Especialistas y voluntarios realizarán estudios de presencia de lepidópteros en diversos ecosistemas de la media y alta montaña
JUAN ENRIQUE GÓMEZ | GRANADA
Foto.:: JUAN ENRIQUE GÓMEZ
No todas son iguales y algunas de ellas únicas en el mundo., La disposición de los puntitos negros que se encuentran en la parte posterior de las alas de los licénidos (pequeñas mariposas, generalmente de color azul, los machos y marrones las hembras) distinguen unas especies de otras, sirven para determinar, por ejemplo, si se trata de la protegida y única Niña de Sierra Nevada (Polyonmatus golgus), o estamos ante una Polyommatus bellargus alfacariensis, también muy escasa, pero no es endémica de las montañas más altas de la península. Detalles como esos son los que un grupo de especialistas en lepidopterología y voluntarios se esfuerzan en asimilar para poder realizar el trabajo que se les ha encomendado en cuanto vuelva el buen tiempo y a lo largo de todo el verano.
Es parte de las actividades a desarrollar en la denominada Red de Seguimiento de Mariposas diurnas de Sierra Nevada, por parte de la Consejería de Medio Ambiente y el Observatorio del Cambio Global. José Miguel Barea, técnico de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, junto al conservador del Espacio Natural, Ignacio Henares, y los especialistas en lepidópteros, Javier García Olivares y Jorge Garzón, coordinan un curso que el pasado fin de semana tenía su parte teórica y experiencias en el campo, en las riberas del Genil, como iniciación de lo que, día a día, los voluntarios se van a encontrar en los senderos y caminos de la Sierra.
«Hemos creado una serie de recorridos, transectos, en los que cada grupito de observadores contabilizará las especies y los datos significativos que se den en cada momento, de forma que podamos establecer pautas», dice José Miguel Barea. Estos transectos, de los que se pretenden realizar cuatro o cinco fijos desde ahora hasta el final del verano, se suman a los nueve que ya se recorren desde hace unos años por parte de especialistas en diversas zonas de la sierra y que han aportado datos de gran interés en la evolución del clima y las especies. «Estas informaciones son utilizadas para conocer factores que influyen en el cambio climático, ya que las mariposas son bioindicadores perfectos de la evolución del clima», dicen.
121 especies de lepidópteros diurnos
En Sierra Nevada hay citadas 121 especies de mariposas diurnas, algunas tan emblemáticas como la Parnassius apollo nevadensis, o la Agriades Zullichi, que junto a la Niña de la Sierra, (Polyonmatus golgus) permiten trazar la huella del cambio climático, y otras que nos permiten saber qué ocurre en canchales, pedregales, bosques del macizo y todos sus ecosistemas.
La revista de naturaleza de IDEAL, Waste Magazine, publica el reportaje completo, vídeos, fotos y una completa guía de mariposas de Sierra Nevada, en la direcciónhttp://waste.ideal.es/mariposasdesierranevada.htm
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