La cafeína mejora el estado de alerta y la concentración.
Venerada por muchos y criticada por otros, la cafeína suele estar siempre en el centro de la polémica. Es que este estimulante natural que pertenece a la familia de los alcaloides está presente en la segunda bebida —luego del agua—más consumida en el mundo: el café. Y alrededor de él, existen desde siempre mitos y leyendas acerca de sus beneficios o perjuicios para la salud. Sin embargo, en los últimos años muchas creencias populares están siendo derribadas con el avance de la investigación científica que, lejos de demonizarla, empieza a ver en la cafeína un aliado del bienestar.
Esta sustancia no solo está presente en el café. En menor medida, también se encuentra en el té, el chocolate, el mate, las bebidas cola y energizantes, y algunos analgésicos. Una de sus principales propiedades es ser un potente estimulante del sistema nervioso central, íntimamente ligado a la ansiedad y el insomnio. Pero no es la única: también se sabe que tiene efecto diurético e incrementa la presión arterial, dos de sus atributos más cuestionados.
A continuación, la opinión de varios expertos y algunos de los últimos hallazgos científicos sobre las preguntas que todos nos hacemos.
Su consumo con regularidad es perjudicial para la salud.
FALSO. Mucha de la evidencia científica, así como la percepción pública, utiliza a la cafeína como sinónimo de café. Sin embargo, advierte la nutricionista Paula Moliterno, estos términos no son sinónimos y los efectos biológicos del café no se pueden reducir a la cafeína que contiene. La "mala fama" de la cafeína persiste, sobre todo, en función de la dosis. Consumirla en grandes cantidades aumenta las pérdidas urinarias de calcio, con implicancias sobre la salud ósea. A nivel del sistema nervioso central, los efectos perjudiciales tienen que ver con el aumento de la ansiedad e insomnio, agrega la experta.
La cafeína genera dependencia.
VERDADERO. Por ser un estimulante del sistema nervioso central, su uso habitual puede generar cierta dependencia física, coinciden los especialistas consultados por Domingo. Su consumo excesivo (más de seis tazas de café por día) sí produciría dependencia propiamente dicha, ejemplifica Moliterno. ¿Las consecuencias? Los síntomas típicos de la abstinencia: dolor de cabeza, irritabilidad, fatiga, decaimiento, ansiedad y dificultad para concentrarse. No obstante, advierte, el "uso moderado" de la cafeína "no representa una amenaza" a la salud física y emocional como muchas drogas adictivas lo hacen.
Conviene evitar la cafeína si se sufre de insomnio.
VERDADERO. Al ser un estimulante del sistema nervioso central, "produce un efecto temporal de restauración del nivel de alerta y eliminación de la somnolencia", explica la nutricionista Viviana Desanzo, del Centro Terapéutico Máximo Ravenna. Por ello, coincide Moliterno, altas dosis pueden incrementar la ansiedad y el insomnio, aspectos no deseables si hay dificultad para conciliar el sueño. Como la tolerancia a sus efectos son un tema de "sensibilidad personal", las bebidas descafeinadas pueden ser una solución para algunas personas.
Mejora el desempeño físico y mental.
VERDADERO. Una vez más, la explicación radica en sus efectos sobre el sistema nervioso central. "La cafeína tiene la capacidad de mejorar el estado de alerta y concentración. Este efecto reduce la sensación de cansancio y facilita el esfuerzo intelectual a pesar del sueño", dice Moliterno. Además, algunos estudios internacionales dan cuenta de los efectos beneficiosos del consumo moderado de cafeína en, por ejemplo, nadadores y ciclistas, mejorando el desempeño atlético.
Las bebidas con cafeína son irritantes.
VERDADERO. "Efectivamente, la cafeína es un estimulante potente de la secreción y la motilidad gástrica y resulta un irritante natural de las mucosas", señala Moliterno. Por ello, ante una patología digestiva, gástrica o intestinal, es recomendable restringir el consumo de bebidas ricas en cafeína. En el caso del café, agrega la nutricionista Viviana Desanzo, el tostado o torrado de los granos aumenta la irritabilidad.
Tomar café es perjudicial para el corazón.
FALSO. Varios estudios publicados recientemente muestran efectos neutrales a beneficiosos del consumo del café —y también del té— sobre la salud cardiovascular. Su aporte positivo está vinculado a la rica composición del café en antioxidantes. Según una investigación de médicos israelíes, los perjuicios recién aparecen al consumir diez (o más) tazas de café por día.
El café está asociado a un mayor riesgo de contraer cáncer.
FALSO. Existen pruebas científicas de peso que demuestran que la cafeína no incrementa el riesgo de padecer cáncer. En la última década, estudios realizados en Suecia, China, Noruega y Hawai que investigaron sobre el tema llegaron a la misma conclusión: que no existe ninguna relación entre el consumo regular de café o té y el riesgo de contraer cáncer.
Mejor no consumir cafeína durante el embarazo.
NI VERDADERO NI FALSO. La Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) estableció que la cafeína no afecta de manera adversa la reproducción humana, a pesar de que aconseja a las embarazadas consumir cafeína con moderación. "Esto se debe a que la cafeína atraviesa la placenta y puede afectar la frecuencia cardíaca y respiración del feto", advierte Moliterno. En ese sentido, se sugiere consumir menos de dos tazas de café al día, equivalente a cuatro tazas de té o seis vasos de bebidas cola. En Uruguay, un estudio en el Hospital Pereira Rossell que hizo foco en la ingesta de mate durante el embarazo reveló que tomar dos litros de mate por día afecta el peso de los bebés. Según los neonatólogos, la cafeína presente en esta popular infusión impide que el bebé se alimente con normalidad.
La cafeína le hace mal a los niños.
FALSO. En general, los niños tienen la misma capacidad de asimilar la cafeína que los adultos. Según las investigaciones, el consumo moderado de alimentos o bebidas que contienen cafeína —cada vez más populares— no tiene un papel perceptible en la hiperactividad ni en los problemas de concentración. Sin embargo, en niños sensibles, "el consumo elevado de cafeína puede producir efectos pasajeros como nerviosismo, irritabilidad o ansiedad", señala el European Food Information Council.
La familia de las bebidas cola.
En los últimos años, a la amplia oferta de refrescos cola se sumaron las bebidas energizantes, que hoy gozan de gran popularidad, sobre todo entre los jóvenes. "La cafeína es la sustancia psicoactiva más ampliamente consumida en el mundo", dice la nutricionista Viviana Desanzo, del Centro Ravenna. Un vaso de bebida cola tiene hasta 50 miligramos de cafeína; uno de energizante hasta 80 mg.
Para medir y tomar en taza.
Según la nutricionista Viviana Desanzo, del Centro Terapéutico Ravenna, se puede consumir "sin problema alguno" hasta cuatro tazas de café por día. Una taza de café instantáneo contiene 80 miligramos de cafeína, mientras que el de filtro asciende a 125 mg. Para la nutricionista Paula Moliterno, la dosis ideal es menor: entre dos y tres tazas. Además, hay que tener en cuenta que no todas las personas responden a la cafeína de la misma manera, coinciden.
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