Las dificultades económicas de
muchas familias condicionan la evolución de sus hijos Se considera
grave no tener una correcta alimentación, entre otros asuntos
S. Vallejo
granada
El
desarrollo de los niños andaluces se está viendo condicionado en los
últimos años. Cada vez son más los menores que sufren carencias en su
hogar y que no pueden tener servicios básicos. Una situación de la que
están advirtiendo desde que comenzó la crisis asociaciones de menores,
ONG y expertos. Porque las carencias de hoy condicionan directamente el
desarrollo del futuro. Hasta el 25% de los hogares con hijos se
encuentra en riesgo de pobreza en Andalucía, es decir, uno de cada
cuatro hogares.
Según el Informe Menores de edad en Andalucía, realizado en 2013 por el Observatorio de la Infancia en Andalucía (OIA) -el último actualizado-, el 44,8% de los menores de 16 años en Andalucía viven en hogares con carencias en al menos dos de los conceptos considerados básicos para un hogar: no poder permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año, no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días, no poder permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, no tener capacidad para afrontar gastos imprevisto, tener retrasos en el pago de gastos (hipoteca o alquiler, gas, comunidad...) en los últimos 12 meses, no poder permitirse disponer de un automóvil y no poder permitirse disponer de un ordenador personal. Es decir, que con este porcentaje y atendiendo a la población fijada por el Instituto de Estadística de Andalucía en 2011 (año al que se refiere el porcentaje del Observatorio), 698.931 menores de 16 andaluces, 75.903 granadinos, viven en hogares con carencias básicas.
Si las carencias son moderadas (al menos tres conceptos de la lista) el porcentaje es del 17,9%, es decir, unos 279.260 menores de 16 años andaluces y 30.327 granadinos con hogares en esta situación. Las carencias materiales severas (al menos cuatro conceptos afectados) afectan al 7,2% de los menores en Andalucía (112.328 de los que, extrapolando, 12.198 serían granadinos).
Unos datos preocupantes que, además, no dejan de subir. Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2012 (con datos actualizados un año más que el Observatorio), estos porcentajes de menores con carencias se elevan al 51,8% en el caso de vivir en hogares con dos conceptos afectados, al 25,4% si las limitaciones suben a tres conceptos y 9,9% si alcanzan los cuatro.
Y no sólo se trata de elementos más o menos prescindibles como el tener un ordenador, ir de vacaciones o tener coche, sino que afecta a aspectos fundamentales como la alimentación ya que se considera riesgo no poder hacer una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días, una situación de la que ya han advertido también los pediatras y las asociaciones profesionales. Así, ha aumentado la malnutrición y ha sido necesario implantar medidas oficiales como el plan de las tres comidas en los colegios de la Junta de Andalucía para garantizar la correcta alimentación de los menores en situación de riesgo.
El plan de comidas de la Junta nació para atender a más de 5.000 menores en Granada y garantizarles una correcta alimentación. Para ellos se manejaron datos preocupantes como que desde 2010 a 2013 habían bajado un 20% los niños apuntados al comedor porque sus familias no podían pagarlo.
Según consta en el informe del Observatorio, más de la mitad (53,9%) de los menores de 16 años de Andalucía vive en hogares que no pueden permitirse salir de vacaciones al menos una vez al año; el 47,1% en hogares que no pueden hacer frente por si mismos a gastos imprevistos; el 10,8% vive en hogares que presentan retrasos en el pago de la vivienda principal; el 9,6% en hogares que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada; el 8,6% no cuenta con ordenador personal y el 2,6% vive en hogares donde no pueden permitirse tener un coche.
Esto deja a un porcentaje bastante elevado de menores andaluces en riesgo de pobreza o en pobreza relativa. Según el informe del Observatorio andaluz, el 26,7% de los menores de 16 años de Andalucía vivía en 2011 en hogares con ingresos por debajo del umbral de pobreza de Andalucía, "lo que supone que más de una cuarta parte se encuentra en riesgo de pobreza". La tasa de pobreza relativa es el porcentaje de personas que están por debajo de un determinado umbral de pobreza, es decir, un nivel de ingresos por debajo del cual se considera que una persona o un hogar está en riesgo de pobreza en una sociedad concreta. En 2011 el umbral de pobreza en España era de 7.508,6 euros anuales y en Andalucía de 6.096 euros anuales por unidad de consumo. Si para calcular la tasa de pobreza empleamos el umbral de España, esta tasa subiría del 26,7% al 37,4% de los menores de 16 años de Andalucía.
Con todo, según destaca el Observatorio de la Infancia, "las transferencias o prestaciones sociales contribuyen a reducir el número de personas en riesgo de pobreza".
