G. S. MALDONADO GRANADA
Decir que 2013 ha sido un buen año para el turismo granadino sería quedarse corto. Y sin exagerar. Granada ha 'brillado' durante el año como destino turístico, registrando un récord de viajeros que a buen seguro confirmarán los datos de diciembre. En este 2013 que acaba de cerrarse el turismo granadino ha dejado atrás una crisis que le ha llevado en varias ocasiones a registrar un déficit de visitantes, y aunque la rentabilidad de los establecimientos sigue siendo un asunto pendiente, la hostelería no puede quejarse de falta de clientes.
Pero 2013 no sólo fue bueno por los datos que dejó, sino porque se marcaron varios hitos que condicionarán el futuro del turismo granadino. Porque 2013 ha sido el año en el que el aeropuerto Federico García Lorca de Granada y Jaén -que cambió de dirección y pasó a estar gestionado por Marta Torres- recuperó los vuelos con Londres, ganándose de nuevo el apellido de internacional y permitiendo que el turismo granadino recuperara el mercado británico, en clara crisis desde la desaparición de Ryanair de los paneles informativos del aeródromo.
También fue el año en el que comenzaron a darse los primeros pasos para que la Alpujarra se convierta en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, una declaración que, si llega, marcará un antes y un después en una comarca olvidada durante demasiado tiempo. Si se habla de nombramientos no puede olvidarse el del Cascamorras como Fiesta de Interés Turístico Internacional, un hito con el que la carrera de Juan Pedernal entre Guadix y Baza alcanza una nueva esfera.
Precisamente ese, alcanzar un nuevo nivel turístico, es el objetivo del Convention Bureau, una iniciativa que se puso definitivamente en marcha el ejercicio pasado después de 20 años esperando en el cajón de las administraciones públicas. Los empresarios, con el apoyo de las instituciones, han sido los encargados de levantar un proyecto que ya cuenta con más de 80 empresas asociadas y que confía en permitir a la ciudad escalar puestos en el ranking de destinos de congresos.
No ha sido este el único mérito del empresariado, ya que después de seis años de desunión las dos asociaciones de hospedaje han vuelto a reunirse en el seno de la Federación de Hostelería. Este era uno de los principales objetivos del mandato de Carlos Navarro, que vio cumplido, después de muchos esfuerzos, poco antes de ceder el testigo a su sucesor, Trinitario Betoret.
Granada, además, ha sabido sacarle mucho rendimiento a las visitas 'ilustres' que registró a lo largo del año. El rodaje de la segunda temporada de Isabel en la Alhambra y su preestreno con la presencia de Michelle Jenner y Rodolfo Sancho ha permitido a la ciudad dar la vuelta a España, una promoción que se suma a la que Manuel Martín Cuenca realizó con su elección de la ciudad como escenario de su largometraje Caníbal.
La ciudad también ganó puntos enteros como destino de escapadas exprés con la visita de los Príncipes de Asturias y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, que eligieron la capital para pasar parte del Puente de Todos los Santos.
Pero 2013 no sólo fue bueno por los datos que dejó, sino porque se marcaron varios hitos que condicionarán el futuro del turismo granadino. Porque 2013 ha sido el año en el que el aeropuerto Federico García Lorca de Granada y Jaén -que cambió de dirección y pasó a estar gestionado por Marta Torres- recuperó los vuelos con Londres, ganándose de nuevo el apellido de internacional y permitiendo que el turismo granadino recuperara el mercado británico, en clara crisis desde la desaparición de Ryanair de los paneles informativos del aeródromo.
También fue el año en el que comenzaron a darse los primeros pasos para que la Alpujarra se convierta en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, una declaración que, si llega, marcará un antes y un después en una comarca olvidada durante demasiado tiempo. Si se habla de nombramientos no puede olvidarse el del Cascamorras como Fiesta de Interés Turístico Internacional, un hito con el que la carrera de Juan Pedernal entre Guadix y Baza alcanza una nueva esfera.
Precisamente ese, alcanzar un nuevo nivel turístico, es el objetivo del Convention Bureau, una iniciativa que se puso definitivamente en marcha el ejercicio pasado después de 20 años esperando en el cajón de las administraciones públicas. Los empresarios, con el apoyo de las instituciones, han sido los encargados de levantar un proyecto que ya cuenta con más de 80 empresas asociadas y que confía en permitir a la ciudad escalar puestos en el ranking de destinos de congresos.
No ha sido este el único mérito del empresariado, ya que después de seis años de desunión las dos asociaciones de hospedaje han vuelto a reunirse en el seno de la Federación de Hostelería. Este era uno de los principales objetivos del mandato de Carlos Navarro, que vio cumplido, después de muchos esfuerzos, poco antes de ceder el testigo a su sucesor, Trinitario Betoret.
Granada, además, ha sabido sacarle mucho rendimiento a las visitas 'ilustres' que registró a lo largo del año. El rodaje de la segunda temporada de Isabel en la Alhambra y su preestreno con la presencia de Michelle Jenner y Rodolfo Sancho ha permitido a la ciudad dar la vuelta a España, una promoción que se suma a la que Manuel Martín Cuenca realizó con su elección de la ciudad como escenario de su largometraje Caníbal.
La ciudad también ganó puntos enteros como destino de escapadas exprés con la visita de los Príncipes de Asturias y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, que eligieron la capital para pasar parte del Puente de Todos los Santos.
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