sábado, 30 de junio de 2018

Es verano, ¿debería preocuparme por la vitamina D? elhuffingtonpost

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Un poco de sol puede hacer mucho bien. Cuando los rayos cálidos golpean tu piel desnuda, tu cuerpo comienza a producir vitamina D, o la "vitamina del sol", como respuesta. Este micronutriente esencial ayuda a mantener nuestros huesos fuertes y nuestro corazón saludable.
En invierno, debido a las escasas horas de sol y el hecho de que durante las mismas estamos casi siempre entre cuatro paredes suele elevar nuestra preocupación por una posible deficiencia de vitamina D. Esto en verano, en un principio, no debería preocuparnos, y menos en España, un país con tantas horas de sol y un estilo de vida en el que prácticamente pasamos todo el verano en la calle, que aunque no estemos tomando el sol directamente en la playa o la piscina, disfrutamos de él de forma indirecta.
La cuestión es que cada vez más de nosotros evitamos el sol y muchas veces lo cambiamos por la sombra de las sombrillas, el uso de protectores solares y los sitios con aire acondicionado, también pueden hacer aumentan las tasas de deficiencia de vitamina D. Se estima que casi tres cuartas partes de las mujeres embarazadas tienen deficiencias de vitamina D, lo que predispone a sus hijos no nacidos a todo tipo de problemas; además, en la actualidad, más de la mitad de los niños carecen de suficiente vitamina D. Y es que los que más se protegen también son los que más necesitan. En todo el mundo, la deficiencia afecta a mil millones de personas.
Está claro que tenemos una gran epidemia en nuestras manos. Los síntomas de la deficiencia de vitamina D pueden no ser obvios, y es fácil suponer que estás obteniendo lo suficiente, pero puede que no sea así.

¿Cuánta vitamina D necesito?

La cantidad de vitamina D que necesitas varía con la edad, peso corporal, porcentaje de grasa corporal, latitud, coloración de la piel, estación del año, uso de protector solar, variación individual en la exposición al sol y, probablemente, cómo de enfermo estés.
Como regla general, las personas mayores necesitan más que los jóvenes, los mayores necesitan más que los pequeños, las personas obesas necesitan más que las delgadas, las personas del hemisferio norte necesitan más que las del sur, las de piel oscura más que las de piel blanca, en invierno se necesita más, las personas con enfermedades pueden también necesitar más que las que están sanas.
En España, un país famoso por el sol y el buen clima, puede sorprender la cantidad de personas que sufren deficiencia de vitamina D. Existe una especie de fobia al sol, nos untamos de cremas, nos tapamos con gorros, nos cubrimos con pañuelos, apenas sacamos la cara al sol, confundiendo protección con ocultación. Es cierto que hay que evitar las horas centrales de sol y protegernos adecuadamente, pero no hay cosa más sana que disfrutar del sol con precaución. Aun así, una forma fácil y asequible de asegurarnos que obtenemos los niveles adecuados de vitamina D sería con la suplementación.
Si tu nivel de vitamina D en sangre es superior a 45 ng / ml se recomienda de 2,000 a 4000 UI por día, dependiendo de la edad, peso, estación, cuánto tiempo estés al aire libre pasa al aire libre, dónde vivas, el color de la piel y obviamente los niveles sanguíneos.
Si el nivel sanguíneo es de 30-45 ng / ml, se recomienda que lo suba a 5,000 de vitamina D3 por día. Mientras que si tu nivel en sangre es inferior a 30 ng / ml, se recomienda que lo subas a 10,000 de vitamina D3 al día. Siempre bajo la supervisión de un médico y luego vuelvas a comprobar tus niveles sanguíneos después de 3 meses. Por lo general, se requieren 6 meses para optimizar los niveles de vitamina D si es deficiente. Una vez que esto ocurre, puedes reducir la dosis a 2.000 a 4.000 UI por día.

¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de la vitamina D?

No hay un patrón claro de síntomas. De hecho, muchas personas permanecen asintomáticas a pesar de los bajos niveles. Pero aquí están los síntomas más comunes:
Fatiga
Dolor muscular general y debilidad
Calambres musculares
Dolor en las articulaciones
Dolor crónico
Aumento de peso
Alta presion sanguinea
Sueño sin descanso
Pobre concentración
Dolores de cabeza
Problemas de vejiga
Estreñimiento o diarrea

¿Qué enfermedades están asociadas con la deficiencia de la vitamina D?

