sábado, 23 de noviembre de 2013

"Ayala era más comprometido en sus escritos que Camus" granadahoy.com

La Fundación Ayala acogió ayer la proyección del documental 'Albert Camus (1913-1960): una tragédie du bonheur', con motivo del centenario del autor
G. CAPPA GRANADA
La escritora, ayer, en la Fundación Ayala.
El autor francés Albert Camus.
El intelectual granadino Francisco Ayala.
-¿Qué similitudes observa en los posicionamientos de Ayala y de Camus? 

-El dolor de la Guerra Civil española fue sin duda uno de los puntos comunes de ambos escritores. La Guerra Civil marcó profundamente a Camus debido a la represión del POUM a manos de los estalinistas, de ahí su rechazó a toda forma de totalitarismo. A los dos les tocó vivir los grandes conflictos del siglo XX, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil para Ayala, la de Argelia para Camus. Y luego el exilio, porque en cierto modo Camus vivió su estancia en Francia como un exilio. 

-Por contra, ¿cuáles eran las principales diferencias? 

-Francisco Ayala era mucho más comprometido en sus escritos. Los acontecimientos como la Guerra Civil tuvieron espacio en su obra. Sin embargo, Camus no escribió nada en sus novelas de la realidad de Argelia. Nada sobre los musulmanes con los que convivía. Tanto en El Extranjero como en La Peste describe un mundo de franceses en la colonia. Sólo en sus artículos periodísticos mostró su preocupación por lo que estaba ocurriendo pero nunca en la ficción. 

-¿Qué polémicas sigue suscitando la figura de Camus? 

-Sigue siendo complicado rendirle homenaje en Francia y en Argelia. En Francia tenemos un problema de memoria histórica también y la memoria colonial ha dejado muchas heridas maltrechas, tanto en la comunidad francesa como en la argelina. A Camus le ocurre un poco como a Azaña en España, que siendo de izquierda lo reivindica la derecha, sólo que la recuperación que pretenden hacer algunos de su figura está a las antípodas de lo que él era. 

-¿Las sociedades enfermas que retrataba tienen mucho que ver con la actual crisis? 

-Sí, probablemente. Las enfermedades siguen siendo las mismas. Las luchas de Camus contra la injusticia, las desigualdades sociales, la violencia, la pobreza que conoció muy bien siguen, por desgracia, vigentes. 

-En cuando al documental, ¿cual ha sido el criterio y que perfiles del autor se muestran? 

-El documental trata de ofrecer un enfoque más íntimo de la vida de Camus. Es obra de su íntimo amigo Jean Daniel y ofrece enfoques sobre su vida que son los tres ejes de su vida también: Argelia, su obra y su compromiso político. 

-¿Cómo encuadra su posicionamiento respecto al colonialismo con la situación actual de las ex colonias del Norte de África? 

-A mi juicio, lo que él quería para Argelia no era factible. Camus pensaba que los deseos de independencia de los argelinos habían surgido por las desigualdades sociales y que, una vez solucionadas estas, los argelinos no aspirarían a la independencia y se podría establecer un estado federal vinculado a Francia. No se sabe cómo habría evolucionado su pensamiento al respecto, puesto que murió antes del final de la guerra, pero era un hombre lo suficientemente justo para entender la realidad por muy desgarradora que fuera para él. 

-¿De qué manera se ha prostituido su mensaje con el paso de los años? 

-En lo que hablábamos antes, en la recuperación de sus palabras o de sus silencios por parte de grupos de derecha radicales que quieren convertirlo en el emblema de la Francia colonial. Camus fue muy coherente y muy claro en cuanto a su posicionamiento respecto a la guerra de Argelia. Condenaba a la administración colonial por mantener una situación de desigualdad y por el uso de la violencia hacia los argelinos y, del mismo modo, reprobaba al Frente de Liberación Nacional argelino por sus prácticas violentas. 

-Se opuso simultáneamente al cristianismo, al marxismo y al existencialismo, además de ser un convencido anarquista. ¿Un precursor de los antisistema? 

-Era sobre todo un hombre firme en sus compromisos. Un hombre de izquierda que luchó contra la izquierda precisamente porque asumía sus contradicciones que se inscribían en una profunda voluntad de justicia. No era necesariamente antisistema. Para él, el intelectual debía comprometerse en las luchas de su tiempo. pero no para un determinado partido. 

-Pasado el tiempo, parece que su figura resiste mejor el tiempo que la de Sartre, ¿es simplemente por su mayor calidad literaria o hay más razones? 

-En cuanto a la calidad intelectual, ambos eran unos pesos pesados. Probablemente Sartre resultara ser más duro, más radical y, por tanto, menos amable que Camus, hombre de dialogo y de desgarradores conflictos. 

-¿Quienes reivindican en Francia con más fuerza su pensamiento? 

-Los que aspiran a un mundo más justo... Los de siempre.

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