La presidenta se mostró preocupada por el paro y dijo que será una "china" en el zapato de Rajoy
R. Fernández
almuñécar
Baño
de multitudes el que se dio Susana Díaz ayer en la Costa de Granada,
donde se propuso ganar un récord en abrazos y besos originando
comentarios positivos entre la gente, sobre todo en el sentido de que
ningún presidente de la Junta había resultado tan cercano nunca, pues no
puso ninguna barrera de seguridad. Escuchó a jóvenes, mayores y
ancianos, les agarró las manos, se agachó para colocarse a su altura
cuando era el caso y si había que comer buñuelos, también se puso a
ello.
La alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, que ha vuelto recientemente a sentarse en el sillón de presidenta de la entidad local, hizo un alarde de fuerza, puesto que la presidenta del Ejecutivo autonómico entró ayer por esta localidad en la provincia, rodeada de una marea de personas, y salió por Almuñécar.
En ambos sitios Díaz, que no perdió ni un minuto ni siquiera en cambiarse, se empeñó en mostrarse cercana y lo consiguió. También comprobó en primera persona cómo se tarda hora y media en trasladarse entre estos dos municipios por las infraestructuras tercermundistas que todavía existen en la Costa. Pero ayer no eran días de reproches sino de estar entre los suyos y rodeada de los que la quieren. Los reproches se guardaban para el Partido Popular, sobre todo en el mitin sexitano, en un salón lleno del Hotel Almuñécar Playa a pesar de comenzar casi con una hora de retraso y "de las comuniones, el fútbol y la playa", como se encargaría de ensalzar luego Teresa Jiménez.
Susana Díaz explicó que se había reunido previamente con representantes del sector subtropical de la Costa, que le habían planteado sus problemas y que iba a hacer lo posible por ayudarles; pero también con trabajadoras de Turismo Tropical, que temían por su despido… Asimismo, enumeró las localidades granadinas desde las que se habían desplazado sus compañeros de partido, un gesto que su público le agradeció con piropos como "guapa".
La presidenta de la Junta tiene muy claro que el próximo domingo el PSOE va a ganar las elecciones en Andalucía: "el próximo domingo, a estas horas, que no os quepa duda". Y no se cansó de pedir el voto y de explicar la utilidad que tiene acercarse a las urnas en estas elecciones. "Queremos responsables políticos en Europa que miren a las personas, que miren al sur. No puede ser que haya una Europa del norte, rica, y que en el sur tengamos que obedecer y acatar las decisiones", dijo.
En un discurso en primera persona hizo un repaso a sus principales preocupaciones: "La principal preocupación que tengo es el empleo. Tenemos que frenar la sangría de jóvenes en los que nos hemos gastado mucho dinero y que se están yendo a Europa como mano de obra barata". Y añadió: "Antes vivimos un exilio político y ahora económico".
Entre los logros que considera que ostenta la Junta de Andalucía está el Plan por la Construcción Sostenible, al que ya se han apuntado 3.000 empresas, y anunció un plan para jóvenes, gestionado por los ayuntamientos independientemente del color que tengan. Díaz se jactó de que las grandes empresas la están apoyando "lo que no me apoya Rajoy".
En cuanto a las exportaciones, apuntó que las apoya porque "Andalucía es una despensa de lujo para Europa" y avanzó el destino de 270.000 de euros para este capítulo. Respecto a la agricultura, recordó el agravio comparativo en la PAC de Andalucía con respecto a otras regiones y aseguró: "Soy una china en el zapato de Rajoy, si él piensa que despreocupándose de Andalucía me hace daño a mí, no me voy a callar".
El mitin lo abrió el líder socialista local, Francisco Prados, entre vítores. Dio la bienvenida a Susana Díaz, a Teresa Jiménez y a María José Sánchez, además de otros compañeros de partido desplazados de toda la provincia hasta Almuñécar. Prados se dirigió a ella: "Pepe Griñán mantuvo el gobierno, pero tú nos has devuelto la ilusión". Y en otros momentos del discurso le agradeció su "buen trabajo" y le trasladó los comentarios que le expresan los turistas del PSOE estos días: "No perdáis Andalucía".
