En verano la alta montaña se hace más accesible y es el momento de disfrutar de sus cumbres espectaculares, pero no debemos olvidar que encierra riesgos y peligros diversos
IGNACIO HENARES
Con el deshielo y la elevación de las temperaturas se pone al alcance de montañeros y senderistas el acceso a las altas cumbres de Sierra Nevada con unos parajes espectaculares, únicos, de picos abruptos y tajos vertiginosos como los del Mulhacén y la Alcazaba o paisajes glaciares con sus circos, morrenas y lagunas de leyenda en el sentido literal del término como el Corral del Veleta o Vacares.
Con la llegada de la época estival, es la oportunidad para subir a alcanzar las cotas más elevadas de Sierra Nevada, de lograr superar el reto de hacer cima en el techo de la península con sus 3.479 metros de altitud o coronar el emblemático Picacho del Veleta (3.404). Es la temporada en la que los más expertos y preparados programan su ruta integral de los tresmiles que durante varias jornadas les llevará a recorrer los picos más elevados de la Sierra Nevada Occidental, desde el Picón de Jérez hasta el Caballo o viceversa.
También la nueva estación facilita la organización de excursiones para disfrutar de bellos amaneceres o atardeceres en las cumbres desde las que podemos observar un amplio horizonte que incluso abarca el continente africano hacia el sur, al otro lado del Mediterráneo, por encima de las sierras costeras de Lújar y La Contraviesa; recrearnos en el reconocimiento de los diferentes municipios de la Vega de Granada o ir poniendo nombre a todas las montañas de alrededor: el conjunto de las Sierras de Almijara-Tejeda hacia el poniente y varias serranías como la Sierra de Baza-Filabres y la Sierra de Huétor o las más alejadas Cazorla, Segura y Las Villas, Sierra Mágina hacia el norte. Es el momento también de hacer noche y disfrutar del paisaje del cielo nocturno, limpio y libre de contaminación lumínica.
Pero no debemos olvidar que estamos en la alta montaña y que ésta encierra, por su propia naturaleza y características, (meteorología adversa, orografía, desprendimientos, altitud -que implica menor riqueza de oxígeno, elevada insolación, hipertensión…-, algunos peligros y riesgos que debemos minimizar y en todo caso ir preparados para afrontarlos. Además de estos peligros objetivos, cuyo origen está en la propia montaña, hay otros cuya causa la encontramos en la actitud y el comportamiento de los que acceden a ella sin la planificación de la actividad, sin la adecuada preparación, o careciendo del equipamiento y avituallamiento necesario. Un tercio de las actuaciones de los servicios del SEREIM (Servicio de Rescate de Montaña) de la Guardia Civil, se produce fuera de la temporada invernal. De ellas, en torno a un 20% de las intervenciones, se lleva a cabo en verano.
ATENCIÓN A LAS TORMENTAS
El final de la primavera y el verano suelen tener una meteorología estable pero son relativamente frecuentes tormentas que se desarrollan de manera muy rápida y pueden sorprendernos en medio de nuestra apacible travesía. Hoy día, las predicciones suelen ser muy precisas y ante una eventual tormenta lo mejor es abstenerse de subir a la Sierra y aplazar nuestra excursión.
RADIACIÓN SOLAR
Una de las características de la alta montaña como Sierra Nevada es la elevada radiación solar que se sufre que puede provocar daños si no se toman precauciones para protegerse. El hecho de que las temperaturas sean más frías no implica que la exposición prolongada al sol no tenga riesgos, al contrario, la propia altitud hace que los rayos ultravioleta provoquen más efectos ya que la capa de la atmósfera que los filtra es más débil en las cotas más altas. Se pueden producir quemaduras, deshidratación, conjuntivitis o sufrir los efectos de una insolación. El sol en la montaña, cuando calienta fuerte, más que broncear, abraza.
CONSEJOS PRÁCTICOS
Escoger rutas y actividades adecuadas a nuestras capacidades físicas y técnicas. Evitar acudir a la montaña en solitario. Dejar explicado a amigos o familiares o en nuestro lugar de alojamiento nuestros planes (recorrido, objetivos, horarios previstos). Es recomendable salir con personas más experimentadas, es más seguro y una experiencia más enriquecedora; si es necesario, contratar el servicio de guías profesionales.
ADECUADO EQUIPAMIENTO.
1. Calzado de montaña.
2. Llevar ropa adecuada que incluya la necesaria para un eventual cambio de tiempo que nos proteja del viento y de la lluvia.
3. Crema de protección solar y gafas de sol y gorro o sombrero.
4. Llevar comida y agua suficiente para la actividad programada.
5. Llevar teléfono móvil con batería cargada y repuesto.
Con la llegada de la época estival, es la oportunidad para subir a alcanzar las cotas más elevadas de Sierra Nevada, de lograr superar el reto de hacer cima en el techo de la península con sus 3.479 metros de altitud o coronar el emblemático Picacho del Veleta (3.404). Es la temporada en la que los más expertos y preparados programan su ruta integral de los tresmiles que durante varias jornadas les llevará a recorrer los picos más elevados de la Sierra Nevada Occidental, desde el Picón de Jérez hasta el Caballo o viceversa.
También la nueva estación facilita la organización de excursiones para disfrutar de bellos amaneceres o atardeceres en las cumbres desde las que podemos observar un amplio horizonte que incluso abarca el continente africano hacia el sur, al otro lado del Mediterráneo, por encima de las sierras costeras de Lújar y La Contraviesa; recrearnos en el reconocimiento de los diferentes municipios de la Vega de Granada o ir poniendo nombre a todas las montañas de alrededor: el conjunto de las Sierras de Almijara-Tejeda hacia el poniente y varias serranías como la Sierra de Baza-Filabres y la Sierra de Huétor o las más alejadas Cazorla, Segura y Las Villas, Sierra Mágina hacia el norte. Es el momento también de hacer noche y disfrutar del paisaje del cielo nocturno, limpio y libre de contaminación lumínica.
Pero no debemos olvidar que estamos en la alta montaña y que ésta encierra, por su propia naturaleza y características, (meteorología adversa, orografía, desprendimientos, altitud -que implica menor riqueza de oxígeno, elevada insolación, hipertensión…-, algunos peligros y riesgos que debemos minimizar y en todo caso ir preparados para afrontarlos. Además de estos peligros objetivos, cuyo origen está en la propia montaña, hay otros cuya causa la encontramos en la actitud y el comportamiento de los que acceden a ella sin la planificación de la actividad, sin la adecuada preparación, o careciendo del equipamiento y avituallamiento necesario. Un tercio de las actuaciones de los servicios del SEREIM (Servicio de Rescate de Montaña) de la Guardia Civil, se produce fuera de la temporada invernal. De ellas, en torno a un 20% de las intervenciones, se lleva a cabo en verano.
ATENCIÓN A LAS TORMENTAS
El final de la primavera y el verano suelen tener una meteorología estable pero son relativamente frecuentes tormentas que se desarrollan de manera muy rápida y pueden sorprendernos en medio de nuestra apacible travesía. Hoy día, las predicciones suelen ser muy precisas y ante una eventual tormenta lo mejor es abstenerse de subir a la Sierra y aplazar nuestra excursión.
RADIACIÓN SOLAR
Una de las características de la alta montaña como Sierra Nevada es la elevada radiación solar que se sufre que puede provocar daños si no se toman precauciones para protegerse. El hecho de que las temperaturas sean más frías no implica que la exposición prolongada al sol no tenga riesgos, al contrario, la propia altitud hace que los rayos ultravioleta provoquen más efectos ya que la capa de la atmósfera que los filtra es más débil en las cotas más altas. Se pueden producir quemaduras, deshidratación, conjuntivitis o sufrir los efectos de una insolación. El sol en la montaña, cuando calienta fuerte, más que broncear, abraza.
CONSEJOS PRÁCTICOS
Escoger rutas y actividades adecuadas a nuestras capacidades físicas y técnicas. Evitar acudir a la montaña en solitario. Dejar explicado a amigos o familiares o en nuestro lugar de alojamiento nuestros planes (recorrido, objetivos, horarios previstos). Es recomendable salir con personas más experimentadas, es más seguro y una experiencia más enriquecedora; si es necesario, contratar el servicio de guías profesionales.
ADECUADO EQUIPAMIENTO.
1. Calzado de montaña.
2. Llevar ropa adecuada que incluya la necesaria para un eventual cambio de tiempo que nos proteja del viento y de la lluvia.
3. Crema de protección solar y gafas de sol y gorro o sombrero.
4. Llevar comida y agua suficiente para la actividad programada.
5. Llevar teléfono móvil con batería cargada y repuesto.
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