Se ha demostrado que la deficiencia de vitamina D juega un papel en casi todas las enfermedades importantes. Esto incluye:
Osteoporosis y osteopenia
17 variedades de Cáncer (incluyendo mama, próstata y colon)
Enfermedad del corazón
Alta presion sanguinea
Obesidad
Síndrome Metabólico y Diabetes
Enfermedades autoinmunes
Esclerosis múltiple
Artritis Reumatoide
Osteoartritis
Bursitis
Gota
Infertilidad y PMS
Enfermedad de Parkinson
Depresión y desorden afectivo estacional
Enfermedad de Alzheimer
Síndrome de fatiga crónica
Fibromialgia
Dolor crónico
Enfermedad periodontal
Psoriasis

¿Puedo intoxicarme si tomo mucha vitamina D?

Es imposible generar demasiada vitamina D en Tu cuerpo por exposición al sol: Tu cuerpo se autorregulará y solo generará lo que necesita. Aunque es muy raro, es posible que sufra de una sobredosis y se vuelva tóxico con los suplementos ya que la vitamina D es una vitamina soluble en grasa y, por lo tanto, se almacena en el cuerpo por períodos de tiempo más largos. Por lo tanto, si toma 5,000 UI o más diariamente, debe controlar sus niveles de sangre aproximadamente cada 3 meses.

¿Cuál es el nivel de ideal de vitamina D?

El rango ideal para una salud óptima es de 50-80 ng / ml.

¿Con qué frecuencia debo hacerme un análisis de sangre?

Al menos una vez al año, especialmente al comienzo del invierno. Si está suplementando, te sugiero que controles tus niveles de vitamina D aproximadamente cada 3 meses hasta que te encuentre en el rango óptimo. Si toma altas dosis (10,000 UI por día), tu médico también debe controlar tus niveles de calcio, fósforo y hormona paratiroidea cada 3 meses.

Algunos consejos sobre la suplementación

Toma siempre el suplemento de vitamina D con un poco de grasa, ya que es una vitamina soluble en grasa. Si lo tomas con el estómago vacío o sin grasa, no será absorbido, por lo que básicamente estás perdiendo su tiempo (y dinero). Cuando tomes 5,000 UI por día o más, busca fórmulas que incluyan Vit K, ya que los beneficios de la vitamina D se mejoran cuando se combinan con la vitamina K, especialmente cuando se trata de la salud del corazón y la fortaleza ósea.

10 trucos para conciliar el sueño en las noches de más calor elhuffingtonpost

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El cerebro necesita estar aproximadamente a un grado menos que el resto del cuerpo para conciliar un sueño óptimo. Cuando hace demasiado calor, es normal tener problemas para dormir y mantenerse despierto.
A continuación puedes descubrir unos cuantos consejos (extraños pero estupendos) para ayudarte a lograr esa diferencia de temperatura:
1. Evita los alimentos o bebidas estimulantes durante la hora anterior a irte a la cama: alimentos muy picantes o calóricos, bebidas con cafeína, alcohol, dulces... En cambio, es recomendable tomar algo refrescante, como pepino, sandía o leche fría.
2. Refresca el dormitorio con un ventilador. Si puedes, coloca una bandeja de cubitos de hielo frente al ventilador durante 20 minutos más o menos antes de echarte a la cama para refrescar el cuarto. Es aire acondicionado barato.
3. Lávate los pies con agua muy fría antes de irte a la cama.
4. Utiliza sábanas finas en vez de un edredón.
5. Humedece ligeramente la sábana con agua, guárdala en una bolsa de plástico y métela al frigorífico durante una hora antes de irte a dormir.
6. Guarda paños húmedos en una bolsa de congelado dentro del congelador. Póntelos en la frente o en los pies al acostarte. Guarda más paños húmedos en una pequeña hielera junto a la cama para utilizar si te despiertas por la noche con calor y sudando.
7. Mantén cerradas las cortinas a partir del mediodía para minimizar el aumento de temperatura del dormitorio.
8. Si te despiertas por la noche por culpa del calor, evita (¡siempre!) mirar la hora y échate agua fría en las muñecas durante un minuto, más o menos. Evita encender la luz del baño. Vuelve a la cama y respira profundamente con el abdomen para volver a conciliar el sueño.
9. Duerme con las piernas y los brazos abiertos, si el espacio te lo permite, con los pies descalzos colgando por los bordes de la cama. Si puedes mantener los pies elevados con un cojín y con un paño húmedo encima, aún mejor.
10. Visualiza una refrescante cascada azul o una fuente a medida que vayas sumergiéndote en el sueño.
¡Dulces sueños!

