La marcha por el Día Mundial de la Salud Mental pide empatía y el fin de la estigmatización de los enfermos
ALBA RODRÍGUEZ GRANADA |
La realidad invisible queda muchas veces bajo la alfombra de la intimidad de una familia que, por miedo al rechazo o la incomprensión, esconden su situación entre las cuatro paredes de casa. En ese hogar, donde hay gritos y muchos llantos es donde se forja la valentía y la fuerza a las que por necesidad tienen que aferrarse las familias en las que alguno de sus miembros sufre una enfermedad mental.
Contra esa soledad y falta de empatía que padecen familias y enfermos se manifestaron ayer en el Día Mundial de la Salud Mental bajo el lema soy como tú aunque aún no lo sepas más de doscientas personas entre usuarios, familiares, trabajadores de salud, asociaciones e instituciones.
Esta marcha, que recorrió toda Gran Vía hasta la Caleta, estuvo organizada por la asociación de usuarios de salud para la mente (Sapame); la asociación granadina de familiares y personas con enfermedad mental (Agrafem); la asociación Trastorno Obsesivo compulsivo, (TOC), y la fundación andaluza de personas con enfermedad mental (Faisem).
A las 10 horas tuvo lugar la lectura de un emotivo manifiesto en el que se pedía al resto de ciudadanía comprensión, igualdad y reconocimiento de derechos a las personas que sufren cualquier tipo de trastorno mental. En la jornada estuvieron presentes todos los grupos políticos del Ayuntamiento además de la consejera de Salud María José Sánchez, el delegado Higinio Almagro y Sandra García, delegada de Gobierno de la Junta.
La marcha estuvo presidida por el grupo de batukada Sambalahá que, a golpe de tambor, instauró el ambiente festivo en el recorrido. Las pancartas de colores contenían las distintas enfermedades, en señal de visibilización de esta realidad.
Una de cuatro personas padece alguna patología de este tipo a lo largo de su vida, actualmente hay 450 millones de personas en todo el mundo con alguna enfermedad mental: 563.679 en Andalucía y 56.247 en Granada. Esa es la realidad invisible y dolorosa que persistirá si nada lo remedia. Las personas con enfermedades mentales existen, viven entre nosotros, y tienen padres y hermanos.
"Mi hijo sufre esquizofrenia. Cuando alguien cae malo, toda la sociedad nos rechaza. Mis amigas dejaron de venir a casa y mi hijo tampoco tiene amigos". Son las palabras de Aurora Aguilera, de la asociación Agrafem, que reclama "más recursos y comunidades terapéuticas". En cuanto al trabajo de las asociaciones, esta madre apunta que "es muy importante, porque allí siento que me comprenden". "Parece que a la gente le da vergüenza decir que tiene un esquizofrénico, pues a mí no", dice.
Lo que piden desde las diferentes plataformas es que desaparezca la estigmatización y que el resto de ciudadanía deje de darles la espalda. La sociedad debe educarse y aprender a querer a estas personas porque la tristeza y la soledad de una enfermedad mental no es comparable a nada.
Contra esa soledad y falta de empatía que padecen familias y enfermos se manifestaron ayer en el Día Mundial de la Salud Mental bajo el lema soy como tú aunque aún no lo sepas más de doscientas personas entre usuarios, familiares, trabajadores de salud, asociaciones e instituciones.
Esta marcha, que recorrió toda Gran Vía hasta la Caleta, estuvo organizada por la asociación de usuarios de salud para la mente (Sapame); la asociación granadina de familiares y personas con enfermedad mental (Agrafem); la asociación Trastorno Obsesivo compulsivo, (TOC), y la fundación andaluza de personas con enfermedad mental (Faisem).
A las 10 horas tuvo lugar la lectura de un emotivo manifiesto en el que se pedía al resto de ciudadanía comprensión, igualdad y reconocimiento de derechos a las personas que sufren cualquier tipo de trastorno mental. En la jornada estuvieron presentes todos los grupos políticos del Ayuntamiento además de la consejera de Salud María José Sánchez, el delegado Higinio Almagro y Sandra García, delegada de Gobierno de la Junta.
La marcha estuvo presidida por el grupo de batukada Sambalahá que, a golpe de tambor, instauró el ambiente festivo en el recorrido. Las pancartas de colores contenían las distintas enfermedades, en señal de visibilización de esta realidad.
Una de cuatro personas padece alguna patología de este tipo a lo largo de su vida, actualmente hay 450 millones de personas en todo el mundo con alguna enfermedad mental: 563.679 en Andalucía y 56.247 en Granada. Esa es la realidad invisible y dolorosa que persistirá si nada lo remedia. Las personas con enfermedades mentales existen, viven entre nosotros, y tienen padres y hermanos.
"Mi hijo sufre esquizofrenia. Cuando alguien cae malo, toda la sociedad nos rechaza. Mis amigas dejaron de venir a casa y mi hijo tampoco tiene amigos". Son las palabras de Aurora Aguilera, de la asociación Agrafem, que reclama "más recursos y comunidades terapéuticas". En cuanto al trabajo de las asociaciones, esta madre apunta que "es muy importante, porque allí siento que me comprenden". "Parece que a la gente le da vergüenza decir que tiene un esquizofrénico, pues a mí no", dice.
Lo que piden desde las diferentes plataformas es que desaparezca la estigmatización y que el resto de ciudadanía deje de darles la espalda. La sociedad debe educarse y aprender a querer a estas personas porque la tristeza y la soledad de una enfermedad mental no es comparable a nada.
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