Los investigadores defienden la necesidad de implementar esta herramienta en todos los objetos conectados
Investigadores del grupo de Network, Information and Computer Security Lab (NICS) de la Universidad de Málaga han desarrollado un sistema informático que marca las pautas necesarias para generar confianza en Internet de las Cosas (IoT), es decir, para que los usuarios perciban las interacciones entre objetos y personas o directamente entre dos objetos como conexiones seguras.
En concreto, los expertos han diseñado un conjunto de herramientas y recursos aplicables a un sistema operativo para que los desarrolladores de servicios de internet creen aplicaciones de software confiables y que así los usuarios se sientan más protegidos frente a las amenazas de la red.
Para ello, los expertos han desarrollado un software genérico adaptable a cualquier sistema digital y basado en modelos matemáticos que, según los casos, emplean fórmulas de cálculo numérico o indicadores cualitativos. "Este tipo de conexiones supone un paso más hacia la digitalización del mundo físico y debe reunir una serie de garantías que certifiquen la seguridad y privacidad de su uso, de forma que genere modelos de confianza hasta ahora inexistentes", explica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Málaga y responsable de este estudio, Carmen Fernández-Gago.
La confianza es un requisito que el usuario no percibe, pero se evalúa constantemente. "En los buscadores de alojamiento o servicios de hostelería, por ejemplo, cuantifican este parámetro a través de un sistema interno. En ese caso, el servicio que calcula las estrellas que recibe un hotel o un restaurante sería el servicio de confianza. Es una fórmula matemática o un algoritmo cualitativo que mide el grado de satisfacción del consumidor", detalla.
Así, los investigadores han evaluado la confianza en relación a la privacidad e identidad. "Hemos analizado este parámetro junto con la identidad porque normalmente se confía en quien se conoce y quien nos ofrece pruebas de su identidad. En el caso de la privacidad, cuanto más datos se saben de una entidad para conocerla mejor y poder confiar en ella, más vulnerada está su privacidad", matiza la investigadora.
La confianza es otra condición básica de IoT. "Los mecanismos tradicionales de seguridad no son suficientes en un sistema global donde el robo de datos y la eliminación de información es constante. Sin embargo, los sistemas de gestión de confianza pueden ayudar en estos casos y garantizar el éxito de este nuevo internet", asegura esta experta.
Los investigadores han analizado y evaluado los escenarios reales de IoT donde se puede medir la confianza y favorecer así la usabilidad. "Existen aplicaciones que recaban datos y lo hacen de cada contexto, que a su vez son dinámicos, como una carretera. En este supuesto, podríamos disponer de la información que envíe cada vehículo que pase por un determinado punto: tipo de utilitario, consumo, ruta... Es un ejemplo que no existe en la práctica, pero la idea es implementar casos reales en los próximos tres años", adelanta Fernández-Gago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario