Al cumplir un año y un mes en el gobierno, el titular de Cultura hace un primer balance de las medidas que impulsa para estimular el consumo cultural, herido por la crisis y la subida del IVA
CHARO RAMOS
El Consejo de Gobierno del 25 de junio aprobará, previsiblemente, el inicio de trámite del anteproyecto de la Ley andaluza de mecenazgo, la ambiciosa propuesta cultural del departamento que dirige Luciano Alonso. El consejero, que se recupera de la rotura del tendón del cuádriceps de su pierna derecha, que obligó a intervenirle de urgencia tras regresar de la ceremonia de entrega del Premio Cervantes a Caballero Bonald, mantiene una intensa agenda en el apartamento que tiene alquilado en el casco histórico de Sevilla. Allí concedió al Grupo Joly esta entrevista, donde por primera vez hace balance del año transcurrido al frente de Cultura y Deporte.
-Se comprometió a modernizar la gestión cultural en su etapa de gobierno. ¿Le ha restado la crisis fuerza a ese imperativo?
-En absoluto. Prueba de ello es que en un año y un mes hemos preparado dos proyectos de ley rompedores. Esa frecuencia legislativa no es normal y menos en tiempos de crisis. El anteproyecto de Ley del Deporte inició su tramitación el pasado 5 de marzo. Y le hemos puesto fecha a la demandada ley de mecenazgo, que iniciará su trámite como anteproyecto de ley en junio y confiamos remitir como proyecto de ley al Parlamento andaluz en marzo de 2014. Las medidas que hemos tomado, a través del Pacto por la Cultura, que es un acuerdo con los sectores sociales y el fruto de encuentros con más de 500 representantes, van a garantizar la supervivencia de muchas empresas y trabajadores del sector. Cuando la ley de mecenazgo esté aprobada en Andalucía, será un modelo a seguir por otras comunidades autónomas y por el Estado. Se llamará probablemente Ley de medidas de impulso a la actividad cultural.
-Usted, aunque vecino de Málaga, nació en Extremadura. ¿Mejorará Andalucía las medidas que promete José Antonio Monago?
-Lo de Extremadura ni siquiera es una ley y hay notables diferencias con nuestras medidas. La primera es que Extremadura plantea una subvención de las administraciones públicas a las empresas para que no le repercuta a sus clientes el 21%, y palíen con esa ayuda pública el coste que le significa. Tan sólo se trata de un parche que no soluciona los problemas reales. No todas las empresas pueden acogerse a esta medida, sujeta a los fluctuantes presupuestos de la administración, y serán las grandes empresas culturales y no las pymes o autónomos las que puedan adelantar esa inversión. Pero además no contempla al ciudadano, la prioridad de nuestra ley, ni vincula a quien de todas maneras va a sufragar el IVA cultural bien en taquilla o través de los presupuestos de la comunidad.
-¿Cuáles son las grandes novedades de la ley andaluza?
-La ley española actual, de 2002, sólo cuenta con un consenso: todos creen que está desfasada, que es una apuesta de arte povera que sólo se aplica a entidades sin ánimo de lucro, principalmente fundaciones. No está al nivel de las legislaciones europeas (por ejemplo, Francia, donde se prevén deducciones del 60% para sociedades) ni refleja el fenómeno del micromecenazgo. Nosotros, para estimular la actividad cultural, incluimos en el anteproyecto medidas de desgravación en el IRPF a través de deducciones en la cuota autonómica. Así, proponemos la deducción del 12% de los primeros 2.000 euros donados a empresarios de la cultura para la realización de sus actividades o la deducción del 100% para los primeros 200 euros donados para tales fines a fundaciones y consorcios participados por la administración pública; también se incentivará la transmisión de empresas culturales mediante donaciones o legados. Y se estimulará el consumo: el ciudadano podrá deducir, de la cuota autonómica, la compra de un libro, una obra de arte o la entrada de acceso a los cines.
-También planteó un nuevo modelo de gestión para las cuatro orquestas andaluzas. ¿Qué pasos se han dado al respecto?
