La empresa Codigonexo trabaja desde hace tres años con la novedosa tecnología NFC, desarrollando productos propios que ya han salido fuera de las fronteras españolas
GUADALUPE S. MALDONADO GRANADA
Jóvenes con iniciativa, un garaje y varios ordenadores sobre una mesa de camping. Las épicas historias de compañías tecnológicas de comienzo humilde y futuro brillante que se han convertido casi en un tópico ni son tópico n i ocurren sólo al otro lado del charco. Precisamente así, con dos jóvenes emprendedores, un garaje con posibilidades y un par de ordenadores empezó a dar sus primeros pasos la empresa granadina Codigonexo, una pyme que está logrando marcar la diferencia desarrollando aplicaciones con la tecnología del futuro: la Near Field Communication.
La tecnología NFC, la misma que utilizan las tarjetas sin contacto y que tiene un sinfín de aplicaciones posibles vinculada a los teléfonos móviles, está destinada a facilitar la vida de los usuarios y, de camino, a las empresas. Precisamente el desarrollo de novedosas aplicaciones basadas en esta tecnología centra la actividad de PlanetaNFC, la spin off de Codigonexo dedicada a aplicar esta novedosa tecnología a la eficiencia, dinamismo y fiabilidad de cualquier empresa.
Rubén Muñoz, el director y fundador de Codigonexo y PlanetaNFC, explica que desde el principio tuvo clara su vocación "práctica", su interés por la informática, sí, pero aplicada a la vida diaria. Desde que comenzara a programar sus primeras páginas web a los 13 o los 14 años desde un ciber hasta que se decidió a cambiar la carrera de Ingeniería Informática por el módulo técnico superior de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas, Rubén sabía lo que quería. Tras superar su formación y en plena crisis, llegaron muchas horas de trabajo de lunes a domingo en ese garaje iniciático y, después, un par de "buenos clientes" que sirvieron para consolidar el flujo de trabajo y para comenzar a especializarse como desarrolladores web, expertos en Joomla, Wordpress, Magento y Prestashop.
Conforme llega la especialización llegan más clientes, hasta afianzarse como "marca blanca" para el desarrollo de web y aplicaciones, trabajando para grandes empresas nacionales e internacionales. "Nuestro sino ahora es saltar ese escalón. Pasamos de ser informáticos freelance a ser una empresa y luego una pyme -con 9 trabajadores- que subcontrata". El futuro de Codigonexo es afianzar su marca propia, y precisamente para ello se aliaron hace tres años con la tecnología NFC.
No sólo por su origen se pueden trazar similitudes, a pequeña escala, claro está, entre Codigonexo y las grandes compañías de Silicon Valley. La sede de la empresa, ubicada entre el Llano de la Perdiz y el Barranco del Abogado y con unas vistas impresionantes, tiene una sala lúdica con billar, mesa de ping pong y una Play Station para que los trabajadores se despejen a la hora de comer, además de una enorme terraza con un pequeño huerto en maceteros y barbacoa. Un ambiente de trabajo como este, aseguran en Codigonexo, garantiza la implicación de la plantilla, la mayoría programadores web volcados en su trabajo.
Hasta el momento, el Grupo Codigonexo y PlanetaNFC han desarrollado tres productos propios. El primero, Meperdi.es, es un colgante que se coloca en el collar de la mascota y que contiene un chip NFC que permite que, en caso de pérdida, cualquier persona con un dispositivo de última tecnología pueda localizar a sus dueños, realizando una llamada telefónica o enviando un aviso por correo electórnico. El invento, que llamó la atención de distribuidores internacionales, ya está presente en Perú y prepara su inminente desembarco en Chile, Colombia, Hungría y Reino Unido.
Ese primer 'chispazo', y su éxito, es lo que ha espoleado a Planeta NFC a seguir desarrollando sus propios productos. "Con esto se pueden hacer infinidad de cosas", explica Rubén, que asegura que esta tecnología es aplicable a cualquier sector. De hecho, su siguiente producto, Mecelet, está dirigido al ámbito sanitario. La idea es una pulsera asociada a una plataforma virtual que permite comprobar qué medicación ha tomado un paciente, controlando así las dosis, las horas y quién ha suministrado la medicación. La aplicación ya está desarrollada y, de momento, la empresa está buscando residencias de ancianos y asociaciones para testear los resultados y comprobar su funcionamiento en la práctica.