viernes, 29 de junio de 2018

Sí, soy hombre y sufro un trastorno alimentario elhuffingtonpost

OURTESY OF RYAN SHELDON Para Ryan, que le diagnosticaran trastorno por atracón fue un alivio: su problema era real y no estaba solo.

¿Cuántos sets de palillos necesita con el pedido, señor? ¿Para cuatro personas?", me preguntó la señora simpática del otro lado del teléfono. "Sí, cuatro, perfecto, gracias", le respondí.
Cuando el repartidor llamó a la puerta 45 minutos más tarde, abrí lo justo para coger una bolsa rebosante de comida. Había tanto ruido en mi piso que apenas pude oír cuánto le debía: 74 dólares. Cogí mi cartera y saqué unos cuantos billetes de 20, me giré y exclamé para que me oyera mi colega Riley: "¡Ya está aquí la comida!".
Con la transacción completada, cerré la puerta rápidamente y miré las cajas y cajas de comida china que había en la bolsa: sopa agripicante, empanadillas chinas de verduras, rangoon de cangrejo, pollo al curri, ternera crujiente y, por supuesto, un montón de arroz al vapor. Comida de sobra para cuatro amigos.
Pero he aquí la verdad: el ruido y lo de los palillos para cuatro personas no eran más que una artimaña. Riley, el amigo con el que había hablado, es mi perro. Estaba solo en casa y tenía pensado comerme toda esa comida yo solo, pero no podía soportar la idea de que alguien, aunque fuera esa mujer del restaurante chino a la que no había visto en mi vida o el desconocido que me había traído la comida, lo supiera.
Padezco trastorno por atracón, un problema que impulsa a quienes lo sufren a ingerir enormes cantidades de comida, a veces muy rápido y hasta encontrarse mal, sintiéndose fuera de control mientras lo hacen. Oí hablar de esto por primera vez en 2015 cuando un amigo que conocía algunos de mis problemas con la alimentación vio un anuncio de servicio público en la tele y me habló de ello. Chequeé los síntomas por Internet y sentí un alivio instantáneo: mi problema tenía nombre y yo no era el único.
Le llevé la información de mi trastorno por atracón a mi terapeuta y le dije: "Creo que tengo esto". Mi terapeuta no tenía ni idea de lo que era; de hecho, la mayoría de los médicos e incluso psicoterapeutas no están muy bien informados sobre los trastornos alimentarios, pero investigó y me diagnosticó. Ahora estoy viendo a un especialista en trastornos.
Comida de sobra para cuatro amigos. Pero he aquí la verdad: estaba solo en casa y tenía pensado comerme toda esa comida yo solo.
El diagnóstico del trastorno por atracón explicaba muchas cosas. Siempre me había encantado la comida. Fui un niño con mucho apetito. Sin embargo, durante mis veintipocos años, tras probar toda clase de dietas e incluso negarme a comer en mi primer año en la universidad para perder peso, empecé a pensar en comida a todas horas. Me despertaba pensando en comida. Planeaba de forma obsesiva lo que comería ese día y al siguiente, sobre todo cuando se acercaba el fin de semana, cuando sabía que tendría tiempo para cocinar y comer todo lo que quisiera. En una ocasión, planeé una comilona de fin de semana con una receta que requería una freidora para hacer imitaciones de palitos de queso de uno de mis restaurantes favoritos. Pedí Ia freidora por Internet e incluso pagué el envío urgente para que me llegara antes del viernes. Después de cocinar y comer varios platos de palitos de queso estilo gooey fries, me sentí tan culpable que me dirigí a la rampa de la basura de mi edificio y tiré la freidora tras un solo uso. No quería volver a ver nunca más ese aparato.
Pasado un tiempo, necesitaba más y más comida para satisfacer mis deseos. Empecé a recurrir a la comida rápida entre horas, y a veces conducía hasta varios restaurantes para recoger en ventanilla exactamente lo que se me había antojado.
COURTESY OF RYAN SHELDON Sheldon en 2000. Siempre fue un chico grande con mucho apetito, pero a partir de los 20 años empezó a pensar en comida a todas horas.
er diagnosticado con trastorno por atracón fue un alivio: esto que me pasaba era algo real, no era el único. Aunque me avergonzaba (porque entonces pensaba que los trastornos alimentarios eran cosas de chicas), saber que padecía trastorno por atracón me dio una esperanza que quería difundir. Así pues, saqué a la luz mi trastorno mediante un blog y una cuenta de Instagrampara compartir mi historia y, con suerte, ayudar a otros hombres con trastornos alimentarios para que no se sintieran tan solos.
