La tasa alcanzó los 497,3 casos por 100.000 habitantes en la provincia durante 2014
N. MÁRQUEZ · S. VALLEJO 
La tasa de la varicela, enfermedad muy contagiosa que cursa de manera benigna en la mayoría de los casos, ha aumentado de manera considerable desde que en 2013 el Ministerio de Sanidad decidiera retirar la vacuna de la venta libre en farmacias. Según los datos registrados por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica (SVEA) de la consejería de Salud, en 2014 se registró en la provincia de Granada una tasa de 497,3 casos de varicela por cada 100.000 habitantes, cuatro veces más que en 2012, el último año completo en el que podía conseguirse la vacuna.
En los últimos años se aprecia una tendencia variable en los registros de esta enfermedad: en 2011 la tasa fue de 347,6 casos por 100.000 habitantes; en 2012, la tasa se situó en 128,1 casos por cada 100.000 habitantes; y en 2013, en 256,8 casos. Así, comparando los datos de 2014 con los de 2012 sale que la tasa se ha multiplicado por 3,8. Comparándolos con los de 2013, se ha duplicado en un año.
"La varicela es una enfermedad cuya incidencia suele fluctuar cada cierto número de años, es propio de la epidemiología de esta enfermedad", explica el doctor Amós José García, presidente de la Asociación Española de Vacunología, quien incide en que, no obstante, la ausencia de la vacuna en las farmacias supone que un "mayor número de niños están expuestos".
El calendario oficial en Andalucía incluye la vacuna a los doce años para aquellos niños que no hayan padecido la enfermedad. Sólo en la comunidad de Navarra, el calendario oficial establece esta vacuna (15 meses y a los tres años) a menores de doce años.
Hasta el verano de 2013 las familias andaluzas tenían la posibilidad de administrar esta vacuna en la infancia en dos dosis (la primera al año de vida) mediante la prescripción de un pediatra, una opción bloqueada desde hace dos años pese a las recomendaciones de las principales sociedades científicas. Desde entonces la tendencia de esta enfermedad es al alza, una evolución que se generaliza en el ámbito estatal, por lo que numerosas familias se han trasladado a Portugal o a Andorra para poder acceder a esta vacuna para sus hijos; e incluso se dan casos de importación de vacunas. "Las familias no deben importar vacunas del extranjero porque no está garantizado que el traslado se realice manteniendo la cadena del frío", advierte el pediatra Alfonso Carmona, director del Instituto Hispalense de Pediatría.
La vacuna oficial es a los doce años, pero a esa edad el 80% de los niños ya la han pasado. "Si bien esta enfermedad suele cursar de manera benigna, también puede provocar complicaciones graves". Alfonso Carmona considera que "médicos y pacientes deben tener libertad para optar por una herramienta como es la vacuna, que puede prevenir estas complicaciones", por lo que espera que "en un futuro próximo las autoridades sanitarias reconsideren la situación y permitan, de nuevo, acceder a esta vacuna en las farmacias".
Carmona recuerda que todos los años en España fallecen en torno a cinco niños a causa de complicaciones de esta enfermedad, que se puede prevenir. "De continuar con el bloqueo, llegaremos a tasas de 200.000 casos al año en España, que no se conocen desde que la vacuna comenzó a administrarse", asevera. Lejos del consenso, la vacuna de la varicela, pese a que está en mercado desde los años 70, es diana de polémica. La eficacia de la vacuna está demostrada desde hace décadas.
La polémica se suscita por las coberturas de la vacuna cuando ésta sólo se dispensa por la sanidad privada. "Se estima que de manera privada la cobertura es del 30% o el 40%, de modo que los niños cuyas familias no han podido acceder a esta vacuna están más expuestos a sufrir las complicaciones de la varicela en la edad adolescente o adulta, cuando es mucho más grave", explica el doctor José González Hachero. Este experto incide en que lo ideal sería "que la vacuna esté incluida en los calendarios de la sanidad pública de modo que todos los niños tengan acceso antes de los doce años y la cobertura esté garantizada para el 90% de la población infantil". El doctor Hachero considera que la distribución a través de la sanidad privada genera "inequidad" entre las familias que pueden pagar la vacuna de su bolsillos y aquéllas que no tienen recursos.
