Por Rafael Lara | Nacionales
José Cuadra Vega, el pícaro poeta de la eterna sonrisa, deja un vacío en el corazón de la cultura nicaragüense.
En septiembre falleció su esposa y musa: Doña Julita. Ahora nos toca decirle adiós y hasta siempre al poeta José “Chepito” Cuadra Vega, quien expiró a las 4:30 de la madrugada del viernes, dejando un gran vacío en sus familiares, en quienes lo conocieron, y en la cultura de nuestro país.
Después de 97 años de funcionamiento, su corazón se negó a seguir trabajando, porque algo le hacía falta: su Doña Julia, el amor de su vida.
Y es que Julita Robleto, a los 77 años, se le adelantó tres meses en el viaje al más allá, y lo estaba esperando, y ahora ambos ya están nuevamente reunidos.
El infarto agudo del miocardio, dictaminado por el médico, fue solo la excusa para el nuevo viaje que emprende, tomado de la mano de su musa. La amante pareja, finalmente, abandonó su casita en la Colonia Centroamérica.
Siempre amable, con una sonrisa y bromista, era un verdadero pícaro de hablar casi en versos y entre versos, con un arte natural para crearlos. Así, don Josecito fue muy estimado en los círculos de la prosa y de la literatura, teniendo entre sus publicaciones: “Canto a la Virgen Pájara María” y “Poemas para doña Julia”, entre otros trabajos destacados.
A pesar de los homenajes y de los reconocimientos, su mayor logro fue haberse ganado el amor de Doña Julia y el de gran cantidad de nicaragüenses.
Era hermano del periodista Manolo Cuadra, destacado por sus sarcásticos trabajos. También lo era del militar rebelde Abelardo Cuadra, quien plasmó sus memorias en “Hombre del Caribe”, y ambos tenían la misma sangre de Ramiro Cuadra, el poeta del humor político.
Josecito nació el 21 de febrero en Granada, entre los lejanos tambores de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Mientras en Europa se luchaban grandes batallas, en los atribulados años diez, el pequeño Josecito daba sus primeros pasos y abría sus primeros libros a los que tanto quiso.
El arte está de luto
El Instituto Nicaragüense de Cultura, INC, a través de un comunicado lamentó profundamente la muerte del poeta José Cuadra Vega.
“Su deceso enluta el arte y la literatura nicaragüenses, que se vieron enriquecidos con sus originales y muy particulares aportes. El poeta Cuadra Vega, intelectual, ingenioso, innovador y maestro de la forma y el concepto, lega a la generación presente y a las venideras, un tesoro creativo que los nicaragüenses estamos obligados a proteger”, expresa el INC.
Asimismo, el INC presentó a la familia doliente sus muestras de pesar, y les acompaña en estos momentos de resignación cristiana.
En un comunicado, el Centro Nicaragüense de Escritores, CNE, lamentó “el fallecimiento del distinguido y apreciado poeta José Cuadra Vega”.
Por su parte, el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, INCH, deplora el sensible fallecimiento del poeta nicaragüense.
Este dulce trovador, don “Chepito” --como cariñosamente le llamaban sus más cercanas amistades--, nos lega una emotiva poesía impregnada de una encarecida pasión y veneración hacia la mujer amada. La diafanidad y la sencillez de sus versos, así como la ternura con que eleva sus cánticos a Dios padre, a Jesús y a María, le merecieron una serie de envidiables reconocimientos por parte de connotados escritores nacionales, entre los cuales se destacan José Coronel Urtecho, Isolda Rodríguez, Julio Valle Castillo y Pablo Antonio Cuadra.
La señora Julia Cuadra, hija del finado, dijo que este es un día que nunca quiso pensar que llegaría, pero el 22 de septiembre, a los 77 años, vio partir a su mamá y ahora le toca despedir a su papá.
“Ambos fueron los padres más amorosos y abnegados del mundo”, expresó.
Con la presencia de familiares, amistades y personalidades del mundo de la cultura, la poesía y el periodismo, el cuerpo de don Josecito fue velado ayer en la Funeraria Don Bosco, en Managua.