Las reacciones de la gente que leía mi blog o seguía mis redes sociales fueron increíblemente positivas. Completos desconocidos simpatizaban y empatizaban conmigo y me contaban sus historias personales. En la otra cara de la moneda se encontraban las personas más cercanas a mí, que parecían pensar que se trataba de una broma. Cuando se lo conté a mis familiares y amigos por primera vez, hubo un par de ellos que se rieron de mí, literalmente. Pensaban que solo ponía excusas por no tener fuerza de voluntad o por comer mucho. Como el trastorno por atracón es algo que sucede en privado, no podían ver lo mucho que este trastorno controlaba mi vida.
Aún recuerdo el momento en que mi madre por fin se empezó a tomar en serio mi trastorno alimentario. Había venido de visita y estábamos hablando de dinero. Concretamente, quería saber en qué estaba gastándome todo mi dinero. Mi madre sabía que estaba atravesando problemas financieros pese a tener un buen trabajo y dio por hecho que estaba gastando demasiado dinero en noches de fiesta, en viajes o en electrónica. Me convenció para que empezara a usar la app Mint para gestionar mi presupuesto y me ayudó a configurarla. Aún recuerdo su mirada cuando se dio cuenta de que el 83% de mi dinero iba a parar a comida. Y no a restaurantes lujosos de Los Ángeles: gran parte era comida rápida.
La noche del incidente de la comida china ya llevaba más o menos un año trabajando duro en mi terapia y leyendo toda la información que caía en mis manos sobre trastornos alimentarios y hombres, aunque tampoco había mucho. Descubrí algunos de los desencadenantes de mi impulso de darme atracones, como sentirme solo, sentirme muy cohibido por mi cuerpo, dedicarle demasiado tiempo a mi trabajo tecnológico o incluso estar feliz. Recuerdo que aquella noche estaba fastidiado conmigo mismo y que, cuando sentí el impulso de darme un atracón, no hice nada para detenerme. Recuerdo la sensación de estar consumiéndome en mi vergüenza sentado en el sofá, esperando a que llegara el repartidor y llamara a la puerta.
Aún recuerdo la mirada de mi madre cuando se dio cuenta de que el 83% de mi dinero iba a parar a comida.
Y entonces me recordé a mí mismo que curarse de un trastorno alimentario no es una línea recta. No es algo que te puedas sacudir de encima para no volver a darte un atracón. Sin embargo, mientras haces el camino, a veces puedes hacer una pausa y tomar una decisión. En vez de arrasar con la comida china de la bolsa, me contuve y me dije a mí mismo: "Ryan, escoge solamente lo que de verdad quieras comer". Me quedé con la ternera crujiente, la sopa y las empanadillas y tiré el resto por la rampa de la basura. Por mucho que deteste tirar dinero y comida, también sabía que era lo que más me convenía en ese momento, porque habría sido extremadamente difícil para mí resistirme si la hubiera guardado en el frigorífico.
COURTESY OF KATEHAUSPHOTOGRAPHY WWW.KATEHAUS.COM Sheldon en 2018. Comprende que el trastorno por atracón quizás forme parte de su vida para siempre, pero ahora los atracones son más moderados y menos frecuentes, y ya no se fustiga a sí mismo durante días cuando sucede.
oy ya comprendo que el trastorno por atracón quizás forme parte de mi vida para siempre. En vez de darme un atracón cinco días por semana, como solía hacer antes, ahora solo me pasa cada dos meses o así. Cuando sucede, son atracones mucho más pequeños (y menos caros) y ya no me fustigo ni me paso días obsesionado. Es tremendamente importante tener autocompasión, ya que interrumpe la espiral de culpabilidad y de autocastigo que alimenta el trastorno alimentario y que refuerza el impulso de darse un atracón. La terapia me ha ayudado inmensamente, así como el hecho de compartir mi historia. Sentirme avergonzado es un poderoso detonante en mi caso y hablar abiertamente sobre el trastorno me ayuda a aliviar parte de la vergüenza que rodea el tema de la comida.
Confieso que es duro ser un hombre con un trastorno alimentario. Ojalá pudiera ser un tío a quien le diera igual la talla de sus vaqueros. Un tío que pudiera irse con los amigos a tomar una hamburguesa sin miedo a acabar comiéndose tres más. Un tío normal con la comida, sea como sea eso. Pero estoy comprometido a seguir trabajando en mí mismo y en este trastorno, y estoy orgulloso de ser una voz capaz, espero, de inspirar a otros hombres que estén ocultándose entre las sombras para que salgan a la luz y afronten también sus problemas alimentarios.
Ryan Sheldon es portavoz y defensor de hombres con trastornos alimentarios y problemas de imagen. Puedes saber más de él en Instagram @bingeeaterconfessions, en Twitter @bingeconfession o en su blog, Mr. Confessions.

