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La seguridad puede adoptar muchas formas; desde la arrogancia del boxeador Floyd Mayweather hasta la discreta confianza de la antropóloga Jane Goodall. La verdadera seguridad en uno mismo —a diferencia de la falsa sensación de confianza que proyectan algunas personas para enmascarar sus inseguridades— se reconoce a simple vista.
Cuando se trata de seguridad, una cosa está clara: las personas seguras de sí mismas siempre juegan con ventaja con respecto a los miedosos y a los inseguros porque sirven de inspiración para los demás y porque llevan a la práctica sus planes.
Tanto si piensas que puedes como si piensas que no, tienes razón.Henry Ford
La idea de Ford de que la mentalidad tiene una gran influencia en la capacidad para triunfar ha quedado demostrada en los resultados de un estudio de la Universidad de Melbourne, que revela que las personas seguras tienen mejores sueldos y ascienden más rápido que las demás.
Está claro que es importante aprender a tener confianza en uno mismo, pero... ¿qué características tienen las personas seguras que las diferencian de los demás?
A continuación se incluye una lista de los 12 rasgos clave de las personas seguras que puedes ir incorporando a tu día a día:
1. Su felicidad depende de ellas mismas
La felicidad es un elemento crucial para tener confianza en uno mismo porque, para sentirnos seguros con lo que hacemos, tenemos que estar satisfechos con quiénes somos.
Las personas seguras de sí mismas sienten placer y satisfacción por sus propios logros, y no por lo que piense el resto sobre esos logros. Independientemente de la opinión que se tenga de ellos, saben que nunca serán tan buenos ni tan malos como dice la gente que son.
2. No juzgan a los demás
Las personas seguras no juzgan a las demás porque saben que todo el mundo tiene algo que ofrecer, y no necesitan desanimar al resto para sentirse mejor consigo mismas. Compararse con los demás es limitarse. Las personas seguras no malgastan el tiempo evaluando a la gente ni preocupándose por compararse con todo al que conocen.
3. No dicen que sí si no quieren
Según una investigación realizada por la Universidad de California en Berkeley, cuanto más nos cueste decir que no, más probable es que experimentemos estrés, agotamiento e incluso depresión. Las personas fuertes saben que decir que no es saludable y tienen la autoestima y la previsión necesarias como para rechazar algo con total claridad. Cuando llega el momento de decir que no, las personas fuertes evitan pronunciar frases como "no creo que pueda" o "no estoy seguro". Dicen que no con seguridad porque saben que rechazar algunos compromisos significa darle más importancia a sus compromisos existentes para dar lo mejor de sí mismas con ellos.
4. Escuchan más de lo que hablan
Las personas seguras escuchan más de lo que hablan porque no sienten que tengan nada que demostrar. Las personas seguras saben que si escuchan y prestan atención a los demás tienen muchas más probabilidades de aprender. En vez de concebir las interacciones como oportunidades para quedar bien ante los demás, se centran en la interacción en sí misma, porque saben que este enfoque es mucho más placentero y productivo.
5. Hablan con seguridad
No es habitual oír a una persona segura utilizar expresiones como: "Eeem...", "No estoy seguro" o "Creo". Las personas seguras de sí mismas hablan con confianza porque saben que es más difícil que los demás les escuchen si no son capaces de transmitir sus ideas con convicción.
6. Disfrutan de las pequeñas victorias
A las personas seguras les gusta plantearse desafíos y competir, incluso cuando centran su esfuerzo en pequeñas victorias. Estas pequeñas victorias crean receptores de andrógenos en las áreas del cerebro responsables de las recompensas y la motivación. El aumento de receptores de andrógenos potencia el efecto de la testosterona, que a su vez intensifica la sensación de confianza en uno mismo y la disposición para afrontar futuros desafíos. Cuando tenemos una racha de pequeñas victorias, el subidón de autoestima puede durar meses.
7. Hacen ejercicio
Según un estudio del Eastern Ontario Research Institute de Canadá, las personas que hacían ejercicio dos veces por semana durante un periodo de 10 semanas se sentían más atléticas y más competentes tanto en el ámbito social como en el intelectual. También afirmaban tener una mejor percepción de su imagen y una mayor autoestima. Y lo mejor de todo es que ese aumento de la seguridad no se debe a los cambios físicos, sino a la positividad que provocan las endorfinas que se segregan al hacer deporte.
8. No buscan llamar la atención
A la gente no le atrae las personas que intentan llamar la atención desesperadamente. Una persona segura sabe que ser ella misma es mucho más eficaz que intentar demostrar lo importante que es. Los demás perciben nuestra actitud con rapidez y se sienten más atraídos por la actitud adecuada que por los contactos que tenemos. Las personas seguras siempre parecen tener la actitud apropiada.
Cuando reciben elogios, desvían la atención a las personas que se esforzaron para ayudarlas a llegar donde están. No van buscando la aprobación ni los piropos de nadie porque saben que su valía depende de ellos mismos.
9. No tienen miedo a equivocarse
Las personas seguras no tienen miedo de que les demuestren que están equivocadas. Les gusta exponer sus opiniones y ver si se sostienen porque aprenden mucho de sus errores y porque los demás aprenden de ellas cuando llevan razón. Las personas seguras saben de lo que son capaces y no se lo toman como algo personal si alguien les dice que están equivocadas.
10. Aprovechan las oportunidades
Cuando las personas seguras ven una oportunidad, la aprovechan. En vez de preocuparse por lo que podría salir mal, se preguntan: "¿Qué se interpone en mi camino? ¿Por qué no lo puedo hacer?" y van a por todas. El miedo no es un impedimento para ellas, porque saben que si no lo intentan, nunca triunfarán.
11. Se alegran por los demás
Las personas inseguras siempre dudan de su propia relevancia y, por eso mismo, intentan ser el centro de atención y critican a los demás para demostrar lo que valen. En cambio, las personas seguras no se preocupan de si son relevantes porque saben que su valía depende de sí mismas. En vez de centrarse en ellas, las personas seguras se centran en lo que les rodea, lo cual les permite apreciar qué aportan los demás y, como consecuencia natural de esto, elogiarlos.
12. No tienen miedo de pedir ayuda
Las personas seguras saben que pedir ayuda a los demás no les hace parecer débiles ni poco inteligentes. Saben cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles y piden ayuda para cubrir sus lagunas. Además, también saben que aprender de alguien con experiencia es una manera fantástica de mejorar.
En resumen
Fortalecer la seguridad en uno mismo es un viaje progresivo, no un fin en sí mismo. Por favor, comparte tu opinión en la sección de comentarios para que todos podamos aprender.
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