Una expedición de artistas encabezada por Juan Antonio Díaz, Ricardo García, Marite Vivaldi y José Manuel Darro participa en la Bienal de Arte de la ciudad italiana de Florencia
G. CAPPA GRANADA
Los artistas granadinos tienen este año un lugar preferente en la Bienal de Arte de Florencia que abre sus puertas esta semana. Junto a pintores de trayectoria consolidada como Juan Antonio Díaz, Ricardo García, Marite Vivaldi o José Manuel Darro, participarán en el encuentro una selección de Artistas UNDER30, un auténtico equipo de estudiantes licenciados en Bellas Artes de la UGR que, desde el 2008 hasta hoy, han recibido el premio Alonso Cano por sus trabajos en escultura, pintura, fotografía y tecnologías de la imagen.
De 2013 está Juan Javier Martínez, que con su cuadro titulado Cameo reúne fotogramas de un par de películas americanas. "Con ironía mezcla los colores y las escenas de una Navidad que no tienes fronteras y que fija como en un solo fotograma el hecho que se repite cada año", detaca el comisario de la muestra, Juan Hita. Mariana Piñar realiza un tour de force con una escultura titulada Espacio inhabitable, ligera y al mismo tiempo firme, "que recuerda los nidos de los pájaros". La sala de proyección de la Bienal contará con la obra de Álvaro Ortega y Manuel González titulada Lluvia, vapor y velocidad, "una auténtica apuesta de confianza en la tecnología del futuro para ambos artistas". Para la fotografía de este año también hay un tríptico de Adriá López que, en blanco y negro, recuerda ciertos pasajes de la modernidad que enlazan con los grandes nombres de la fotografía de moda: Gian Paolo Barbieri, Mario Giacomelli y Scianna.
De 2012, la escultura tótem de la exposición será la Armadura afrodita, de Javier Navarro Romero, "una auténtica disonancia muy bien conseguida por la originalidad y por los gruesos cuernos de color fucsia que adornan un maniquí lleno de tachuelas y una calavera verde con la frente pintada con la diana pintada en la frente", explica el comisario. En fotografía, Raquel López Delgado presenta su composición en horizontal Simetría fragmentada, donde trata con fuerza una arquitectura muy conocida por todos, el Palacio de Carlos V en la Alhambra. En el tríptico de Ohiana Cordero, titulado, Amantes, una especie de Kamasutra de los tiempos modernos,se suceden tres episodios señalados con dos registros. Traumtransmission, de Laura Wächter Tirado, es una animación en vídeo que representa una metamorfosis, la esencia del cine contada en una especie de animación dibujada que cuenta la historia de una deprimida un poco especial.
En la promoción de 2011 se encuentra Cristina Megía y su obra Landscape, una "sincera composición" que dirige su atención hacia la pintura americana de los años cincuenta, la de Edward Hooper.
De 2010 está la Silla para meditar de Rafael Santos Godoy, donde la escultura silla se transforma en una especie de pararrayos de las ideas, "como una Estación de Electricidad donde las palabras fluyen".
Del mismo año, Cristina Capilla Fernández retrata lo que parecen ser los trapos colgados en un tendedero que se agitan en el aire, sujetos por las pinzas a los hilos y formando figuras imprecisas. "En esto parece seguir aquel tipo de pintura abstracta que realizó Zóbel en un determinado momento de su carrera, donde la materia es la protagonista pero al mismo tiempo desaparece en la nada y se disuelve en el cielo infinito de un azul penetrante hasta los huesos".
Aida Inés Florido Berrocal (Conexiones XXX) y Helí García Martínez (Doble retrato ecuestre II), con una pareja de caballos y de caballeros que parece que forman parte del storyboard de una película de bandoleros, complentan la lista de 'atrevimientos' para la ciudad de los Médici que llega desde Granada con la marca de la UGR.
De 2013 está Juan Javier Martínez, que con su cuadro titulado Cameo reúne fotogramas de un par de películas americanas. "Con ironía mezcla los colores y las escenas de una Navidad que no tienes fronteras y que fija como en un solo fotograma el hecho que se repite cada año", detaca el comisario de la muestra, Juan Hita. Mariana Piñar realiza un tour de force con una escultura titulada Espacio inhabitable, ligera y al mismo tiempo firme, "que recuerda los nidos de los pájaros". La sala de proyección de la Bienal contará con la obra de Álvaro Ortega y Manuel González titulada Lluvia, vapor y velocidad, "una auténtica apuesta de confianza en la tecnología del futuro para ambos artistas". Para la fotografía de este año también hay un tríptico de Adriá López que, en blanco y negro, recuerda ciertos pasajes de la modernidad que enlazan con los grandes nombres de la fotografía de moda: Gian Paolo Barbieri, Mario Giacomelli y Scianna.
De 2012, la escultura tótem de la exposición será la Armadura afrodita, de Javier Navarro Romero, "una auténtica disonancia muy bien conseguida por la originalidad y por los gruesos cuernos de color fucsia que adornan un maniquí lleno de tachuelas y una calavera verde con la frente pintada con la diana pintada en la frente", explica el comisario. En fotografía, Raquel López Delgado presenta su composición en horizontal Simetría fragmentada, donde trata con fuerza una arquitectura muy conocida por todos, el Palacio de Carlos V en la Alhambra. En el tríptico de Ohiana Cordero, titulado, Amantes, una especie de Kamasutra de los tiempos modernos,se suceden tres episodios señalados con dos registros. Traumtransmission, de Laura Wächter Tirado, es una animación en vídeo que representa una metamorfosis, la esencia del cine contada en una especie de animación dibujada que cuenta la historia de una deprimida un poco especial.
En la promoción de 2011 se encuentra Cristina Megía y su obra Landscape, una "sincera composición" que dirige su atención hacia la pintura americana de los años cincuenta, la de Edward Hooper.
De 2010 está la Silla para meditar de Rafael Santos Godoy, donde la escultura silla se transforma en una especie de pararrayos de las ideas, "como una Estación de Electricidad donde las palabras fluyen".
Del mismo año, Cristina Capilla Fernández retrata lo que parecen ser los trapos colgados en un tendedero que se agitan en el aire, sujetos por las pinzas a los hilos y formando figuras imprecisas. "En esto parece seguir aquel tipo de pintura abstracta que realizó Zóbel en un determinado momento de su carrera, donde la materia es la protagonista pero al mismo tiempo desaparece en la nada y se disuelve en el cielo infinito de un azul penetrante hasta los huesos".
Aida Inés Florido Berrocal (Conexiones XXX) y Helí García Martínez (Doble retrato ecuestre II), con una pareja de caballos y de caballeros que parece que forman parte del storyboard de una película de bandoleros, complentan la lista de 'atrevimientos' para la ciudad de los Médici que llega desde Granada con la marca de la UGR.
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