-El objetivo de la Consejería es que la música se acerque al mayor número de andaluces, teniendo en cuenta que hay cuatro provincias (Cádiz, Huelva, Almería y Jaén) que no tienen orquestas. Se ha iniciado una modernización de la estructura y de las actividades para favorecer el trabajo conjunto, reducir costes y ampliar territorio. En junio se suscribirá el primer convenio de colaboración recíproca entre orquestas, resultado de un grupo de trabajo en el que participaron los gerentes de las cuatro orquestas y los concejales de Cultura de Málaga, Sevilla, Granada y Córdoba. Una de las novedades es una bolsa de contratación para negociar la contratación de solistas, el alquiler de partituras y producciones, de modo que se puedan hacer ofertas conjuntas y conseguir rebajas. Los gerentes de Córdoba y Granada ya se han nombrado por concurrencia, con fijos salariales austeros e incentivos en función del patrocinio que consigan. Así se elegirá también al director artístico de la orquesta de Granada. Y hemos dado voz en esos debates a los representantes de los comités de empresa. Se ha acabado el que uno solo decide cómo es esto: todos los actores van a opinar, esa complicidad es esencial para nosotros. Además, los músicos de la OJA harán prácticas en Málaga y Córdoba y, próximamente, en Sevilla y Granada. No queremos que la suya sea una formación de salón, sino que actúen en la temporada de los auditorios.
-El sector de las artes escénicas se manifestó por la restauración del circuito de espacios escénicos andaluces, que desapareció en julio. ¿Qué respuestas da el Pacto por la Cultura a este colectivo, uno de los más afectados por la subida del IVA del 8% al 21%?
-El programa Enrédate, que entre marzo y abril ha recibido solicitudes de 800 compañías y 1.700 proyectos artísticos. Evaluamos y seleccionamos con los ayuntamientos un catálogo de esos espectáculos, que se adapte a las dimensiones y necesidades de sus teatros, y que pagaremos al 50% con los municipios. Al menos uno de los montajes seleccionados deberá ser de danza y otro de circo, como medida de discriminación positiva. También se ha recuperado el circuitoAbecedaria, que está ya convocado. Después del verano saldrá la convocatoria para el programa de Compañías Residentes con los ayuntamientos. Y para estimular la programación de las pequeñas salas privadas sacaremos en junio la convocatoria del programa Exhíbete.
-¿Qué analizará el II Congreso Internacional del Flamenco?
-Se celebrará en Córdoba hacia el 16 de noviembre, Día Nacional del Flamenco, y estudiará la internacionalización del arte jondo, cómo vincularlo a Extenda para que sea una actividad exportable y cómo superar los mercados tradicionales. El 10 de mayo, además, salió en BOJA la convocatoria para la I Muestra de Flamenco del Teatro Central, donde las compañías irán a taquilla y podrán presentar sus nuevos proyectos. Esta iniciativa no compite ni con Flamenco Viene del Sur ni con la Bienal que, por cierto, sigue sin dirección. Nosotros pusimos ahí 316.500 euros entre aportación directa (100.000), cesión de espacios y el caché del Ballet Flamenco de Andalucía; al Festival de Jerez, con esa fórmula, le dimos 160.000. Nuestro compromiso con la Bienal sigue siendo válido pero donde ponemos dinero queremos participar en la programación e incluso en elección de la dirección. Aún no sabemos, por cierto, cuánto dinero puso el Consistorio sevillano en la pasada Bienal.
-La puesta en marcha de la marca Teatros Romanos de Andalucía contrasta con la situación del impresionante recinto de Cádiz, que lleva más de dos años cerrado. ¿Veremos avances ahí?
-En este momento los informes técnicos sólo nos permiten hacer actividades culturales en los teatros romanos de Baelo Claudia e Itálica. La semana que viene sacaremos a concurso las actividades para ambos, que no sólo serán escénicas, sino también educativas, de visitas guiadas... Estamos a la espera de los informes técnicos del teatro romano de Málaga. En cuanto al teatro romano de Cádiz, las obras se reanudaron el 6 de mayo y se espera que concluyan a finales de 2013.
-La celebración del centenario de Itálica como monumento nacional pasó de largo en la oscuridad. ¿Han previsto algo para el 101 aniversario del yacimiento?
-Queremos desarrollar allí también el programa Itálica Accesible, que incluirá el diseño de una aplicación para dispositivos móviles, la ampliación del área visitable con la puesta en valor del sector Traianeum-Cañada Honda y la apertura de nuevos espacios en el itinerario.
-Del 1 de junio al 15 de septiembre, los museos andaluces cerrarán por la tarde en las localidades costeras y del interior. ¿No teme frenar así las visitas estivales?
-La normativa que sacó el Gobierno de la nación nos impide la sustitución de vacantes, el pago de extraordinarias y cubrir jubilaciones. Con esta medida hemos intentado compatibilizar la vida profesional y personal, y responder al estudio de la demanda, que demuestra que los días con más visitas son los domingos y festivos porque el museo andaluz tiene connotaciones familiares. El horario estival será de 9:00 a 15:30 de martes a sábado y los domingos y festivos de 10:00 a 17:00. Se amplían por tanto los festivos y fines de semana, en sintonía con la UE.
