger asociaciones de tipo ambiental. Eso dio lugar a un debate sobre las tipologías del voluntariado, que era un mundo bastante grande en el que entraba desde el rural hasta el cibervoluntariado para evitar la brecha digital. Hubo una discusión y se decidió cambiar de nombre y quitar la palabra 'social' para poder abrirse a todo tipo de organizaciones.
-Además de sociales y medioambientales, ¿qué más tipos de voluntariado acoge esta plataforma?
-Sinceramente, el grueso son las asociaciones de tipo social pero también hay muchas que se dedican a la cooperación internacional.
-Llega a la presidencia de la plataforma por una asociación medioambiental. ¿Ha recibido críticas desde los sectores el ámbito social?
-Ese fue un tema que se tocó específicamente en años anteriores en los foros que organizamos desde la plataforma. Ha habido muchos encuentros que tenía como objetivo dar a entender que el voluntariado era mucho más amplio que el social. Por ejemplo, la defensa de los animales. Siempre me ha parecido una especie de injusticia el trato que se le daba a los defensores. Y más difícil lo tuvimos los que llegamos desde el Medio Ambiente, porque muchas veces se ha entendido la tierra como una especie de decorado para uso y disfrute de la humanidad. Pero es un tema ya superado.
-¿Cómo explicaría al gran público la necesidad de la lucha por el Medio Ambiente?
-En América del Sur se utiliza el término 'pachamama': nuestra madre tierra. Realmente los seres humanos somos animales que estamos correteando encima de su superficie. Cuando atentamos contra la 'pachamama' atentamos contra nuestra madre y eso tiene que estar siempre presente. Cuando en tu voluntariado social cuidas a personas mayores o niños, no puedes atentar contra la madre tierra.
-Entonces, ya no hay jerarquías.
-No, aunque la gente a lo mejor no lo sabe. Es igual el social, el medioambiental o el cultural. También tiene el mismo mérito alguien que dedica su tiempo a explicar un cuadro en un museo.
-¿Cómo definiría usted el término voluntariado?
-Vicente Ballesteros, que fue presidente de la Plataforma cuando entramos nosotros y ahora está dentro de la junta directiva, planteó una vez una pregunta que sirve para explicar en qué consiste el voluntariado y que me gusta mucho. Cuando tú ayudas a una persona ciega a cruzar la calle, ¿qué eres, buena persona o voluntario?
-¿Y qué eres en ese caso?
-Si perteneces a una organización que tiene un programa para ayudar a cruzar la calle a las personas ciegas eres un voluntario. En cambio, si no perteneces a ninguna organización, eres una muy buena persona pero no eres un voluntario.
-¿Ha aumentado la crisis el número de voluntarios?
-Nosotros como plataforma no tenemos datos, habría que preguntar una a una a las organizaciones, pero no te quepa duda que sí. Aún así hay que distinguir lo que antes he comentado, porque ahora hay mucha gente que está ayudando a un vecino, un familiar o un amigo. Son muy buenas personas, pero un voluntario es esa misma persona cuando dice "oye, en lugar de hacer este poquito por qué no me meto en alguna organización que desarrolle estrategias para ayudar".
-Ahora, con el nuevo panorama, la gente dispone de más tiempo libre y ha vivido en propia carne o de forma más cercana dramas sociales, así que es lógico que aumente el número de voluntarios. ¿Pero ha propiciado la crisis un cambio mental? ¿La gente ya no cree que en el modelo del ejecutivo con prisas que amasa fortunas?
-Es una pregunta con difícil respuesta. Con la crisis muchos se han dado cuenta que el modelo del dinero sólo conduce a la ruina. Yo diría que sí, que hay un despertar general, que hay un cambio de conciencia y un cambio de conducta.
-Un ejemplo de esta nueva sociedad con otros modelos son los jóvenes, prueba de ello es el nuevo papel que están desempeñando.
-Hay muchos estereotipos sobre ellos, aunque luego hay muchos que participan en organizaciones de voluntariado. Y sí, quizás sea uno de los grupos de edad más activos, con los más mayores. Y esto sucede no sólo porque tengan más tiempo libre, también hay que relacionarlo con una mayor sensibilidad. Me parece que la gente ahora tiene más corazón que hace diez o quince años, cuando sólo mandaba el dinero.
-Ese aumento del voluntariado se nota quizás en la fragmentación o multiplicación que se está desarrollando en el panorama asociativo.
-Hoy por hoy han surgido muchas asociaciones. Hace unos años en el panorama del voluntariado sólo había tres o cuatro grandes organizaciones de ayuda humanitaria, ahora han florecido un mogollón de pequeñas y medianas asociaciones muy diversas, y eso es porque hay una toma de conciencia mucho más generalizada y surgen más y más específicas.
-¿Qué papel juega la plataforma?