Hoy sábado, en el mismo local, a las 9 de la mañana, será la misa de cuerpo presente, para después ser llevado en su último viaje hasta el Cementerio General de Managua. Desde hoy, José Cuadra Vega y su Doña Julia se han convertido en una pareja para la eternidad. Los extrañaremos.
Después de 97 años de funcionamiento, su corazón se negó a seguir trabajando, porque algo le hacía falta: su Doña Julia, el amor de su vida.
Y es que Julita Robleto, a los 77 años, se le adelantó tres meses en el viaje al más allá, y lo estaba esperando, y ahora ambos ya están nuevamente reunidos.
El infarto agudo del miocardio, dictaminado por el médico, fue solo la excusa para el nuevo viaje que emprende, tomado de la mano de su musa. La amante pareja, finalmente, abandonó su casita en la Colonia Centroamérica.
Siempre amable, con una sonrisa y bromista, era un verdadero pícaro de hablar casi en versos y entre versos, con un arte natural para crearlos. Así, don Josecito fue muy estimado en los círculos de la prosa y de la literatura, teniendo entre sus publicaciones: “Canto a la Virgen Pájara María” y “Poemas para doña Julia”, entre otros trabajos destacados.
A pesar de los homenajes y de los reconocimientos, su mayor logro fue haberse ganado el amor de Doña Julia y el de gran cantidad de nicaragüenses.
Era hermano del periodista Manolo Cuadra, destacado por sus sarcásticos trabajos. También lo era del militar rebelde Abelardo Cuadra, quien plasmó sus memorias en “Hombre del Caribe”, y ambos tenían la misma sangre de Ramiro Cuadra, el poeta del humor político.
Josecito nació el 21 de febrero en Granada, entre los lejanos tambores de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Mientras en Europa se luchaban grandes batallas, en los atribulados años diez, el pequeño Josecito daba sus primeros pasos y abría sus primeros libros a los que tanto quiso.
El arte está de luto
El Instituto Nicaragüense de Cultura, INC, a través de un comunicado lamentó profundamente la muerte del poeta José Cuadra Vega.
“Su deceso enluta el arte y la literatura nicaragüenses, que se vieron enriquecidos con sus originales y muy particulares aportes. El poeta Cuadra Vega, intelectual, ingenioso, innovador y maestro de la forma y el concepto, lega a la generación presente y a las venideras, un tesoro creativo que los nicaragüenses estamos obligados a proteger”, expresa el INC.
Asimismo, el INC presentó a la familia doliente sus muestras de pesar, y les acompaña en estos momentos de resignación cristiana.
En un comunicado, el Centro Nicaragüense de Escritores, CNE, lamentó “el fallecimiento del distinguido y apreciado poeta José Cuadra Vega”.
Por su parte, el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, INCH, deplora el sensible fallecimiento del poeta nicaragüense.
Este dulce trovador, don “Chepito” --como cariñosamente le llamaban sus más cercanas amistades--, nos lega una emotiva poesía impregnada de una encarecida pasión y veneración hacia la mujer amada. La diafanidad y la sencillez de sus versos, así como la ternura con que eleva sus cánticos a Dios padre, a Jesús y a María, le merecieron una serie de envidiables reconocimientos por parte de connotados escritores nacionales, entre los cuales se destacan José Coronel Urtecho, Isolda Rodríguez, Julio Valle Castillo y Pablo Antonio Cuadra.
La señora Julia Cuadra, hija del finado, dijo que este es un día que nunca quiso pensar que llegaría, pero el 22 de septiembre, a los 77 años, vio partir a su mamá y ahora le toca despedir a su papá.
“Ambos fueron los padres más amorosos y abnegados del mundo”, expresó.
Con la presencia de familiares, amistades y personalidades del mundo de la cultura, la poesía y el periodismo, el cuerpo de don Josecito fue velado ayer en la Funeraria Don Bosco, en Managua.
Hoy sábado, en el mismo local, a las 9 de la mañana, será la misa de cuerpo presente, para después ser llevado en su último viaje hasta el Cementerio General de Managua. Desde hoy, José Cuadra Vega y su Doña Julia se han convertido en una pareja para la eternidad. Los extrañaremos.
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