-El acceso de los ciudadanos al patrimonio eclesiástico declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y restaurado con fondos andaluces ha sido otro tema de debate en su primer año en Cultura. Reactivó la comisión mixta para analizar el incumplimiento de la normativa de visitas tras ciertas denuncias de particulares.
-Hemos invertido entre 2007 y 2011 casi 40 millones de euros en la restauración y mantenimiento del patrimonio eclesiástico. Si no fuera por la intervención de la Junta muchos de esos templos se habrían caído. Pero la ley no se negocia y establece que, cuando se trate de edificios BIC, se permitirán las visitas públicas y gratuitas al menos cuatro días al mes, en días y horas señalados, una información que debe ser pública y accesible. Hemos reunido la comisión mixta y permanente y hemos visto que en algunos casos han querido coger atajos, remitiendo a sitios digitales o informaciones tímidas. Mi mensaje es muy claro: si la normativa se esquiva o incumple, en aplicación del artículo 114 de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, vamos a imponer sanciones a la Iglesia. Y las infracciones leves contemplan multas de hasta 100.000 euros.
-En Jerez, sin embargo, la Junta parece haberse desentendido de la protección de la iglesia de Santiago, que se comprometió a restaurar. ¿Qué puede decir de ella?
-Hasta el día de hoy la Junta ha invertido en solitario 2,5 millones de euros en la restauración de Santiago. Las obras están ejecutadas al 86% y sólo quedan por pagar 38.000 euros. Invito al titular del edificio, la iglesia, a complementar ese esfuerzo presupuestario. Es curioso que sólo se insulte a quienes han invertido en ese templo.
-El audiovisual andaluz es otro de los pilares del Pacto por la Cultura en Andalucía, hasta el punto de que va a reivindicar al Gobierno de Rajoy la transferencia completa de competencias en materia audiovisual. Sin embargo, los festivales de cine de la comunidad reciben cada vez menos presupuesto de la Consejería. ¿Cómo piensa revertir la tendencia?
-A día de hoy esta Consejería no debe un solo euro al Festival Iberoamericano de Huelva, algo que no puede decir el Ayuntamiento de esa ciudad. Con respecto a los festivales de Granada (Cines del Sur), Europeo de Sevilla y Español de Málaga, vamos a trabajar ofreciéndoles producciones audiovisuales andaluzas, aportando recursos propios, porque el cine andaluz, como vimos en los Goya, es uno de los más interesantes de Europa y los festivales, además de plataformas de exhibición, deben ser también oportunidades de negocio.
-Se comprometió a modernizar la gestión cultural en su etapa de gobierno. ¿Le ha restado la crisis fuerza a ese imperativo?
-En absoluto. Prueba de ello es que en un año y un mes hemos preparado dos proyectos de ley rompedores. Esa frecuencia legislativa no es normal y menos en tiempos de crisis. El anteproyecto de Ley del Deporte inició su tramitación el pasado 5 de marzo. Y le hemos puesto fecha a la demandada ley de mecenazgo, que iniciará su trámite como anteproyecto de ley en junio y confiamos remitir como proyecto de ley al Parlamento andaluz en marzo de 2014. Las medidas que hemos tomado, a través del Pacto por la Cultura, que es un acuerdo con los sectores sociales y el fruto de encuentros con más de 500 representantes, van a garantizar la supervivencia de muchas empresas y trabajadores del sector. Cuando la ley de mecenazgo esté aprobada en Andalucía, será un modelo a seguir por otras comunidades autónomas y por el Estado. Se llamará probablemente Ley de medidas de impulso a la actividad cultural.
-Usted, aunque vecino de Málaga, nació en Extremadura. ¿Mejorará Andalucía las medidas que promete José Antonio Monago?
-Lo de Extremadura ni siquiera es una ley y hay notables diferencias con nuestras medidas. La primera es que Extremadura plantea una subvención de las administraciones públicas a las empresas para que no le repercuta a sus clientes el 21%, y palíen con esa ayuda pública el coste que le significa. Tan sólo se trata de un parche que no soluciona los problemas reales. No todas las empresas pueden acogerse a esta medida, sujeta a los fluctuantes presupuestos de la administración, y serán las grandes empresas culturales y no las pymes o autónomos las que puedan adelantar esa inversión. Pero además no contempla al ciudadano, la prioridad de nuestra ley, ni vincula a quien de todas maneras va a sufragar el IVA cultural bien en taquilla o través de los presupuestos de la comunidad.