-Fundamentalmente tema de formación para las asociaciones, porque algunas tienen problemas con la contabilidad, seguros... También directamente para la formación del voluntariado dentro de las asociaciones. El otro pilar es el fomento del trabajo en red. Eso es fundamental porque no es lo mismo hacer una labor de forma individual en tu rincón que hacerla coordinándote con otras asociaciones. Eso incrementa la cantidad y la calidad de las acciones.
-¿Cuáles eran las novedades del programa que le ha llevado a la presidencia?
-Pues somos los únicos que nos hemos presentado a la presidencia, que tendremos durante tres años. Hace un mes y medio que se hizo la convocatoria de una asamblea extraordinaria y el día de las elecciones se recogieron las candidaturas. La votación fue por unanimidad. Sí existen muchos vocales, que se han elegido por consenso general. Había menos propuestas para la secretaria y la tesorería, pero no ha habido el menor problema tampoco. Lo que tengo muy claro es que hay que fomentar mandatos rotatorios. Sería una pena que en la plataforma que los cargos se enquistasen en sus puestos. Sería incluso contraproducente para la propia supervivencia de la plataforma. Como aquí todo el mundo trabaja de forma democrática, estas elecciones no han sido complicadas. De todas formas aquí no ha habido grandes intereses, sólo gente que dedica buena parte de su tiempo a trabajar para otra gente.
-¿Y cuál es el principal reto que afronta como nuevo presidente?
-Ahora mismo todas las organizaciones están pasando por momentos difíciles. En un momento en el que las prestaciones sociales se han reducido drásticamente, si además la administración no apoya a estas asociaciones estamos caminando hacia una especie de gran desastre de la sociedad. En las organizaciones, todos hemos visto bajar drásticamente nuestros presupuestos a menos de la décima parte de lo que disponíamos hace una década, pero las asociaciones ahora desarrollan un importante papel para la cohesión social.
-¿Y qué papel puede jugar ahí la plataforma?
-En los próximos tres años vamos a articular un grupo de presión para exigir que el contribuyente pueda dedicar sus impuestos a la organización que más le plazca. Muchos desearían hacerlo y no es de cajón que en 2014 los formularios de Hacienda sólo recojan tres casillas: una para organizaciones de fines sociales, otra para la iglesia y otra para las dos anteriores. Además, como actividad inmediata, el 21 y 22 de febrero, vamos a organizar un Congreso Internacional de Educación, Voluntariado y Ciudadanía.
-¿Qué tipo de asociaciones de voluntariado reúne esta plataforma?
-Es un dato importante y explicaré el motivo con una anécdota. Yo soy presidente de la Asociación de voluntariado ambiental El Espejuelo, que tiene su sede en Castilléjar. Hace cinco o seis años vimos una campaña organizada por la Plataforma de Voluntariado Social de Granada. Nosotros vimos interesante como asociación integrarnos en ella, pero al ser una plataforma de voluntariado social no tenía previsto acoger asociaciones de tipo ambiental. Eso dio lugar a un debate sobre las tipologías del voluntariado, que era un mundo bastante grande en el que entraba desde el rural hasta el cibervoluntariado para evitar la brecha digital. Hubo una discusión y se decidió cambiar de nombre y quitar la palabra 'social' para poder abrirse a todo tipo de organizaciones.
-Además de sociales y medioambientales, ¿qué más tipos de voluntariado acoge esta plataforma?
-Sinceramente, el grueso son las asociaciones de tipo social pero también hay muchas que se dedican a la cooperación internacional.
-Llega a la presidencia de la plataforma por una asociación medioambiental. ¿Ha recibido críticas desde los sectores el ámbito social?
-Ese fue un tema que se tocó específicamente en años anteriores en los foros que organizamos desde la plataforma. Ha habido muchos encuentros que tenía como objetivo dar a entender que el voluntariado era mucho más amplio que el social. Por ejemplo, la defensa de los animales. Siempre me ha parecido una especie de injusticia el trato que se le daba a los defensores. Y más difícil lo tuvimos los que llegamos desde el Medio Ambiente, porque muchas veces se ha entendido la tierra como una especie de decorado para uso y disfrute de la humanidad. Pero es un tema ya superado.
-¿Cómo explicaría al gran público la necesidad de la lucha por el Medio Ambiente?
-En América del Sur se utiliza el término 'pachamama': nuestra madre tierra. Realmente los seres humanos somos animales que estamos correteando encima de su superficie. Cuando atentamos contra la 'pachamama' atentamos contra nuestra madre y eso tiene que estar siempre presente. Cuando en tu voluntariado social cuidas a personas mayores o niños, no puedes atentar contra la madre tierra.
-Entonces, ya no hay jerarquías.
-No, aunque la gente a lo mejor no lo sabe. Es igual el social, el medioambiental o el cultural. También tiene el mismo mérito alguien que dedica su tiempo a explicar un cuadro en un museo.
-¿Cómo definiría usted el término voluntariado?
-Vicente Ballesteros, que fue presidente de la Plataforma cuando entramos nosotros y ahora está dentro de la junta directiva, planteó una vez una pregunta que sirve para explicar en qué consiste el voluntariado y que me gusta mucho. Cuando tú ayudas a una persona ciega a cruzar la calle, ¿qué eres, buena persona o voluntario?
