Municipios como Pórtugos y Lanjarón han revivido esta actividad para evitar que caiga en el olvido
JUANJO ROMERO ÓRGIVA
Los alpujarreños siguen empeñados en mostrar al mundo las labores de antaño y que en su momento fueron el sustento de muchas familias, y todo por evitar que las tradiciones se pierdan y se queden en el olvido. Trabajos que no han desaparecido aún del todo en el siglo XXI, como es el caso de la Parva. Sus habitantes son conscientes de la importancia de estas antiguas labores que pretenden recuperar ahora aunque de forma lúdica.
Precisamente en las localidades de Lanjarón y Pórtugos, han celebrado durante estos días la Fiesta de la Parva, en la que tanto vecinos como visitantes han podido presenciar, ataviados para la ocasión, las labores de la trilla, con el fin de recrear los trabajos que antiguamente se realizaban para el cultivo del cereal.
En Pórtugos esta actividad se ha llevado a cabo paralelamente al desarrollo de la Semana Cultural de la localidad. Y en Lanjarón fue este domingo cuando se realizó la fiesta de la Parva en la Era del Río y donde, además, los asistentes pudieron degustar el exquisito puchero de parva.
No sólo en estas localidades se ha revivido esta tradicional actividad, municipios como Alpujarra de la Sierra, Murtas, Torvizcón o Albondón, entre otros, son algunos lugares donde dedican estos meses de verano a no dejar en el olvido estas labores. Las labores de la parva consisten básicamente en la separación del grano de la paja del cereal. Una tradición que se ha recuperado pero cuya extinción no es de muy antaño, según cuentan algunos vecinos "hasta hace poco más de una década era posible encontrar gente trillando en las eras del pueblo".
La tarea consiste en, tras la recogida de los cereales, separar el grano de la paja; los cereales se hacinan en el campo y se transportan con mulos a la era, donde se hacinan de nuevo.
Precisamente en las localidades de Lanjarón y Pórtugos, han celebrado durante estos días la Fiesta de la Parva, en la que tanto vecinos como visitantes han podido presenciar, ataviados para la ocasión, las labores de la trilla, con el fin de recrear los trabajos que antiguamente se realizaban para el cultivo del cereal.
En Pórtugos esta actividad se ha llevado a cabo paralelamente al desarrollo de la Semana Cultural de la localidad. Y en Lanjarón fue este domingo cuando se realizó la fiesta de la Parva en la Era del Río y donde, además, los asistentes pudieron degustar el exquisito puchero de parva.
No sólo en estas localidades se ha revivido esta tradicional actividad, municipios como Alpujarra de la Sierra, Murtas, Torvizcón o Albondón, entre otros, son algunos lugares donde dedican estos meses de verano a no dejar en el olvido estas labores. Las labores de la parva consisten básicamente en la separación del grano de la paja del cereal. Una tradición que se ha recuperado pero cuya extinción no es de muy antaño, según cuentan algunos vecinos "hasta hace poco más de una década era posible encontrar gente trillando en las eras del pueblo".
La tarea consiste en, tras la recogida de los cereales, separar el grano de la paja; los cereales se hacinan en el campo y se transportan con mulos a la era, donde se hacinan de nuevo.
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