Las tasas de pobreza son más elevadas para los hogares con hijos dependientes que para los hogares sin ellos. Así, el 25,1% de los hogares andaluces con hijos y el 16,9% de los hogares sin hijos se encuentran en riesgo de pobreza, según el informe sobre los menores de edad en Andalucía de 2013. Los hogares monoparentales y las parejas con tres o más hijos son los que presentan mayores tasas de pobreza relativa en Andalucía. Del total de hogares en riesgo de pobreza, el 66,3% tienen hijos dependientes al cargo. En Andalucía tienen hijos dependientes el 56,9% de todos los hogares con cualquier nivel de ingresos. Así, detallado, el umbral de pobreza se eleva al 42,1% en los hogares de una persona adulta con al menos un hijo; al 20% en hogares de dos adultos con un hijo; al 26,8% en hogares de dos personas con dos hijos; al 29% en casas con tres o más hijos.
La tasa de riesgo de pobreza, según la estrategia Europa 2020, es un indicador que tiene en cuenta, además de la renta, la intensidad de trabajo en el hogar y la privación de material severa. En Andalucía, el 31,4% de los menores se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión. Si la unidad de observación es el hogar, el 30,7% de todos los hogares andaluces se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social.
El principal factor que condiciona la pobreza de los hogares es el paro. Y los datos no son nada buenos. Granada, por ejemplo, es una de las provincias con mayor tasa de paro de España. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), un 35,64% de la población granadina se encuentra en situación de desempleo. Además, la provincia cuenta con 62.000 hogares con todos sus miembros en paro, un 16% del total de los hogares granadinos. Esta situación lleva casi al límite a muchas familias con hijos a su cargo.
Según destaca el informe del Observatorio, los hogares con hijos menores de 16 años donde está desempleada la persona de referencia no dejan de crecer desde 2005.
La consecuencia directa es la reducción del gasto de los hogares, y aunque se intenta que los niños sean siempre los últimos afectados, es inevitable que lo noten. En el apartado sobre pobreza y dificultades económicas del informe Menores de edad en Andalucía, entre 2006 y 2011 se ha visto reducido el gasto medio de los hogares en un 4,7%. Los hogares que más han reducido su gasto medio son los compuestos por una pareja y un hijo (8,8% menos de gasto) y los de dos personas adultas con tres o más hijos (un 7,9%). Las familias monoparentales son las que menor disminución del gasto medio han experimentado.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2011, el 67,3% de los hogares andaluces (con y sin hijos) declara tener dificultades para llegar a fin de mes. En los hogares con hijos a su cargo el porcentaje es mayor. Hasta el 86% de los hogares monoparentales y el 67% de los compuestos por dos adultos y uno o más hijos manifiestan pasar apuros para terminar el mes.
Una realidad que condiciona el futuro de varias generaciones.
Según el Informe Menores de edad en Andalucía, realizado en 2013 por el Observatorio de la Infancia en Andalucía (OIA) -el último actualizado-, el 44,8% de los menores de 16 años en Andalucía viven en hogares con carencias en al menos dos de los conceptos considerados básicos para un hogar: no poder permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año, no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días, no poder permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, no tener capacidad para afrontar gastos imprevisto, tener retrasos en el pago de gastos (hipoteca o alquiler, gas, comunidad...) en los últimos 12 meses, no poder permitirse disponer de un automóvil y no poder permitirse disponer de un ordenador personal. Es decir, que con este porcentaje y atendiendo a la población fijada por el Instituto de Estadística de Andalucía en 2011 (año al que se refiere el porcentaje del Observatorio), 698.931 menores de 16 andaluces, 75.903 granadinos, viven en hogares con carencias básicas.
Si las carencias son moderadas (al menos tres conceptos de la lista) el porcentaje es del 17,9%, es decir, unos 279.260 menores de 16 años andaluces y 30.327 granadinos con hogares en esta situación. Las carencias materiales severas (al menos cuatro conceptos afectados) afectan al 7,2% de los menores en Andalucía (112.328 de los que, extrapolando, 12.198 serían granadinos).
Unos datos preocupantes que, además, no dejan de subir. Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2012 (con datos actualizados un año más que el Observatorio), estos porcentajes de menores con carencias se elevan al 51,8% en el caso de vivir en hogares con dos conceptos afectados, al 25,4% si las limitaciones suben a tres conceptos y 9,9% si alcanzan los cuatro.
Y no sólo se trata de elementos más o menos prescindibles como el tener un ordenador, ir de vacaciones o tener coche, sino que afecta a aspectos fundamentales como la alimentación ya que se considera riesgo no poder hacer una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días, una situación de la que ya han advertido también los pediatras y las asociaciones profesionales. Así, ha aumentado la malnutrición y ha sido necesario implantar medidas oficiales como el plan de las tres comidas en los colegios de la Junta de Andalucía para garantizar la correcta alimentación de los menores en situación de riesgo.
