La humedad en el ambiente ha impedido que las fuertes oleadas de calor hayan disminuido la calidad o la cantidad de la uva
JUANJO ROMERO ÓRGIVA
Aunque no es hasta la llegada del otoño cuando empieza la verdadera vendimia, comienza a ser de costumbre que cada mediados de agosto se inicie ya con una de las actividades agrícolas que más intensamente se vive en lugares como la subzona Contraviesa-Alpujarra. Y es que desde el 16 de agosto ya se ha dado por comenzada la campaña de recogida de la uva en nuestra provincia, territorio que al tener un microclima único goza de al menos tres meses de vendimia. No obstante, se trata de un proceso lento en el que nunca se sabe cuándo es el momento exacto de comenzar.
Las fuertes oleadas de calor no han conseguido bajar ni en calidad ni en cantidad, pues de cara a este año está previsto que la cosecha supere el millón de kilos, lo que significa que estará algo por encima de lo recolectado en la pasada campaña, y además que la fruta sea de máxima calidad. La recogida comenzó hace tan solo una semana "con la variedad más temprana" y ya se está viendo que "será excelente y con una mejor calidad que la campaña anterior", asegura el presidente de la Asociación Provincial de Productores de Vino de Calidad, Horacio Calvente.
A pesar de las oleadas de calor que hemos sufrido también en nuestra provincia, "la humedad en el ambiente (como en el caso de la costa) ha hecho que las parras no se hayan deshidratado tanto y no se haya adelantado la uva, gracias a ello este año tendremos una calidad de uva impresionante", apunta Calvente. La vendimia finalizará a finales de octubre con la recogida de aquellos viñedos que están a más de mil metros de altitud, situados sobre todo en La Contraviesa, y donde se espera una cosecha de variedad tinta superior a la campaña anterior, mientras que la uva blanca será casi parecida.
Según indican los viticultores, hasta las primeras lluvias de otoño se suele esperar para que la uva dé ese empujón que le hace falta para madurar, aunque "tampoco hay que tener prisa ya que quien manda de verdad es la uva, el pesamostos y la acidez". En definitiva, si la uva está madura para el tipo de vino que se quiere elaborar, "pues a vendimiar se ha dicho".
Un proceso de vendimia no es nada fácil ni rápido y menos en una zona como la Contraviesa y la Alpujarra donde, debido a la orografía del terreno, la recogida de la uva se hace de manera manual, en cajas que hay que sacarlas con tractores, y quien no tiene posibilidades lo hace con bestias o incluso a pulso.
Las fuertes oleadas de calor no han conseguido bajar ni en calidad ni en cantidad, pues de cara a este año está previsto que la cosecha supere el millón de kilos, lo que significa que estará algo por encima de lo recolectado en la pasada campaña, y además que la fruta sea de máxima calidad. La recogida comenzó hace tan solo una semana "con la variedad más temprana" y ya se está viendo que "será excelente y con una mejor calidad que la campaña anterior", asegura el presidente de la Asociación Provincial de Productores de Vino de Calidad, Horacio Calvente.
A pesar de las oleadas de calor que hemos sufrido también en nuestra provincia, "la humedad en el ambiente (como en el caso de la costa) ha hecho que las parras no se hayan deshidratado tanto y no se haya adelantado la uva, gracias a ello este año tendremos una calidad de uva impresionante", apunta Calvente. La vendimia finalizará a finales de octubre con la recogida de aquellos viñedos que están a más de mil metros de altitud, situados sobre todo en La Contraviesa, y donde se espera una cosecha de variedad tinta superior a la campaña anterior, mientras que la uva blanca será casi parecida.
Según indican los viticultores, hasta las primeras lluvias de otoño se suele esperar para que la uva dé ese empujón que le hace falta para madurar, aunque "tampoco hay que tener prisa ya que quien manda de verdad es la uva, el pesamostos y la acidez". En definitiva, si la uva está madura para el tipo de vino que se quiere elaborar, "pues a vendimiar se ha dicho".
Un proceso de vendimia no es nada fácil ni rápido y menos en una zona como la Contraviesa y la Alpujarra donde, debido a la orografía del terreno, la recogida de la uva se hace de manera manual, en cajas que hay que sacarlas con tractores, y quien no tiene posibilidades lo hace con bestias o incluso a pulso.
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