Los padres de los alumnos del centro Luis Pastor de la capital costera denuncian "deficiencias" en el servicio
ROSA FERNÁNDEZ MOTRIL |
Por segundo día consecutivo, los padres de los escolares del centro Luis Pastor de Aprosmo denunciaron ayer "deficiencias" en el nuevo servicio de transporte, con vehículos que entienden que no están adaptados convenientemente para personas con movilidad reducida y sus correspondientes vehículos de ruedas, cuando de los 70 alumnos que lo ocupan, el 25% presenta problemas de este tipo.
Si en la primera jornada se organizó un "caos" tanto en las paradas del bus como en el colegio, por las colas de coches con los progenitores que llevaban a sus hijos al centro en sus propios vehículos, pues aseguraban que no les habían podido subir al autocar -y los que se quedaron sin asistir por no tenían cómo acercarlos-, ayer no fue menos. "Es de vergüenza la que se ha liado", asegura Francisco Pérez.
En general, para los padres, ha supuesto un cambio a peor, pues durante años el servicio lo ha estado prestando Aprosmo con sus propios autocares de manera satisfactoria, hasta que el pasado jueves desde el propio centro les informaron que se le había concedido a otra empresa. Así, ahora mismo están conviviendo los dos servicios, pero los familiares quieren que sigan las cosas como antes y subrayan los contrastes entre las dos. "Ha sido perfecto durante todos los años", comenta una de las madres, frente a las características de los vehículos de la firma concesionaria, que entienden que "están obsoletos" para este servicio tan específico.
"Como nos temíamos muchos de los padres, dicho servicio es un auténtico desastre. Muchos de los usuarios de dicho autocar tiene movilidad reducida y van en sillas de ruedas o carros adaptados y necesitan de una rampa para acceder al autocar", añade Pérez.
Los padres reconocen que sí que los vehículos disponen de rampa, pero se quejan de que "no trae barandilla en unos de los lados y además no tiene en la parte delantera una pequeña chapa para evitar que el carro se salga de dicha rampa al subir", por lo que no les vale.
Además, explican que "el autocar tiene dos zonas para colocar y anclar dichos carros, pues bien, si el lado de la rampa ya está ocupado, para colocar los carros en el otro lado tienes que coger en peso a la silla junto con la niña o niña, con lo que pesan, y librar la zanja que tenemos entre un lado y otro, con el consiguiente peligro para el usuario de la silla y del personal que lo hace, que en este caso es una mujer la cual tiene que ser ayudada por la madre que lleva a su hijo al autobús".
Otra de las quejas es que "no llevan suficientes anclajes para coger a todos los carros" y temen que se puedan caer los niños. Por último, tampoco les gusta la antigüedad de los vehículos. Por si fuera poco, se ha eliminado el transporte matinal, medida por la que han resultado afectados 40 usuarios.
Si en la primera jornada se organizó un "caos" tanto en las paradas del bus como en el colegio, por las colas de coches con los progenitores que llevaban a sus hijos al centro en sus propios vehículos, pues aseguraban que no les habían podido subir al autocar -y los que se quedaron sin asistir por no tenían cómo acercarlos-, ayer no fue menos. "Es de vergüenza la que se ha liado", asegura Francisco Pérez.
En general, para los padres, ha supuesto un cambio a peor, pues durante años el servicio lo ha estado prestando Aprosmo con sus propios autocares de manera satisfactoria, hasta que el pasado jueves desde el propio centro les informaron que se le había concedido a otra empresa. Así, ahora mismo están conviviendo los dos servicios, pero los familiares quieren que sigan las cosas como antes y subrayan los contrastes entre las dos. "Ha sido perfecto durante todos los años", comenta una de las madres, frente a las características de los vehículos de la firma concesionaria, que entienden que "están obsoletos" para este servicio tan específico.
"Como nos temíamos muchos de los padres, dicho servicio es un auténtico desastre. Muchos de los usuarios de dicho autocar tiene movilidad reducida y van en sillas de ruedas o carros adaptados y necesitan de una rampa para acceder al autocar", añade Pérez.
Los padres reconocen que sí que los vehículos disponen de rampa, pero se quejan de que "no trae barandilla en unos de los lados y además no tiene en la parte delantera una pequeña chapa para evitar que el carro se salga de dicha rampa al subir", por lo que no les vale.
Además, explican que "el autocar tiene dos zonas para colocar y anclar dichos carros, pues bien, si el lado de la rampa ya está ocupado, para colocar los carros en el otro lado tienes que coger en peso a la silla junto con la niña o niña, con lo que pesan, y librar la zanja que tenemos entre un lado y otro, con el consiguiente peligro para el usuario de la silla y del personal que lo hace, que en este caso es una mujer la cual tiene que ser ayudada por la madre que lleva a su hijo al autobús".
Otra de las quejas es que "no llevan suficientes anclajes para coger a todos los carros" y temen que se puedan caer los niños. Por último, tampoco les gusta la antigüedad de los vehículos. Por si fuera poco, se ha eliminado el transporte matinal, medida por la que han resultado afectados 40 usuarios.
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