El plan de comidas de la Junta nació para atender a más de 5.000 menores en Granada y garantizarles una correcta alimentación. Para ellos se manejaron datos preocupantes como que desde 2010 a 2013 habían bajado un 20% los niños apuntados al comedor porque sus familias no podían pagarlo.
Según consta en el informe del Observatorio, más de la mitad (53,9%) de los menores de 16 años de Andalucía vive en hogares que no pueden permitirse salir de vacaciones al menos una vez al año; el 47,1% en hogares que no pueden hacer frente por si mismos a gastos imprevistos; el 10,8% vive en hogares que presentan retrasos en el pago de la vivienda principal; el 9,6% en hogares que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada; el 8,6% no cuenta con ordenador personal y el 2,6% vive en hogares donde no pueden permitirse tener un coche.
Esto deja a un porcentaje bastante elevado de menores andaluces en riesgo de pobreza o en pobreza relativa. Según el informe del Observatorio andaluz, el 26,7% de los menores de 16 años de Andalucía vivía en 2011 en hogares con ingresos por debajo del umbral de pobreza de Andalucía, "lo que supone que más de una cuarta parte se encuentra en riesgo de pobreza". La tasa de pobreza relativa es el porcentaje de personas que están por debajo de un determinado umbral de pobreza, es decir, un nivel de ingresos por debajo del cual se considera que una persona o un hogar está en riesgo de pobreza en una sociedad concreta. En 2011 el umbral de pobreza en España era de 7.508,6 euros anuales y en Andalucía de 6.096 euros anuales por unidad de consumo. Si para calcular la tasa de pobreza empleamos el umbral de España, esta tasa subiría del 26,7% al 37,4% de los menores de 16 años de Andalucía.
Con todo, según destaca el Observatorio de la Infancia, "las transferencias o prestaciones sociales contribuyen a reducir el número de personas en riesgo de pobreza".
Las tasas de pobreza son más elevadas para los hogares con hijos dependientes que para los hogares sin ellos. Así, el 25,1% de los hogares andaluces con hijos y el 16,9% de los hogares sin hijos se encuentran en riesgo de pobreza, según el informe sobre los menores de edad en Andalucía de 2013. Los hogares monoparentales y las parejas con tres o más hijos son los que presentan mayores tasas de pobreza relativa en Andalucía. Del total de hogares en riesgo de pobreza, el 66,3% tienen hijos dependientes al cargo. En Andalucía tienen hijos dependientes el 56,9% de todos los hogares con cualquier nivel de ingresos. Así, detallado, el umbral de pobreza se eleva al 42,1% en los hogares de una persona adulta con al menos un hijo; al 20% en hogares de dos adultos con un hijo; al 26,8% en hogares de dos personas con dos hijos; al 29% en casas con tres o más hijos.
La tasa de riesgo de pobreza, según la estrategia Europa 2020, es un indicador que tiene en cuenta, además de la renta, la intensidad de trabajo en el hogar y la privación de material severa. En Andalucía, el 31,4% de los menores se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión. Si la unidad de observación es el hogar, el 30,7% de todos los hogares andaluces se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social.
El principal factor que condiciona la pobreza de los hogares es el paro. Y los datos no son nada buenos. Granada, por ejemplo, es una de las provincias con mayor tasa de paro de España. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), un 35,64% de la población granadina se encuentra en situación de desempleo. Además, la provincia cuenta con 62.000 hogares con todos sus miembros en paro, un 16% del total de los hogares granadinos. Esta situación lleva casi al límite a muchas familias con hijos a su cargo.
Según destaca el informe del Observatorio, los hogares con hijos menores de 16 años donde está desempleada la persona de referencia no dejan de crecer desde 2005.
La consecuencia directa es la reducción del gasto de los hogares, y aunque se intenta que los niños sean siempre los últimos afectados, es inevitable que lo noten. En el apartado sobre pobreza y dificultades económicas del informe Menores de edad en Andalucía, entre 2006 y 2011 se ha visto reducido el gasto medio de los hogares en un 4,7%. Los hogares que más han reducido su gasto medio son los compuestos por una pareja y un hijo (8,8% menos de gasto) y los de dos personas adultas con tres o más hijos (un 7,9%). Las familias monoparentales son las que menor disminución del gasto medio han experimentado.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2011, el 67,3% de los hogares andaluces (con y sin hijos) declara tener dificultades para llegar a fin de mes. En los hogares con hijos a su cargo el porcentaje es mayor. Hasta el 86% de los hogares monoparentales y el 67% de los compuestos por dos adultos y uno o más hijos manifiestan pasar apuros para terminar el mes.
Una realidad que condiciona el futuro de varias generaciones.
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