Ecologistas concede diez banderas negras a las peores playas de Andalucía La Vanguardia

Sevilla, 27 jun (EFE).- Diez playas andaluzas figuran entre las 48 señaladas en el informe 'Banderas Negras 2018' de Ecologistas en Acción de este año como los puntos más contaminados o con una peor gestión ambiental del litoral español.
Las playas andaluzas señaladas por su elevada contaminación son la zona industrial de Carboneras, en Almería; todo el litoral de la Bahía de Algeciras, en Cádiz; la playa del Pozuelo, en Granada; la Ría de Huelva y las playas de Nerja, en Málaga.
Ecologistas también señala con bandera negra, por la mala gestión ambiental de las administraciones responsables, la Ribera de la Algaida, en Almería; la playa del Palmar, en Vejer de la Frontera (Cádiz); la playa del Peñón y la Guardia, en Salobreña (Granada); la playa de la Antilla (Huelva) y la playa del Arraijanal, en Málaga, por las obras de construcción que padece.

El informe de Ecologistas destaca que la zona industrial de Carboneras, en el Levante almeriense, concentra en pocos kilómetros la central eléctrica Litoral, de dos grupos de carbón y una de las más contaminantes de España; una planta desalinizadora; una fábrica de biodiesel; una cementera y una depuradora, que originan importantes emisiones atmosféricas y vertidos que señalan a esta zona como la que soporta "los peores datos" de contaminación de la provincia.
La elevada contaminación de esta zona no sólo afecta gravemente a las praderas submarinas de poseidonia, de gran valor ecológico, o a las poblaciones de cetáceos, residentes o de paso, sino que incluso supera a veces los límites máximos permitidos.
Respecto a la bahía de Algeciras, Ecologistas denuncia que la concentración de instalaciones industriales y los vertidos de las poblaciones de esta comarca la afectan en su conjunto con unos impactos ambientales que "son persistentes en el tiempo, no se corrigen y generan unos impactos económicos, sociales, culturales, medioambientales y humanos, de gran magnitud".
De la playa de Vejer (Cádiz), se denuncia su "descontrol urbanístico", ya que congrega más de setecientas viviendas ilegales y de la del Pozuelo, en Albuñol (Granada), la ocupación del dominio público por invernaderos ilegales.
Ecologistas señala igualmente la situación de la Ría de Huelva, que ha perdido sus playas tradicionales y en la que el puerto "sigue ocupando y rellenando espacios marinos con las balsas que contienen los sedimentos contaminados de la ría, procedentes de sus dragados"