-¿Cuáles son las grandes novedades de la ley andaluza?
-La ley española actual, de 2002, sólo cuenta con un consenso: todos creen que está desfasada, que es una apuesta de arte povera que sólo se aplica a entidades sin ánimo de lucro, principalmente fundaciones. No está al nivel de las legislaciones europeas (por ejemplo, Francia, donde se prevén deducciones del 60% para sociedades) ni refleja el fenómeno del micromecenazgo. Nosotros, para estimular la actividad cultural, incluimos en el anteproyecto medidas de desgravación en el IRPF a través de deducciones en la cuota autonómica. Así, proponemos la deducción del 12% de los primeros 2.000 euros donados a empresarios de la cultura para la realización de sus actividades o la deducción del 100% para los primeros 200 euros donados para tales fines a fundaciones y consorcios participados por la administración pública; también se incentivará la transmisión de empresas culturales mediante donaciones o legados. Y se estimulará el consumo: el ciudadano podrá deducir, de la cuota autonómica, la compra de un libro, una obra de arte o la entrada de acceso a los cines.
-También planteó un nuevo modelo de gestión para las cuatro orquestas andaluzas. ¿Qué pasos se han dado al respecto?
-El objetivo de la Consejería es que la música se acerque al mayor número de andaluces, teniendo en cuenta que hay cuatro provincias (Cádiz, Huelva, Almería y Jaén) que no tienen orquestas. Se ha iniciado una modernización de la estructura y de las actividades para favorecer el trabajo conjunto, reducir costes y ampliar territorio. En junio se suscribirá el primer convenio de colaboración recíproca entre orquestas, resultado de un grupo de trabajo en el que participaron los gerentes de las cuatro orquestas y los concejales de Cultura de Málaga, Sevilla, Granada y Córdoba. Una de las novedades es una bolsa de contratación para negociar la contratación de solistas, el alquiler de partituras y producciones, de modo que se puedan hacer ofertas conjuntas y conseguir rebajas. Los gerentes de Córdoba y Granada ya se han nombrado por concurrencia, con fijos salariales austeros e incentivos en función del patrocinio que consigan. Así se elegirá también al director artístico de la orquesta de Granada. Y hemos dado voz en esos debates a los representantes de los comités de empresa. Se ha acabado el que uno solo decide cómo es esto: todos los actores van a opinar, esa complicidad es esencial para nosotros. Además, los músicos de la OJA harán prácticas en Málaga y Córdoba y, próximamente, en Sevilla y Granada. No queremos que la suya sea una formación de salón, sino que actúen en la temporada de los auditorios.
-El sector de las artes escénicas se manifestó por la restauración del circuito de espacios escénicos andaluces, que desapareció en julio. ¿Qué respuestas da el Pacto por la Cultura a este colectivo, uno de los más afectados por la subida del IVA del 8% al 21%?
-El programa Enrédate, que entre marzo y abril ha recibido solicitudes de 800 compañías y 1.700 proyectos artísticos. Evaluamos y seleccionamos con los ayuntamientos un catálogo de esos espectáculos, que se adapte a las dimensiones y necesidades de sus teatros, y que pagaremos al 50% con los municipios. Al menos uno de los montajes seleccionados deberá ser de danza y otro de circo, como medida de discriminación positiva. También se ha recuperado el circuitoAbecedaria, que está ya convocado. Después del verano saldrá la convocatoria para el programa de Compañías Residentes con los ayuntamientos. Y para estimular la programación de las pequeñas salas privadas sacaremos en junio la convocatoria del programa Exhíbete.
-¿Qué analizará el II Congreso Internacional del Flamenco?
-Se celebrará en Córdoba hacia el 16 de noviembre, Día Nacional del Flamenco, y estudiará la internacionalización del arte jondo, cómo vincularlo a Extenda para que sea una actividad exportable y cómo superar los mercados tradicionales. El 10 de mayo, además, salió en BOJA la convocatoria para la I Muestra de Flamenco del Teatro Central, donde las compañías irán a taquilla y podrán presentar sus nuevos proyectos. Esta iniciativa no compite ni con Flamenco Viene del Sur ni con la Bienal que, por cierto, sigue sin dirección. Nosotros pusimos ahí 316.500 euros entre aportación directa (100.000), cesión de espacios y el caché del Ballet Flamenco de Andalucía; al Festival de Jerez, con esa fórmula, le dimos 160.000. Nuestro compromiso con la Bienal sigue siendo válido pero donde ponemos dinero queremos participar en la programación e incluso en elección de la dirección. Aún no sabemos, por cierto, cuánto dinero puso el Consistorio sevillano en la pasada Bienal.
