miércoles, 3 de diciembre de 2025

Doce sirenas advertirán a la población de la Costa de Granada en caso de rotura de las presas de Rules y Béznar granadahoy.com

 

Podrían alcanzarse olas de hasta 40 metros en el caso de Ízbor e inundar la zona de playas de Salobreña, aunque los tiempos de reacción son amplios

Se iniciará una campaña de información a los vecinos con trípticos y envíos de información a WhatsApp y redes sociales

"El riesgo es prácticamente inexistente pero tenemos un plan para hacer frente a estos peligros", afirma el delegado Antonio Granados


La sirena de advertencia de la cabecera de Vélez de Benaudalla / Alba Feixas

Tres para Béznar y nueve para Rules. Doce sirenas avisarán a las poblaciones aguas abajo de los dos pantanos de la Cuenca Mediterránea de Granada en el caso de que se produzca una catástrofe y se rompa uno de los diques o ambos. Así se desprende de los planes de emergencias para las presas de Rules y Béznar, cuyo comité de coordinación se reunió ayer en Vélez de Benaudalla y trabaja en implementar ambos protocolos de seguridad, para lo que se ha probado una de estas alarmas. La reunión ha servido también para dar por finalizada la fase de información a los municipios y la estructuración de las fases de los planes, para dar paso a una campaña informativa entre la población. Así, se van a repartir trípticos con información que también será difundidas a través de grupos de WhatsApp y por las redes sociales oficiales de los ayuntamientos.

"Pruebas del sistema de aviso a la población para riesgo de inundación", ha dicho una voz pregrabada, seguido de una estruendosa sirena que sonó durante aproximadamente diez segundos. Una eventual ola inundaría de lado a lado el valle del río Guadalfeo varios metros de altura y se extendería por la Vega de Salobreña y de Motril, aunque esta última llegaría de forma más atenuada a la zona del Puerto. En el caso de Béznar, los núcleos de Acebuches e Ízbor correrían serio riesgo en el caso más extremo de colapso completo de la reserva de agua. Las doce sirenas forman parte del mismo sistema y se emiten desde las salas de emergencias situadas dentro de las oficinadas de cada una de las presas.

En el caso de las de Béznar, la primera está al pie de la presa, la segunda en el pueblo de Ízbor, y la tercera la podría conocer toda Granada: adosada a la antigua N-323, la carretera de la Costa, frente al pueblo de Acebuches, y que suele ser confundida con un radar de control de velocidad por su similtud. Las tres forman parte del municipio de El Pinar. Las nueve restantes se controlan desde la sala de emergencias del embalse de Rules.

Plano de situación de las sirenas de alarma de los embalses de Rules y Béznar

"Riesgo prácticamente inexistente"

En el mapa expuesto esta mañana por la Junta y el Gobierno a los ayuntamientos más afectados (El Pinar, Vélez de Benaudalla, Los Guájares, Motril e incluso Lanjarón y Órgiva, pese a estar río arriba), estas sirenas están instaladas sobre todo en la ribera del Guadalfeo (tres en el Azud de Vélez, una frente al núcleo urbano de Vélez de Benaudalla, y la primera en la base de la presa). Otra avisaría al pueblo de Lobres, perteneciente a Salobreña, otra junto al río daría aviso a la vega alta de este municipio, y una también en la ribera del Guadalfeo próxima las urbanizaciones de la playa salobreñera. La última estaría en el término de Motril, junto a la N-340 entre el acceso oeste de la ciudad y la intersección con la carretera que baja al Puerto.

El tamaño de una posible avenida de agua por colapso de las presas depende de varios factores, aunque riesgos todos ellos considerados como "prácticamente inexistentes" por el delegado de la Junta en la provincia, Antonio Granados, durante la reunión. En los peores, según se desprenden de los datos expuestos a los participantes en la reunión, que serían roturas completas desde la base, las olas de agua variarían entre el metro y poco de altura a los cerca de 40. En este último supuesto el pueblo más afectado sería Ízbor, el primero en el que impactaría una violenta rotura de Béznar por su cercanía. También estaría en riesgo Acebuches, con una ola de cerca de 25 metros de calado en el supesto más extremo e improbable.

La ola llegaría al Puerto

En este caso, un eventual colapso de Béznar podría suponer también el de Rules. En ese caso, el primer municipio afectado sería Vélez de Benaudalla. Según se desprende de los planes de emergencias de esta presa, el frente de la onda tardaría 18 minutos en llegar la cota 151 del municipio, en su cabecera, y ocho minutos más alcanzaría su altura máxima, 14,89 metros de calado. Esta se movería 6,17 metros por segundo. La ola arrasaría el anejo veleño de La Bernardilla, en pleno cauce del río. En este caso se podría desalojar ya que el tiempo de llegada da un margen de 31 minutos. La ola tendría una altura de 6,27 metros que se alcanzaría a los 38 minutos desde la rotura. Aquí lo que crece es la velocidad de desplazamiento del agua: 11,26 metros por segundo.