"Esta bandera negra pretende mantener el recuerdo de lo que fueron las playas históricas de Huelva y la necesidad de no cejar en el objetivo de su restauración y disfrute, así como la denuncia de las actuaciones caciquiles de la autoridad portuaria", señala este informe.
Los 48 puntos negros señalados por Ecologistas se reparten en 24 provincias de las 10 comunidades autónomas con playa, más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y entre ellos, la coordinadora ha destacado como más graves la situación en Murcia -por la contaminación de la bahía de Portman y Sierra Minera y por la mala gestión local en el Mar Menor-, País Vasco -por la ampliación del puerto de Bilbao- y Melilla -también por la ampliación portuaria-.
El siguiente cuadro recoge las diez playas de las cinco provincias costeras andaluzas catalogadas este año con bandera negra por Ecologistas en Acción, cinco de ellas por la elevada contaminación que sufren y las otras cinco por la mala gestión de las administraciones:
PROVINCIA POR CONTAMINACIÓN POR MALA GESTIÓN
Almería Zona industrial de Carboneras Ribera de la Algaida
Cádiz Litoral de la Bahía de Algeciras Playa del Palmar (Vejer)
Granada Playa del Pozuelo (Albuñol) Peñón y Guardia (Salobreña)

Huelva Ría de Huelva La Antilla (Lepe)
Málaga Playas de Nerja Urbanización del Arraijanal

jueves, 28 de junio de 2018

Retiran un producto para cólicos de bebés tras una reacción alérgica elhuffingtonpost

Las instrucciones de uso y la edad mínima de los pacientes no estaban correctamente definidas.


AGENCIA ESPAÑOLA MEDICAMENTO
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha informado de la retirada del mercado de Aprotecol, un producto sanitario pediátrico para los cólicos, tras un caso de reacción alérgica severa ocurrido en Francia a un bebé de ocho días, quien tuvo que ser asistido en urgencias.
Según informa la Aemps en su web, la retirada de la suspensión oral de uso pediátrico Aprotecol, 20 ml, se debe a que las instrucciones de uso y la edad mínima de los pacientes no están correctamente definidas, lo que puede ocasionar riesgos potenciales de salud o errores en la administración del producto.
A raíz del incidente y de las reclamaciones relacionadas con la manera de administración del producto, el fabricante, Noventure, está procediendo a la retirada del mercado de todos los lotes distribuidos hasta la fecha y va a modificar las instrucciones.
Aprotecol es un producto sanitario destinado al tratamiento de la aerofagia, meteorismo y cólicos flatulentos en bebés y niños y se distribuye en España a través de la empresa Ferrer Internacional.
La Aemps recomienda a los usuarios que no utilicen el producto de los lotes afectados, contacten con el establecimiento donde se adquirió para su devolución y acudan al médico si se observan molestias.
La empresa está enviando una nota de aviso a los distribuidores y establecimientos sanitarios que disponen del producto afectado en nuestro país, en la que se incluyen las acciones a seguir para proceder a su retirada.
El listado de los lotes distribuidos es el siguiente: G1290 M, con fecha de caducidad 06/2020, G1444 M (07/2020), G1444 SM (07/2020), G2754 M (12/2020) y G2754 SM (12/2020).

Lo que todos los padres deberían saber sobre la seguridad en el mar para sus hijos elhuffingtonpost

Publicado originalmente en Motherly
Por Heather Marcoux
La mejor parte del verano es ir a la playa, disfrutar del sol y la arena, y darte un chapuzón con los más pequeños. Es una experiencia que une a las familias, y los hijos lo guardan como un buen recuerdo para toda la vida. Por desgracia, la playa también tiene muchos peligros, como las medusas, las mareas y las quemaduras del sol.
Las lesiones que puede provocar la playa son más comunes de lo que piensas.

Salvavidas para los más pequeños

Según la Cruz Roja, la seguridad en el agua del mar es diferente a la de una piscina, ya que "incluso en aguas poco profundas la acción del oleaje puede causar una pérdida de equilibrio". Por ello, la organización recomienda a los niños pequeños llevar chalecos salvavidas cerca y dentro del agua.
Las aguas abiertas, concretamente el océano, pueden ser impredecibles, así que poner a los niños un chaleco ofrece un extra de protección en caso de que la ola alcance su castillo de arena.

Coloca a los niños de frente al agua

Las olas pueden golpear a los niños si no tienen cuidado (especialmente a los más pequeños), pero si las ven venir, les será más fácil mantener el equilibrio. Enseña a los niños a ponerse de espaldas a la playa y de cara al mar para que las olas no les sorprendan.

