La familia de un pequeño con parálisis cerebral inicia una campaña para reunir 4.000 euros para el material ortopédico
CRISTINA BUSTOS | SALOBREÑA.
La hermana de Raúl posa con él y apela a la solidaridad de los vecinos de la Costa. :: JAVIER MARTÍN
Raúl tiene nueve años y, desde pocas horas después de nacer, sufre una parálisis cerebral que, junto con el padecimiento de otras dos enfermedades de las denominadas raras, lo tiene postrado en una cama. No ve, no habla y no puede andar por lo que toda ayuda para hacer más llevadera la vida de este niño salobreñero es poca y, para ello, su familia se ha puesto manos a la obra en la recolección de tapones de plástico para subvencionar el material ortopédico que necesita Raúl.
La iniciativa nació de sus hermanos mayores que, tras años de cuidados al pequeño, lanzaron un grito de socorro a Alicia Rodríguez, miembro de la asociación de organización de eventos solidarios Xalubania. En apenas unas horas, los kilos de plástico comenzaron a amontonarse y la solidaridad de la gente de la Villa salió a relucir. Raúl ya duerme en su cama articulada, donación de una vecina, y cuenta con una hamaca para poder estar sentado de manera correcta, regalo por la hija de la primera vecina junto con un grupo de amigas.
Las necesidades del niño, sin embargo, son muchas y el material que queda por comprar cuesta casi cuatro mil euros. La familia aún tiene que comprar una grúa, un cojín viscolástico, una silla para el coche y otra de posición. La recopilación de tapones para poder hacer frente a estos gastos está en marcha y, por ello, la familia hace un llamamiento: «Por favor, que nadie tire el plástico, que lo guarden y lo lleve a los puntos de recogida», pide la hermana de Raúl y responsable de toda esta iniciativa, Cristina Alabarce.
La madre de Lidia Rodríguez, otra de las niñas que recogió tapones para comprar el material ortopédico, les ha donado alrededor de mil kilos que están almacenados en Granada. El área de Bienestar Social del Ayuntamiento quiso poner su granito de arena y ha cedido un local a la familia de Raúl para que puedan guardar los tapones hasta que alguna empresa de transporte les ayude trasladar el plástico a la planta de reciclaje.
Los beneficios del concierto de mayores de primavera que cada año se celebra en la Villa se destinarán a mejorar la vida del niño. «Todo el que quiera puede colaborar, cada uno con lo que pueda para recaudar todos los fondos posibles», comentó la concejala, María José García.
La accesibilidad de la casa en la que vive la familia de Raúl es bastante reducida y hace casi imposible que el niño pueda salir de ella. Para remediar esto, los padres han puesto en venta la vivienda situada en el Casco Antiguo de Salobreña. En engranaje ya ha comenzado a rodar. A partir de ahora es imprescindible la ayuda de todos para hacer la vida del pequeño Raúl lo más cómoda y feliz posible, él se lo merece.
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