-La puesta en marcha de la marca Teatros Romanos de Andalucía contrasta con la situación del impresionante recinto de Cádiz, que lleva más de dos años cerrado. ¿Veremos avances ahí?
-En este momento los informes técnicos sólo nos permiten hacer actividades culturales en los teatros romanos de Baelo Claudia e Itálica. La semana que viene sacaremos a concurso las actividades para ambos, que no sólo serán escénicas, sino también educativas, de visitas guiadas... Estamos a la espera de los informes técnicos del teatro romano de Málaga. En cuanto al teatro romano de Cádiz, las obras se reanudaron el 6 de mayo y se espera que concluyan a finales de 2013.
-La celebración del centenario de Itálica como monumento nacional pasó de largo en la oscuridad. ¿Han previsto algo para el 101 aniversario del yacimiento?
-Queremos desarrollar allí también el programa Itálica Accesible, que incluirá el diseño de una aplicación para dispositivos móviles, la ampliación del área visitable con la puesta en valor del sector Traianeum-Cañada Honda y la apertura de nuevos espacios en el itinerario.
-Del 1 de junio al 15 de septiembre, los museos andaluces cerrarán por la tarde en las localidades costeras y del interior. ¿No teme frenar así las visitas estivales?
-La normativa que sacó el Gobierno de la nación nos impide la sustitución de vacantes, el pago de extraordinarias y cubrir jubilaciones. Con esta medida hemos intentado compatibilizar la vida profesional y personal, y responder al estudio de la demanda, que demuestra que los días con más visitas son los domingos y festivos porque el museo andaluz tiene connotaciones familiares. El horario estival será de 9:00 a 15:30 de martes a sábado y los domingos y festivos de 10:00 a 17:00. Se amplían por tanto los festivos y fines de semana, en sintonía con la UE.
-El acceso de los ciudadanos al patrimonio eclesiástico declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y restaurado con fondos andaluces ha sido otro tema de debate en su primer año en Cultura. Reactivó la comisión mixta para analizar el incumplimiento de la normativa de visitas tras ciertas denuncias de particulares.
-Hemos invertido entre 2007 y 2011 casi 40 millones de euros en la restauración y mantenimiento del patrimonio eclesiástico. Si no fuera por la intervención de la Junta muchos de esos templos se habrían caído. Pero la ley no se negocia y establece que, cuando se trate de edificios BIC, se permitirán las visitas públicas y gratuitas al menos cuatro días al mes, en días y horas señalados, una información que debe ser pública y accesible. Hemos reunido la comisión mixta y permanente y hemos visto que en algunos casos han querido coger atajos, remitiendo a sitios digitales o informaciones tímidas. Mi mensaje es muy claro: si la normativa se esquiva o incumple, en aplicación del artículo 114 de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, vamos a imponer sanciones a la Iglesia. Y las infracciones leves contemplan multas de hasta 100.000 euros.
-En Jerez, sin embargo, la Junta parece haberse desentendido de la protección de la iglesia de Santiago, que se comprometió a restaurar. ¿Qué puede decir de ella?
-Hasta el día de hoy la Junta ha invertido en solitario 2,5 millones de euros en la restauración de Santiago. Las obras están ejecutadas al 86% y sólo quedan por pagar 38.000 euros. Invito al titular del edificio, la iglesia, a complementar ese esfuerzo presupuestario. Es curioso que sólo se insulte a quienes han invertido en ese templo.
-El audiovisual andaluz es otro de los pilares del Pacto por la Cultura en Andalucía, hasta el punto de que va a reivindicar al Gobierno de Rajoy la transferencia completa de competencias en materia audiovisual. Sin embargo, los festivales de cine de la comunidad reciben cada vez menos presupuesto de la Consejería. ¿Cómo piensa revertir la tendencia?
-A día de hoy esta Consejería no debe un solo euro al Festival Iberoamericano de Huelva, algo que no puede decir el Ayuntamiento de esa ciudad. Con respecto a los festivales de Granada (Cines del Sur), Europeo de Sevilla y Español de Málaga, vamos a trabajar ofreciéndoles producciones audiovisuales andaluzas, aportando recursos propios, porque el cine andaluz, como vimos en los Goya, es uno de los más interesantes de Europa y los festivales, además de plataformas de exhibición, deben ser también oportunidades de negocio.
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