Zonas potencialmente inundables en Salobreña y Motril (izquierda) y Béznar (derecha)

El siguiente municipio que alcanzarían las aguas sería Salobreña. Por orden de altitud sobre el nivel del mar, Los Sotillos, junto a la Vega, y el Polígono La Gasolinera. El calado máximo de la ola llegaría a esta zona con alturas de entre 6,76 y 4,31 metros de calado, desplazándose a 6,22 y 3,44 metros por segundo. El tiempo de reacción de la población, advertida por las sirenas, sería más que suficiente para poner vidas a salvo: entre una hora y nueve-dieciséis minutos. La ola también llegaría a las urbanizaciones del litoral salobreñero, con alturas máximas de 5,41 y 4,77 metros respectivamente, siendo la última en el sector urbano de Salobreña Beach IV. También llegaría a menos velocidad, 4,6 y 3,66 metros por segundo. El tiempo de reacción para la llegada de la ola sería de entre 79 y 83 minutos. En Motril, en concreto a El Varadero, en el puerto, la ola llegaría una hora y 40 minutos después del colapso, con una ola que alcanzaría 1,26 metros de alto.

Organizar los recursos humanos

El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, Antonio Granados, como administración que gestiona la cuenca mediterránea de la comunidad, ha presidido este comité que busca la implantación de los planes de emergencia de ambos embalses, que forma parte del mismo sistema de presas, que se ha celebrado en la sede de Confederación en la localidad de Vélez de Benaudalla. A esta cita también han acudido representantes de las administraciones autonómica y central, así como de los ayuntamientos que podrían verse afectados por una hipotética rotura de las presas como el propio Vélez, al pie justo de la reserva de Rules, además de Los Guajares, Motril, Órgiva, El Pinar y Lanjarón.

Estos protocolos o planes de emergencia lo que tratan es de organizar los recursos humanos y materiales necesarios para el control de los factores de riesgo que puedan comprometer la seguridad de las presas y facilitan la puesta en disposición preventiva de los servicios y recursos que hayan de intervenir para la protección de la población en caso de rotura o avería grave. Al mismo tiempo, los planes posibilitan el que la población potencialmente afectada adopte las oportunas medidas de autoprotección.

El objetivo de la reunión, según ha explicado Granados, es la "coordinación de todas las administraciones para que cada una, en el ámbito de sus competencias, abordemos la prevención y traslademos un mensaje de seguridad a la población". El delegado ha asegurado que "aunque el riesgo de rotura es prácticamente inexistente, tenemos un plan para hacer frente a peligros derivados de un seísmo, erupción volcánica o cualquier otro riesgo extraordinario, para minimizar hipotéticos daños". Granados ha agradecido la asistencia a la reunión de la Administración central, de Protección Civil y de los ayuntamientos implicados, así como de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y Bomberos de la Costa.

Antonio Granados preside la reunión de coordinación de los planes de emergencias Béznar-Rules / Alba Feixas

Una gran ola

La presa de Rules es la que centra la atención de las autoridades. La construcción del pantano y de la autovía genera en la zona dinámicas geomorfológicas nuevas y han acelerado movimientos de tierras ya existentes en la zona. El área está sometida a monitorización continua por parte de los geólogos, que recientemente pusieron los focos en la ladera oeste de la presa de Rules, donde existe un riesgo que, "aunque poco probable" según los estudios, podría generar una "ruptura de ladera" que "generaría un colapso" con "consecuencias devastadoras para el embalse y alrededores".

Unos movimientos de tierras en esta falda de la montaña que además guardan, según estudios universitarios con datos a partir de mediciones satelitales, "una correlación entre la aceleración del movimiento de los deslizamientos rotacionales (los que se producen sobre una base 'acucharada') y los descensos del nivel de agua del embalse". Estas mediciones arrojan un desplazamiento de 45 milímetros anuales "mantenidos" en el tiempo, con movimientos máximos de 65. Es decir, en veinte años la ladera oeste del pantano de Rules se habría desplazado un metro y medio. "Y se espera que persistan". La mayoría de estos grandes desplazamientos se han localizado en la traza de la carretera N-323.

De ahí a que sean primordiales los planes de emergencia. Un colapso repentino de la ladera oeste de Rules por un "terremoto de gran magnitud" o un episodio de "lluvias intensas" causaría un desprendimiento "extemadamente grande" que arrastraría 14,7 millones de metros cúbicos de tierra hacia el interior del embalse. Esto podría provocar desde la ruptura de la presa a la generación de una ola de grandes dimensiones que hiciera que el agua rebasara la cota de coronación del dique de la presa. Aun así, insisten los expertos en que poco probable este escenario.