Para el doctor Rafael Jiménez Alés, vicepresidente de la Asociación de Pediatras de Atención Primaria en Andalucía, "lo deseable sería la inclusión de la vacuna de la varicela en el calendario del Consejo Interterritorial a los 12 meses y 3 años de edad, junto con la triple vírica, tal y como viene haciendo la comunidad de Navarra, y que ha demostrado disminuir no sólo el número de casos en la infancia, sino también en la edad adulta y entre la población de riesgo, lo que no se conseguiría con la simple vuelta a la farmacia de la vacuna".
En los últimos años se aprecia una tendencia variable en los registros de esta enfermedad: en 2011 la tasa fue de 347,6 casos por 100.000 habitantes; en 2012, la tasa se situó en 128,1 casos por cada 100.000 habitantes; y en 2013, en 256,8 casos. Así, comparando los datos de 2014 con los de 2012 sale que la tasa se ha multiplicado por 3,8. Comparándolos con los de 2013, se ha duplicado en un año.
"La varicela es una enfermedad cuya incidencia suele fluctuar cada cierto número de años, es propio de la epidemiología de esta enfermedad", explica el doctor Amós José García, presidente de la Asociación Española de Vacunología, quien incide en que, no obstante, la ausencia de la vacuna en las farmacias supone que un "mayor número de niños están expuestos".
El calendario oficial en Andalucía incluye la vacuna a los doce años para aquellos niños que no hayan padecido la enfermedad. Sólo en la comunidad de Navarra, el calendario oficial establece esta vacuna (15 meses y a los tres años) a menores de doce años.
Hasta el verano de 2013 las familias andaluzas tenían la posibilidad de administrar esta vacuna en la infancia en dos dosis (la primera al año de vida) mediante la prescripción de un pediatra, una opción bloqueada desde hace dos años pese a las recomendaciones de las principales sociedades científicas. Desde entonces la tendencia de esta enfermedad es al alza, una evolución que se generaliza en el ámbito estatal, por lo que numerosas familias se han trasladado a Portugal o a Andorra para poder acceder a esta vacuna para sus hijos; e incluso se dan casos de importación de vacunas. "Las familias no deben importar vacunas del extranjero porque no está garantizado que el traslado se realice manteniendo la cadena del frío", advierte el pediatra Alfonso Carmona, director del Instituto Hispalense de Pediatría.
La vacuna oficial es a los doce años, pero a esa edad el 80% de los niños ya la han pasado. "Si bien esta enfermedad suele cursar de manera benigna, también puede provocar complicaciones graves". Alfonso Carmona considera que "médicos y pacientes deben tener libertad para optar por una herramienta como es la vacuna, que puede prevenir estas complicaciones", por lo que espera que "en un futuro próximo las autoridades sanitarias reconsideren la situación y permitan, de nuevo, acceder a esta vacuna en las farmacias".
Carmona recuerda que todos los años en España fallecen en torno a cinco niños a causa de complicaciones de esta enfermedad, que se puede prevenir. "De continuar con el bloqueo, llegaremos a tasas de 200.000 casos al año en España, que no se conocen desde que la vacuna comenzó a administrarse", asevera. Lejos del consenso, la vacuna de la varicela, pese a que está en mercado desde los años 70, es diana de polémica. La eficacia de la vacuna está demostrada desde hace décadas.
La polémica se suscita por las coberturas de la vacuna cuando ésta sólo se dispensa por la sanidad privada. "Se estima que de manera privada la cobertura es del 30% o el 40%, de modo que los niños cuyas familias no han podido acceder a esta vacuna están más expuestos a sufrir las complicaciones de la varicela en la edad adolescente o adulta, cuando es mucho más grave", explica el doctor José González Hachero. Este experto incide en que lo ideal sería "que la vacuna esté incluida en los calendarios de la sanidad pública de modo que todos los niños tengan acceso antes de los doce años y la cobertura esté garantizada para el 90% de la población infantil". El doctor Hachero considera que la distribución a través de la sanidad privada genera "inequidad" entre las familias que pueden pagar la vacuna de su bolsillos y aquéllas que no tienen recursos.
Para el doctor Rafael Jiménez Alés, vicepresidente de la Asociación de Pediatras de Atención Primaria en Andalucía, "lo deseable sería la inclusión de la vacuna de la varicela en el calendario del Consejo Interterritorial a los 12 meses y 3 años de edad, junto con la triple vírica, tal y como viene haciendo la comunidad de Navarra, y que ha demostrado disminuir no sólo el número de casos en la infancia, sino también en la edad adulta y entre la población de riesgo, lo que no se conseguiría con la simple vuelta a la farmacia de la vacuna".
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