-¿Y qué eres en ese caso?
-Si perteneces a una organización que tiene un programa para ayudar a cruzar la calle a las personas ciegas eres un voluntario. En cambio, si no perteneces a ninguna organización, eres una muy buena persona pero no eres un voluntario.
-¿Ha aumentado la crisis el número de voluntarios?
-Nosotros como plataforma no tenemos datos, habría que preguntar una a una a las organizaciones, pero no te quepa duda que sí. Aún así hay que distinguir lo que antes he comentado, porque ahora hay mucha gente que está ayudando a un vecino, un familiar o un amigo. Son muy buenas personas, pero un voluntario es esa misma persona cuando dice "oye, en lugar de hacer este poquito por qué no me meto en alguna organización que desarrolle estrategias para ayudar".
-Ahora, con el nuevo panorama, la gente dispone de más tiempo libre y ha vivido en propia carne o de forma más cercana dramas sociales, así que es lógico que aumente el número de voluntarios. ¿Pero ha propiciado la crisis un cambio mental? ¿La gente ya no cree que en el modelo del ejecutivo con prisas que amasa fortunas?
-Es una pregunta con difícil respuesta. Con la crisis muchos se han dado cuenta que el modelo del dinero sólo conduce a la ruina. Yo diría que sí, que hay un despertar general, que hay un cambio de conciencia y un cambio de conducta.
-Un ejemplo de esta nueva sociedad con otros modelos son los jóvenes, prueba de ello es el nuevo papel que están desempeñando.
-Hay muchos estereotipos sobre ellos, aunque luego hay muchos que participan en organizaciones de voluntariado. Y sí, quizás sea uno de los grupos de edad más activos, con los más mayores. Y esto sucede no sólo porque tengan más tiempo libre, también hay que relacionarlo con una mayor sensibilidad. Me parece que la gente ahora tiene más corazón que hace diez o quince años, cuando sólo mandaba el dinero.
-Ese aumento del voluntariado se nota quizás en la fragmentación o multiplicación que se está desarrollando en el panorama asociativo.
-Hoy por hoy han surgido muchas asociaciones. Hace unos años en el panorama del voluntariado sólo había tres o cuatro grandes organizaciones de ayuda humanitaria, ahora han florecido un mogollón de pequeñas y medianas asociaciones muy diversas, y eso es porque hay una toma de conciencia mucho más generalizada y surgen más y más específicas.
-¿Qué papel juega la plataforma?
-Fundamentalmente tema de formación para las asociaciones, porque algunas tienen problemas con la contabilidad, seguros... También directamente para la formación del voluntariado dentro de las asociaciones. El otro pilar es el fomento del trabajo en red. Eso es fundamental porque no es lo mismo hacer una labor de forma individual en tu rincón que hacerla coordinándote con otras asociaciones. Eso incrementa la cantidad y la calidad de las acciones.
-¿Cuáles eran las novedades del programa que le ha llevado a la presidencia?
-Pues somos los únicos que nos hemos presentado a la presidencia, que tendremos durante tres años. Hace un mes y medio que se hizo la convocatoria de una asamblea extraordinaria y el día de las elecciones se recogieron las candidaturas. La votación fue por unanimidad. Sí existen muchos vocales, que se han elegido por consenso general. Había menos propuestas para la secretaria y la tesorería, pero no ha habido el menor problema tampoco. Lo que tengo muy claro es que hay que fomentar mandatos rotatorios. Sería una pena que en la plataforma que los cargos se enquistasen en sus puestos. Sería incluso contraproducente para la propia supervivencia de la plataforma. Como aquí todo el mundo trabaja de forma democrática, estas elecciones no han sido complicadas. De todas formas aquí no ha habido grandes intereses, sólo gente que dedica buena parte de su tiempo a trabajar para otra gente.
-¿Y cuál es el principal reto que afronta como nuevo presidente?
-Ahora mismo todas las organizaciones están pasando por momentos difíciles. En un momento en el que las prestaciones sociales se han reducido drásticamente, si además la administración no apoya a estas asociaciones estamos caminando hacia una especie de gran desastre de la sociedad. En las organizaciones, todos hemos visto bajar drásticamente nuestros presupuestos a menos de la décima parte de lo que disponíamos hace una década, pero las asociaciones ahora desarrollan un importante papel para la cohesión social.
-¿Y qué papel puede jugar ahí la plataforma?
-En los próximos tres años vamos a articular un grupo de presión para exigir que el contribuyente pueda dedicar sus impuestos a la organización que más le plazca. Muchos desearían hacerlo y no es de cajón que en 2014 los formularios de Hacienda sólo recojan tres casillas: una para organizaciones de fines sociales, otra para la iglesia y otra para las dos anteriores. Además, como actividad inmediata, el 21 y 22 de febrero, vamos a organizar un Congreso Internacional de Educación, Voluntariado y Ciudadanía.
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