No dejes que los niños entierren los pies en la arena

Es muy divertido hundir los pies en la arena mojada, pero los expertos afirman que que este tipo de "juegos" pueden provocar a los niños esguinces e incluso lesiones más graves, ya que la arena mojada les puede atrapar los pies. Si una ola les pilla desprevenidos cuando no se pueden mover, es posible que se caigan y se hagan daño.

Ten cuidado con las medusas

A Bob Esponja le encanta cazar medusas, pero a tus hijos no debería. Las medusas pican, obviamente. Muchas playas públicas tienen sistemas de alerta en zonas donde hay muchas medusas. La bandera blanca con dos medusas moradas significa "presencia de medusas", así que, si algún día ondea una bandera blanca con dos medusas moradas, quizá la playa puede esperar.
Si no ves esa bandera, pero tu hijo o tú acabáis con una picadura de medusa en el cuerpo, busca atención médica. Los socorristas son profesionales en primeros auxilios para las picaduras y pueden decirte si alguno de los dos necesitáis más atención fuera de la playa.

Atención a las corrientes de agua

Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica deEstados Unidos, cualquier persona que vaya a la playa debe informarse sobre las corrientes de agua, ya que "pueden arrastrar a los bañistas dentro del mar".
Las corrientes de agua son la causa de más del 80% de los rescates por parte de los socorristas en EE UU, por lo que se recomienda a los padres que comprueben la previsión de las playas locales antes de ir. Una vez que llegues a la playa, siéntate lo más cerca posible de los socorristas y, si no estás seguro de las condiciones del agua, pregúntales antes de dejar que tus hijos se metan.

No olvides la protección solar

El cuerpo de un bebé o de un niño pequeño no se puede adaptar al sol igual que el nuestro, así que tienen más riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el calor. Según la American Pediatric Association, "los bebés de menos de seis meses no deberían tener contacto directo ni indirecto con la luz solar, ya que les podría provocar un golpe de calor. Sobre todo, hay que evitar sacar al bebé entre las 10 y las 14 horas, que es cuando más da el sol".
Si tienes un bebé, intenta hacer actividades en la playa cuando no dé del todo el sol. Llevar tu propio sombraje en forma de tienda de campaña o de sombrilla puede ayudar, así como darles leche a los más pequeños y sorbitos de agua a los que son un poco más grandes.
Según la American Academy of Pediatrics, la protección solar es imprescindible tanto para los bebés como para los mayores, así que hay que echársela entre 15 y 30 minutos antes de exponerse al sol, y después cada dos horas. Ninguna crema es resistente al agua al 100% (aunque algunos digan lo contrario), por lo que conviene aplicarla de nuevo a los niños cuando salgan del agua.

