Cabo de Gata: un paraíso ilustrado
"Cabo de Gata es viento, es mar, es desierto, son dunas en movimiento, es sol abrasador en verano, un manto verde fugaz en primavera o pequeñas barriadas de pescadores, como la Isleta del Moro o Los Escullos, ancladas en el pasado, con el rompeolas batiendo las casas encaladas de mil y un blancos y azules infinitos. Los restos del rodaje de Lawrence de Arabia todavía jalonaban la playa de Genoveses al hacer mi primera incursión en Cabo de Gata. No tendría más allá de seis años cuando el paisaje de esta playa se topó de bruces con la inocencia y todo un mundo por descubrir de un niño ávido de información y capaz de absorber, como una esponja, todo cuanto el mundo te ofrece para descubrir". Así es como la memoria de Antonio Lao, director del Diario de Almería del Grupo Joly, reinterpreta con su pluma este paraje de ensueño, al que está dedicado el volumen ilustrado Cabo de Gata.
El libro, editada por el sevillano Pedro Tabernero, se enmarca dentro de la colección Espacios abiertos, encargada de recrear con coloridas pinceladas estos singulares espacios naturales, destacables por su historia, su cultura y su privilegiada localización. La serie, que comenzó con Gibraltar y continuó con un recorrido por el litoral gaditano, De Cádiz a Algeciras, se basa en el juego de los paisajes con los matices pictóricos que aporta
Roberto Sánchez Terreros. A ca-
ballo entre la ilustración y la pintura, los trazos del artista madrileño se funden con el desierto y el mar almeriense desde Carboneras hasta Níjar.
De esta suerte, el lector se ve arrastrado por las 80 pinturas que componen la obra y que irradian la fuerza y la vitalidad de un enclave natural único, que vive con el alma embarcada en las aguas del Mediterráneo. Las
Salinas de Acosta (La Fabriquilla), el Arrecife de las Sirenas, el Molino del Pozo de los Frailes, la Isleta del Moro, la playa de las Carboneras o la de los Genoveses, entre muchos otros lugares, van marcando un itinerario que aspira a capturar el aire, la esencia de los característicos parajes de la costa almeriense.
Pedro Tabernero, que cuenta con la experiencia en la dirección de otras colecciones de libros ilustrados como Poetas y ciudades u Osimbo -dedicada al diálogo entre distintas disciplinas artísticas-, sostiene que las imágenes pretenden interpretar el paisaje con un tono evocador y una sensibilidad contemporánea. "Son visiones alternativas de lo que fue la frontera del mundo conocido -explica el editor sobre el proyecto-, en la que han ido dejando su huella las distintas culturas a través del tiempo, en el paso de nuestra conciencia por la eternidad".
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