Un proyecto de 'neuronas artificiales' probado en aguas del Mar de Alborán trata de predecir terremotos una semana antes de que se produzcan. Podría llegar a ser eficaz en más de un 80%.
RAFAEL ESPINO
Se trata de determinar la predicción de un terremoto de cierta magnitud en la zona indicada. En este procedimiento comenzaron a trabajar el grupo de investigación Estructuras y Geotecnia de la Universidad de Sevilla liderado por los profesores Francisco Martínez y Antonio Morales. Lo aplicaron en la zona más activa del país durante los últimos tiempos, el Mar de Alborán. Según sus cálculos, elaborados a través de los resultados obtenidos, la eficacia podría llegar a ser de un 80%, aunque todavía restan muchos pasos por dar. La idea no es otra que adelantarse a un seísmo de gran magnitud con en torno a una semana de anticipación.
Para toda su experimentación, los investigadores realizan dos tipos de predicciones: la probabilidad de que un terremoto sea de magnitud mayor que un determinado valor umbral, así como la probabilidad de ocurrencia de un terremoto de magnitud dentro de un determinado intervalo de tiempo. En ambos casos, se mide la probabilidad de que ocurran en los siguientes cinco o siete días, para los casos de Chile y de la Península Ibérica, respectivamente.
La precisión del método se evaluó en experimentos retrospectivos. La alta tasa de éxito alcanzado apoya la conveniencia de la aplicación de técnicas de minería de datos en este ámbito, según los investigadores, y plantea nuevos retos que deben abordarse.
Las redes neuronales artificiales son un paradigma de aprendizaje y procesamiento automático inspirado en la forma en que funciona el sistema nervioso de los animales. Se organizan de una forma parecida a las del cerebro y presentan algunas características propias de las neuronas humanas: capacidad para aprender, generalizar y abstraer o considerar por separado cualidades. Aunque en el mercado ya existen diversos aparatos que detectan con cierta anticipación el riesgo de un terremoto, ninguno es tan preciso y tampoco tiene posibilidades de ampliar su desarrollo o entregar datos analíticos. Francisco Martínez Álvarez, miembro del grupo TIC-200: Sistemas Inteligentes y Minería de Datos de la Universidad Pablo de Olavide, afirma que este modelo es capaz de predecir terremotos con alta fiabilidad, para una incertidumbre temporal de entre cinco y siete días y con una margen de error espacial del orden de, aproximadamente, cien kilómetros cuadrados. Aun así, el mundo de los seísmos ha sido impredecible y queda mucho en lo que indagar.
Proyecto Incrisis
La comunidad científica asume libre y eficazmente el trabajo de estudiar el porqué con el fin de adelantarse a los acontecimientos, a pesar de la dificultad que con la tecnología actual (y seguramente con la futura) esto entraña. El proyecto Incrisis arroja datos sobre los terremotos que se registraron durante el mes de enero. Da a conocer sus causas y sus consecuencias, aunque el proceso de estudio debe ser metódico y alargado en el tiempo para extraer conclusiones rotundas.
El estudio desarrollado por la Armada Española, a borde del buque Hespérides, y el trabajo del doctor de la Universidad de Granada, Jesús García Galindo, encargado de liderar el proyecto en colaboración con la doctora Gemma Ercilla, arroja datos de relevancia. El primero de ellos es la aparición de una desconocida y sorprendente falla de en torno a los 20 kilómetros de longitud culpable de los seísmos que se han producido más al oeste. Las fallas de reciente descubrimiento revisten más importancia, porque la primera vez que se rompe una roca por temblor guardan una mayor energía elástica que se acumula por el roce de placas, por lo que los terremotos suelen ser de más volumen.
Arquitectos
Todos los municipios de Almería tienen daños, muchos de ellos aún visibles, del terremoto de intensidad IV que se produjo en 1522. Ocasionó desperfectos en un radio desde la capital hasta la misma Alhambra de Granada. Los seísmos han cambiado el diseño de municipios como Vera, han hecho desaparecer otros como Iniza e incluso han cambiado cauces de los ríos.
En Almería han sido ya varias las actividades y conferencias que arquitectos expertos en terremotos han desarrollado. la mayoría de ellas al amparo del Colegio de Arquitectos. "Tenemos que incidir en la vulnerabilidad, incluso eliminar construcciones en ruinas y reforzar las débiles. Hay que recordar que los terremotos no matan, sino los edificios", explica Francisco Vidal Sánchez, profesor en la Universidad de Granada y miembro del Instituto Andaluz de Geofísica.
Administración
Las administraciones también han dado respuesta tras los terremotos que se vienen produciendo en el Mar de Alborán desde el mes de enero. De hecho, han revisado los planes de emergencia frente a los seísmos. En la delegación de gobierno de la Junta de Andalucía se llevó a cabo una reunión para revisar el Plan de Emergencia ante el Riesgo Sísmico con el fin de coordinar funciones. Los integrantes del Comité Asesor trataron la actualización del operativo y la implantación ya efectiva del Plan en Almería, se ha analizado su funcionalidad y estructura, así como los mapas de riesgo de la provincia.
El comité fue informado de los encuentros de trabajo llevados a cabo con colegios oficiales de arquitectos y arquitectos técnicos y aparejadores, ya que han de formar parte del grupo técnico específico de edificación e infraestructuras, cuya misión principal es asegurar que se establezcan las medidas necesarias para eliminar o reducir los daños previsibles derivados del grado de afectación de los edificios tras el sismo como consecuencia de las réplicas, así como identificar y evaluar, dentro de lo posible, los daños que pueden producirse en lo servicios básicos de la población.
Edificios 'inútiles'
No es cuestión de ser agoreros ni de explotar el momento de temblores por el que pasa el Mar de Alborán, pero se ha de tener claro que igual que Granada y Almería estuvieron expuestas a terremotos que arruinaron sus ciudades y pueblos, estos volverán a repetirse en el futuro. De hecho, en un periodo de retorno de 475 años, según el Plan de Emergencia de Riesgo Sísmico en Andalucía, la provincia de Almería no estaría libre de experimentar una sacudida que alcanzara los 8 grados de intensidad, lo que supondría daños de importancia en aquellos edificios que no estén preparados, sean débiles o se encuentren en ruinas, es decir, en torno a 7.000 viviendas de la capital y unas 5.000 en el resto del Poniente de la provincia, zonas que históricamente han sido las más dañadas de la provincia. No existen cálculos de otras poblaciones donde también han sufrido graves consecuencias como Vera, aunque también cuenta con un parque moderno y ha tenido que ser rediseñada en dos ocasiones debido a los terremotos.
Para toda su experimentación, los investigadores realizan dos tipos de predicciones: la probabilidad de que un terremoto sea de magnitud mayor que un determinado valor umbral, así como la probabilidad de ocurrencia de un terremoto de magnitud dentro de un determinado intervalo de tiempo. En ambos casos, se mide la probabilidad de que ocurran en los siguientes cinco o siete días, para los casos de Chile y de la Península Ibérica, respectivamente.
La precisión del método se evaluó en experimentos retrospectivos. La alta tasa de éxito alcanzado apoya la conveniencia de la aplicación de técnicas de minería de datos en este ámbito, según los investigadores, y plantea nuevos retos que deben abordarse.
Las redes neuronales artificiales son un paradigma de aprendizaje y procesamiento automático inspirado en la forma en que funciona el sistema nervioso de los animales. Se organizan de una forma parecida a las del cerebro y presentan algunas características propias de las neuronas humanas: capacidad para aprender, generalizar y abstraer o considerar por separado cualidades. Aunque en el mercado ya existen diversos aparatos que detectan con cierta anticipación el riesgo de un terremoto, ninguno es tan preciso y tampoco tiene posibilidades de ampliar su desarrollo o entregar datos analíticos. Francisco Martínez Álvarez, miembro del grupo TIC-200: Sistemas Inteligentes y Minería de Datos de la Universidad Pablo de Olavide, afirma que este modelo es capaz de predecir terremotos con alta fiabilidad, para una incertidumbre temporal de entre cinco y siete días y con una margen de error espacial del orden de, aproximadamente, cien kilómetros cuadrados. Aun así, el mundo de los seísmos ha sido impredecible y queda mucho en lo que indagar.