“Los jóvenes banalizan las relaciones sexuales” granadahoy.com

Pedro García Aguado JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

–¿Cómo acaba un medallista olímpico poniendo a raya a jóvenes rebeldes?
–En 2003 me retiré del deporte para ingresar en un centro terapéutico para superar mi adicción a las drogas y al alcohol, y en 2008, dos años después de obtener el alta, empecé a trabajar en este mismo centro como monitor y terapeuta. En esta época escribí un libro, Mañana lo dejo, donde contaba mi historia. El libro llegó a las manos de una directora de programas de televisión y así acabé en la tele.
–¿Por qué aceptó?
–Cuando me propusieron ayudar a adolescentes en televisión pensé que si podía evitarle a un menor de edad todo lo que había sufrido yo por las drogas merecía la pena hacerlo, por eso acabé en Hermano mayor. Pero el programa no era lo que yo pensaba. Los chicos no eran adolescentes, tenían entre 18 y 23 años, y no todos los problemas estaban relacionados con las drogas, sino más bien con una educación inadecuada. De ahí nace el proyecto Aprender a educar, donde estoy metido ahora.
–¿A cuántas familias consiguió ayudar?
–Entre Hermano mayor y El campamento, ayudamos a cerca de 140 familias. Un 80% solucionaron sus problemas, el resto volvieron a las andadas, e incluso hubo padres que acabaron echando a sus hijos de casa.
–¿Hay algún caso que recuerde especialmente?
–Recuerdo a Juan, un chaval que pesaba más de 100 kilos y que conseguimos que se pusiera a dieta y que dejara de maltratar a su madre. El caso de Rosana, una joven con graves problemas de identidad sexual, que al final cambió de sexo y logró formar una familia. El de Aitor, un chaval de Bilbao con muchos problemas de drogas que no acabó bien. O el Jonathan, un joven que sufría mucho por cómo maltrataba a su madre pero que no sabía cómo relacionarse con ella sin agredirla.
–¿Cuál cree que es origen de todos estos problemas?
–El origen de muchos comportamientos tiránicos dentro del hogar tienen que ver con una educación inadecuada. Los padres educamos lo mejor que sabemos a nuestros hijos pero yo distingo entre el amor responsable y el irresponsable. Si le concedo todos sus deseos de forma inmediata, nunca le digo que no, le sobreprotejo para que no sufran y siempre estoy atento a sus necesidades, no le estoy enseñando ni a madurar ni a tolerar la frustración.
–¿Cuáles son los errores más comunes que cometen los padres?
–La sobreprotección mal entendida. No dejar que su hijo se quiebre o se frustre. Si de mayor le ocurre algo malo no sabrá manejarlo. Y, por otro lado, cuando los padres se desautorizan unos a otros, ya sea una pareja unida o separada. Esto es lo que más inestabilidad genera en los chavales porque al final no saben a qué atenerse. Tú no me lo das, pero me lo da el otro, y nunca encuentro límites.
"EDUCAR CONLLEVA FRUSTRACIÓN. LOS NIÑOS DEBEN SABER QUE HAY LÍMITES Y CONSECUENCIAS SI NO SE CUMPLEN"
–Antes los padres no necesitaban un método como el suyo para educar a sus hijos. ¿Qué ha cambiado?
–Ha habido un efecto péndulo y un cambio socioeducativo. Se piensa que todo lo que huele a viejo es rancio, autoritario y disciplinario, y lo rechazamos. Nos hemos equivocado, hay cosas que sí sirven. Creemos que nuestros hijos van a ser más felices con una educación más laxa, sin esfuerzo ni disciplina, y no es así. Educar conlleva frustración, los niños tienen que saber que hay límites y que si no se cumplen habrá consecuencias.
–¿En qué consiste el método Aprender a educar?
–Es un método de ocho sesiones con el que, una vez implementado, normalmente, se corrige el comportamiento del chico. También es importante hablar de este método como prevención. De momento estamos en Barcelona, Málaga, Zaragoza, Madrid, La Coruña y Sevilla, donde colaboramos con el Instituto Hispalense de Pediatría.
–¿Qué opina de los grupos de Whatsapp de padres?
–En Aprender a educar también tratamos este tema. Creo que tiene más cosas malas que buenas. Muchos padres se han convertido en la agenda de sus hijos. Si ellos no apuntan la tarea, cojo el móvil y les hago el trabajo sucio. Así no les enseño a ser responsables. Otra cosa que se hace en estos grupos es criticar salvajemente a los profesores, por lo que el mensaje que le estoy dando a mi hijo es que su profesor es muy malo y tiene derecho a suspender.
–¿Le resulta alarmante los casos de agresiones sexuales de menores a chicas?
–Aquí hay mucho que analizar. Los jóvenes tienen acceso a contenidos donde el sexo se frivoliza. Hoy los jóvenes banalizan las relaciones y las enfermedades sexuales, hay una falta de riesgo absoluta. Quizás por una educación inadecuada, buscan una satisfacción inmediata que les hace a veces comportarse como auténticos animales.
–¿La culpa es de los padres y de la educación dada?
–Si mi hijo entra en contacto con este tipo de contenido es porque yo no estoy pendiente de qué webs visita. Hace poco nos llamó una madre que decía que su hijo de 14 años era adicto al sexo, que estaba continuamente viendo películas porno en su habitación. Y yo me pregunto: quién le ha comprado el ordenador, quién se lo ha instalado en su habitación, quién le ha puesto wifi a toda velocidad, quién le ha comprado una pantalla enorme de plasma, quién no ha supervisado qué contenidos veía y en qué horarios. Creo que el origen de todos estos comportamientos es la falta de educación.