José Antonio Sánchez (izda.), director del grupo, y José Luis Casas, responsable del proyecto, con investigadoras del equipo
El grupo de investigación Ingeniería de Bioprocesos y Tecnologías del Agua de la Universidad de Almería desarrolla con la empresa Cítricos del Almarax un proyecto en el que aplica la energía solar en el proceso de depuración de las aguas residuales procedentes de la actividad industrial.
Cítricos del Andarax es una organización que agrupa cerca de un millar de productores que cultivan 985.000 hectáreas de suelo agrícola en Almería, Granada y Sevilla. La preparación de la fruta que destinan a la comercialización genera aguas residuales con una alta carga de contenido biodegradable que se somete a purificación en primer lugar con un tratamiento biológico a través de fangos activos. Los investigadores de la Universidad de Almería, dirigidos en este proyecto por José Luis Casas, han incorporado en esa fase del proceso una membrana de ultrafiltración que permite trabajar con mayor concentración de fangos activos, de manera que se eliminan los residuos de forma más eficaz.
A partir de esa primera etapa se obtienen efluentes en los que persisten microcontaminantes como pesticidas, fungicidas o insecticidas procedentes del lavado de las frutas y verduras, que también deben ser eliminados. En este punto entra en juego la energía procedente del sol porque esas aguas, que tienen la ventaja de no tener sólidos en suspensión, se pueden someter afotocatálisis, a través de la que se eliminan los contaminantes mediante un proceso deoxidación activado con la energía solar.
José Luis Casas, a través de una nota de prensa difundida por la Universidad de Almería, precisa que este proyecto abre la puerta a “un tratamiento más efectivo de las aguas residuales generadas en las pymes, dando lugar a efluentes de mayor calidad, libres de microcontaminantes y potencialmente reutilizables”.
La contaminación de las aguas puede tener origen químico, físico o biológico. Las superficiales se pueden ver alteradas por fenómenos naturales como la erosión o actividades humanas, que comprenden desde los usos domésticos hasta los industriales o agrícolas. Por otra parte, la dependencia de los recursos hídricos ha crecido empujada por la expansión demográfica y los hábitos de consumo. Se calcula que 1.000 millones de personas sufrirán en el futuro escasez, circunstancia que a su vez aumenta la preocupación por mantener la calidad del agua.
En este sentido, los actuales procesos de depuración, pese a que la normativa sobre aguas residuales es cada vez más exigente, presentan el handicap de no ser totalmente eficaces para eliminar compuestos tóxicos persistentes como plaguicidas, residuos industriales o fármacos, de modo que ese agua no es posible volver a utilizarla.
En este escenario se inserta la investigación desarrollada por el grupo Bioprocesos y Tecnologías del Agua de la Universidad de Almería, que concluirá en el mes de octubre y se ha desarrollado financiación de los proyectos de excelencia de la Junta. Además del área de fotocatálisis solar, el equipo científico trabaja en el tratamiento de aguas y los biorreactores.
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