Teresa Jiménez afirmó que el PSOE quiere ganar "para que la Costa se modernice y avance al mismo ritmo que Europa. También recordó al PP que finalice la autovía, "que no tienen excusa, que se la dejamos ya casi terminada, y ya podíamos estar conectados con Málaga. Además, pidió la conexión del Puerto de Motril con el Corredor Mediterráneo.
La alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, que ha vuelto recientemente a sentarse en el sillón de presidenta de la entidad local, hizo un alarde de fuerza, puesto que la presidenta del Ejecutivo autonómico entró ayer por esta localidad en la provincia, rodeada de una marea de personas, y salió por Almuñécar.
En ambos sitios Díaz, que no perdió ni un minuto ni siquiera en cambiarse, se empeñó en mostrarse cercana y lo consiguió. También comprobó en primera persona cómo se tarda hora y media en trasladarse entre estos dos municipios por las infraestructuras tercermundistas que todavía existen en la Costa. Pero ayer no eran días de reproches sino de estar entre los suyos y rodeada de los que la quieren. Los reproches se guardaban para el Partido Popular, sobre todo en el mitin sexitano, en un salón lleno del Hotel Almuñécar Playa a pesar de comenzar casi con una hora de retraso y "de las comuniones, el fútbol y la playa", como se encargaría de ensalzar luego Teresa Jiménez.
Susana Díaz explicó que se había reunido previamente con representantes del sector subtropical de la Costa, que le habían planteado sus problemas y que iba a hacer lo posible por ayudarles; pero también con trabajadoras de Turismo Tropical, que temían por su despido… Asimismo, enumeró las localidades granadinas desde las que se habían desplazado sus compañeros de partido, un gesto que su público le agradeció con piropos como "guapa".
La presidenta de la Junta tiene muy claro que el próximo domingo el PSOE va a ganar las elecciones en Andalucía: "el próximo domingo, a estas horas, que no os quepa duda". Y no se cansó de pedir el voto y de explicar la utilidad que tiene acercarse a las urnas en estas elecciones. "Queremos responsables políticos en Europa que miren a las personas, que miren al sur. No puede ser que haya una Europa del norte, rica, y que en el sur tengamos que obedecer y acatar las decisiones", dijo.
En un discurso en primera persona hizo un repaso a sus principales preocupaciones: "La principal preocupación que tengo es el empleo. Tenemos que frenar la sangría de jóvenes en los que nos hemos gastado mucho dinero y que se están yendo a Europa como mano de obra barata". Y añadió: "Antes vivimos un exilio político y ahora económico".
Entre los logros que considera que ostenta la Junta de Andalucía está el Plan por la Construcción Sostenible, al que ya se han apuntado 3.000 empresas, y anunció un plan para jóvenes, gestionado por los ayuntamientos independientemente del color que tengan. Díaz se jactó de que las grandes empresas la están apoyando "lo que no me apoya Rajoy".
En cuanto a las exportaciones, apuntó que las apoya porque "Andalucía es una despensa de lujo para Europa" y avanzó el destino de 270.000 de euros para este capítulo. Respecto a la agricultura, recordó el agravio comparativo en la PAC de Andalucía con respecto a otras regiones y aseguró: "Soy una china en el zapato de Rajoy, si él piensa que despreocupándose de Andalucía me hace daño a mí, no me voy a callar".
El mitin lo abrió el líder socialista local, Francisco Prados, entre vítores. Dio la bienvenida a Susana Díaz, a Teresa Jiménez y a María José Sánchez, además de otros compañeros de partido desplazados de toda la provincia hasta Almuñécar. Prados se dirigió a ella: "Pepe Griñán mantuvo el gobierno, pero tú nos has devuelto la ilusión". Y en otros momentos del discurso le agradeció su "buen trabajo" y le trasladó los comentarios que le expresan los turistas del PSOE estos días: "No perdáis Andalucía".
Teresa Jiménez afirmó que el PSOE quiere ganar "para que la Costa se modernice y avance al mismo ritmo que Europa. También recordó al PP que finalice la autovía, "que no tienen excusa, que se la dejamos ya casi terminada, y ya podíamos estar conectados con Málaga. Además, pidió la conexión del Puerto de Motril con el Corredor Mediterráneo.
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