martes, 2 de febrero de 2021

Uno de los científicos españoles más prestigiosos lanza un aviso sobre las FFP2 que todos deberíamos escuchar ElHuffPost

 

Fundamental para evitar los contagios.


GETTY
Un entrenador de fútbol alemán se coloca una FFP2.

Las mascarillas FFP2 están en boca de todos. De momento no de forma literal, pero sí en el centro del debate después de que algún país, como Austria, haya hecho obligatorio su uso en lugares como los transportes públicos y otras naciones estén debatiendo seguir los mismos pasos.

En España, Fernando Simón aseguró la semana pasada que no hay de momento ninguna postura al respecto, pero son muchos los expertos que advierten que las FFP2 no sirven de absolutamente nada si no se colocan y ajustan correctamente.

El último de ellos ha sido José Luis Jiménez, profesor de la universidad de Colorado (Estados Unidos) y uno de los grandes expertos mundiales en la transmisión por aerosoles. En un amplísimo hilo de Twitter, el científico subraya que, si hay huecos entre la cara y la mascarilla, al aire le es muy fácil entrar por ahí.

“Un hueco del 2% del área de la mascarilla deja pasar el 50% del aire sin filtrar!!”, advierte Jiménez, que subraya que el ajuste “es un problema muy gordo para el uso de las mascarillas para la población en general”. “Por huecos que nos parecen pequeños pasa la mitad de aire sin filtrar”, alerta.

En este sentido, explica que en los hospitales y centros de trabajo donde se usan las N95 / FFP2 para protegerse de amenazas como patógenos o polvo de sílice hay personas entrenadas para medir el ajuste a la cara midiendo fugas de aerosoles.

Por eso, Jiménez lamenta que “es difícil conseguir buen ajuste de N95, sobre todo en la nariz”. “Hay que trabajar bastante y ajustarse el hierro de la nariz muy bien para que selle de verdad”, advierte antes de recordar que un estudio que se llevó a cabo en Singapur reveló que sólo el 13% de las personas llevaba las N95, similares a las FFP2, bien puestas pese a que antes habían recibido instrucciones de cómo ponérselas.

“Por esa razón, dudo cuando hay gente que propone N95 / FFP2 para todos. Si se llevan mal, por su forma, pueden crear mas huecos que las de tela buenas, y al final funcionar peor. Hacen falta campanas intensivas de educación sobre ajuste, incluido en centros de trabajo etc”, afirma.

El científico lamenta que las FFP2 tienen “un problema de diseño”. Asegura que el material se escoge para filtrar bien, pero se le pide a ese mismo material que ajuste bien y eso es difícil. “Mejora importante: mascarillas ‘elastoméricas’, que usan material N95 para el filtro, y silicona para ajustar mejor”, apunta. De hecho, dice que cree que a medio plazo creo que se impondrán y las N95 actuales serán “una reliquia del pasado”.

Jiménez recomienda a los gobiernos que fabriquen las mejores mascarillas a gran escala y las distribuyan gratis y con educación. “Distribuir mascarillas de buena calidad a la población, y educar sobre su uso y ajuste seria muy eficaz para reducir los contagios. Y tendría un coste mucho más bajo que los confinamientos, gastos de sanidad, cierre de bares y restaurantes, daño general a la economía etc”, afirma.

En la misma línea que Jiménez se expresó la semana pasada uno de los principales virólogos de Alemania, Hendrik Streeck. En una entrevista en el periódico Abendzeitung, el científico explicó que ellos en el laboratorio utilizan las FFP2 o FFP3 para protegerse, pero lanza un aviso importante sobre ellas: “Tienes que usarlas correctamente, de lo contrario no dan mucha más protección que otras mascarillas”.

“Para mí, el principal problema es que muchas clínicas ni siquiera pueden proporcionar estas máscaras a todos sus empleados. En este contexto, no creo que sea sensato que todos los miembros de la población usen ahora estas máscaras, aunque no estén expuestos a un mayor riesgo de infección”, subrayó.

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