Proyecto Incrisis
La comunidad científica asume libre y eficazmente el trabajo de estudiar el porqué con el fin de adelantarse a los acontecimientos, a pesar de la dificultad que con la tecnología actual (y seguramente con la futura) esto entraña. El proyecto Incrisis arroja datos sobre los terremotos que se registraron durante el mes de enero. Da a conocer sus causas y sus consecuencias, aunque el proceso de estudio debe ser metódico y alargado en el tiempo para extraer conclusiones rotundas.
El estudio desarrollado por la Armada Española, a borde del buque Hespérides, y el trabajo del doctor de la Universidad de Granada, Jesús García Galindo, encargado de liderar el proyecto en colaboración con la doctora Gemma Ercilla, arroja datos de relevancia. El primero de ellos es la aparición de una desconocida y sorprendente falla de en torno a los 20 kilómetros de longitud culpable de los seísmos que se han producido más al oeste. Las fallas de reciente descubrimiento revisten más importancia, porque la primera vez que se rompe una roca por temblor guardan una mayor energía elástica que se acumula por el roce de placas, por lo que los terremotos suelen ser de más volumen.
Arquitectos
Todos los municipios de Almería tienen daños, muchos de ellos aún visibles, del terremoto de intensidad IV que se produjo en 1522. Ocasionó desperfectos en un radio desde la capital hasta la misma Alhambra de Granada. Los seísmos han cambiado el diseño de municipios como Vera, han hecho desaparecer otros como Iniza e incluso han cambiado cauces de los ríos.
En Almería han sido ya varias las actividades y conferencias que arquitectos expertos en terremotos han desarrollado. la mayoría de ellas al amparo del Colegio de Arquitectos. "Tenemos que incidir en la vulnerabilidad, incluso eliminar construcciones en ruinas y reforzar las débiles. Hay que recordar que los terremotos no matan, sino los edificios", explica Francisco Vidal Sánchez, profesor en la Universidad de Granada y miembro del Instituto Andaluz de Geofísica.
Administración
Las administraciones también han dado respuesta tras los terremotos que se vienen produciendo en el Mar de Alborán desde el mes de enero. De hecho, han revisado los planes de emergencia frente a los seísmos. En la delegación de gobierno de la Junta de Andalucía se llevó a cabo una reunión para revisar el Plan de Emergencia ante el Riesgo Sísmico con el fin de coordinar funciones. Los integrantes del Comité Asesor trataron la actualización del operativo y la implantación ya efectiva del Plan en Almería, se ha analizado su funcionalidad y estructura, así como los mapas de riesgo de la provincia.
El comité fue informado de los encuentros de trabajo llevados a cabo con colegios oficiales de arquitectos y arquitectos técnicos y aparejadores, ya que han de formar parte del grupo técnico específico de edificación e infraestructuras, cuya misión principal es asegurar que se establezcan las medidas necesarias para eliminar o reducir los daños previsibles derivados del grado de afectación de los edificios tras el sismo como consecuencia de las réplicas, así como identificar y evaluar, dentro de lo posible, los daños que pueden producirse en lo servicios básicos de la población.
Edificios 'inútiles'
No es cuestión de ser agoreros ni de explotar el momento de temblores por el que pasa el Mar de Alborán, pero se ha de tener claro que igual que Granada y Almería estuvieron expuestas a terremotos que arruinaron sus ciudades y pueblos, estos volverán a repetirse en el futuro. De hecho, en un periodo de retorno de 475 años, según el Plan de Emergencia de Riesgo Sísmico en Andalucía, la provincia de Almería no estaría libre de experimentar una sacudida que alcanzara los 8 grados de intensidad, lo que supondría daños de importancia en aquellos edificios que no estén preparados, sean débiles o se encuentren en ruinas, es decir, en torno a 7.000 viviendas de la capital y unas 5.000 en el resto del Poniente de la provincia, zonas que históricamente han sido las más dañadas de la provincia. No existen cálculos de otras poblaciones donde también han sufrido graves consecuencias como Vera, aunque también cuenta con un parque moderno y ha tenido que ser rediseñada en dos ocasiones debido a los terremotos.
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