martes, 2 de mayo de 2017

Aceite de palma: ¿Su consumo supone un riesgo real para la salud? Terra España

El uso del aceite de palma en la alimentación cada vez es más discutido por sus efectos sobre la salud


El aceite de palma es el más utilizado y consumido del mundo gracias a su precio económico y a su versatilidad , convirtiéndolo en la materia prima con la que se elaboran multitud de productos de la industria alimentaria. Sin embargo, su uso cada vez es más discutido por los efectos negativos sobre la salud y el impacto medioambiental de su producción.
En los últimos meses el debate sobre esta cuestión se ha encendido en España, después de que varias cadenas de supermercados pidieran a la industria que deje de usar el aceite de palma, llegando incluso a detener la venta de productos que contengan este tipo de aceite.
Rico en grasas saturadas, el aceite de palma parece lejos de ser una alternativa nutricional para seguir una dieta saludable. El ácido palmítico, uno de los componentes de esta grasa, eleva los niveles de colesterol malo y puede favorecer el desarrollo de enfermedades cardiovasculares , según advierte la OMS (Organización Mundial de la Salud).

¿Qué es el aceite de palma?

El aceite de palma es un aceite de origen vegetal que se obtiene del fruto de la palma aceitera, una planta originaria de África occidental que se introdujo en América y en Asia. Actualmente Malasia e Indonesia son los principales productores de este tipo de aceite.
El aceite crudo de palma, muy consumido en Asia, África o América Latina, es una rica fuente de vitamina A y de vitamina E.
Cuando se refina y pierde su carácter natural , se convierte en un material que aporta una consistencia idónea (carece de olor, tiene una textura untuosa y posee un efecto conservante) a bollería, chocolates, patatas fritas, helados, pizzas, margarinas, salsas y otros alimentos procesados. Y es ahí donde llegan las dudas sobre las implicaciones para la salud, con los contaminantes generados en ese proceso de refinamiento.
El aceite de palma está presente en multitud de alimentos procesados
Foto: iStock



Refinamiento

Según explica Markus Lipp, de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), salvo con el aceite de oliva virgen, en el procesamiento de los demás aceites se encuentran compuestos contaminantes, pero los mayores niveles se dan en el de palma.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó el año pasado un informe en el que advertía de la presencia de sustancias denominadas ésteres de ácidos grasos de glicidilo en el tratamiento de los aceites vegetales a altas temperaturas. Un contaminante con evidencias de ser cancerígeno, cuyo porcentaje, sin embargo, se encuentra en porcentajes muy bajos .
La presencia de estos contaminantes, aunque en muy bajas proporciones, necesita ser matizada. "Buscar contaminantes específicos en ese aceite no quiere decir necesariamente que todo lo demás no tenga riesgo", afirma Markus Lipp, quien señala que el peligro está en comer demasiado de aquellos alimentos que puedan contener sustancias contaminantes , y recuerda la necesidad de llevar una dieta equilibrada.

Conclusión

El aceite de palma está presente en un buen número de productos procesados de consumo habitual. Debido a su elevado nivel en grasas saturadas y a las evidencias de sustancias contaminantes en el proceso de refinamiento (cuyos riesgos para la salud están siendo estudiados), es recomendable limitar su consumo, llevando una alimentación variada .

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