Barcelona ha acogido esta semana el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología. Más de 30.000 cardiólogos de los cinco continentes han debatido sobre los mejores tratamientos y las estrategias de prevención de las enfermedades cardiovasculares, que siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo.
El doctor José Francisco Díaz Fernández, director de la unidad de gestión clínica de cardiología del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez de Huelva, ha sido uno de los numerosos cardiólogos que han acudido al encuentro científico. Como ha destacado, existen numerosos factores de riesgo coronario y algunos, como el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad, pueden modificarse. Otras causas son la diabetes (o azúcar en sangre), la hipertensión o la hipercolesterolemia.
"Solo dejar de fumar reduce la mortalidad cardiovascular de forma astronómica, en porcentajes que rondan el 20-25%. Otros factores de riesgo se combaten con una vida sana, intentando comer lo más sano posible y un poco de todo, evitando las grasas, la sal y los fritos. Es la famosa dieta mediterránea, basada en legumbres, verdura y pescado", ha recordado.
El ejercicio moderado es otro de los pilares de un corazón sano. Como recuerda el doctor Díaz, la recomendación es de entre 3 y 4 horas semanales y hechos tan habituales como subir las escaleras a diario influye positivamente en los hábitos de la gente. "Si no se puede controlar la hipertensión o la diabetes con la dieta o el ejercicio, debe pasarse a los tratamientos que, habitualmente, son con medicamentos", ha subrayado.
Combatir la obesidad infantil se ha convertido en uno de olos frentes prioritarios de las estrategias de salud pública. Según las aproximaciones oficiales, afecta al 18,7% de las personas adultas y al 22,5% de los menores en Andalucía.
La obesidad infantil es uno de los frentes en los que se deben hacer más hincapié, "sobre todo en esta era tecnológica, en la que los niños pasan muchas horas ante la consola, en vez de jugar haciendo ejercicio, que es lo que se hacía antes. Porque con ejercicio se previene la obesidad y, sobre todo, la diabetes, que ya es una epidemia en los países occidentales: la gente no se mueve, como de forma poco san y gana mucho peso, lo que está relacionado con esta enfermedad".
Los síntomas más habituales de un problema coronario agudo son dolor opresivo en el pecho que se irradia al cuello y a los brazos, con sudoración y con ganas de vomitar. De hecho, "cuando un paciente los siente, debe intentar acudir al médico lo antes posible, llamando al teléfono de urgencias o acudir al hospital, si está cerca. Las nuevas guías de práctica clínica de la Sociedad Europea de Cardiología que se han presentado en este congreso inciden en este sentido", añade.
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