El tercer producto de tecnología NFC desarrollado hasta la fecha es Fidelicus, una tarjeta de fidelización de clientes destinada al comercio local que permite a los clientes acumular puntos con sólo pasarla por la terminal del establecimiento. Este sistema, que permite a los comercios compartir gastos, ya está siendo producido para una tienda granadina, Hunters, que será la primera en comprobar sus ventajas y sus efectos en las ventas finales.
La tecnología NFC, la misma que utilizan las tarjetas sin contacto y que tiene un sinfín de aplicaciones posibles vinculada a los teléfonos móviles, está destinada a facilitar la vida de los usuarios y, de camino, a las empresas. Precisamente el desarrollo de novedosas aplicaciones basadas en esta tecnología centra la actividad de PlanetaNFC, la spin off de Codigonexo dedicada a aplicar esta novedosa tecnología a la eficiencia, dinamismo y fiabilidad de cualquier empresa.
Rubén Muñoz, el director y fundador de Codigonexo y PlanetaNFC, explica que desde el principio tuvo clara su vocación "práctica", su interés por la informática, sí, pero aplicada a la vida diaria. Desde que comenzara a programar sus primeras páginas web a los 13 o los 14 años desde un ciber hasta que se decidió a cambiar la carrera de Ingeniería Informática por el módulo técnico superior de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas, Rubén sabía lo que quería. Tras superar su formación y en plena crisis, llegaron muchas horas de trabajo de lunes a domingo en ese garaje iniciático y, después, un par de "buenos clientes" que sirvieron para consolidar el flujo de trabajo y para comenzar a especializarse como desarrolladores web, expertos en Joomla, Wordpress, Magento y Prestashop.
Conforme llega la especialización llegan más clientes, hasta afianzarse como "marca blanca" para el desarrollo de web y aplicaciones, trabajando para grandes empresas nacionales e internacionales. "Nuestro sino ahora es saltar ese escalón. Pasamos de ser informáticos freelance a ser una empresa y luego una pyme -con 9 trabajadores- que subcontrata". El futuro de Codigonexo es afianzar su marca propia, y precisamente para ello se aliaron hace tres años con la tecnología NFC.
No sólo por su origen se pueden trazar similitudes, a pequeña escala, claro está, entre Codigonexo y las grandes compañías de Silicon Valley. La sede de la empresa, ubicada entre el Llano de la Perdiz y el Barranco del Abogado y con unas vistas impresionantes, tiene una sala lúdica con billar, mesa de ping pong y una Play Station para que los trabajadores se despejen a la hora de comer, además de una enorme terraza con un pequeño huerto en maceteros y barbacoa. Un ambiente de trabajo como este, aseguran en Codigonexo, garantiza la implicación de la plantilla, la mayoría programadores web volcados en su trabajo.
Hasta el momento, el Grupo Codigonexo y PlanetaNFC han desarrollado tres productos propios. El primero, Meperdi.es, es un colgante que se coloca en el collar de la mascota y que contiene un chip NFC que permite que, en caso de pérdida, cualquier persona con un dispositivo de última tecnología pueda localizar a sus dueños, realizando una llamada telefónica o enviando un aviso por correo electórnico. El invento, que llamó la atención de distribuidores internacionales, ya está presente en Perú y prepara su inminente desembarco en Chile, Colombia, Hungría y Reino Unido.
Ese primer 'chispazo', y su éxito, es lo que ha espoleado a Planeta NFC a seguir desarrollando sus propios productos. "Con esto se pueden hacer infinidad de cosas", explica Rubén, que asegura que esta tecnología es aplicable a cualquier sector. De hecho, su siguiente producto, Mecelet, está dirigido al ámbito sanitario. La idea es una pulsera asociada a una plataforma virtual que permite comprobar qué medicación ha tomado un paciente, controlando así las dosis, las horas y quién ha suministrado la medicación. La aplicación ya está desarrollada y, de momento, la empresa está buscando residencias de ancianos y asociaciones para testear los resultados y comprobar su funcionamiento en la práctica.
El tercer producto de tecnología NFC desarrollado hasta la fecha es Fidelicus, una tarjeta de fidelización de clientes destinada al comercio local que permite a los clientes acumular puntos con sólo pasarla por la terminal del establecimiento. Este sistema, que permite a los comercios compartir gastos, ya está siendo producido para una tienda granadina, Hunters, que será la primera en comprobar sus ventajas y sus efectos en las ventas finales.
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