El Auditorio del Generalife acoge del 31 de julio al 31 de agosto una nueva edición del ciclo flamenco de la Consejería de Cultura que estará protagonizado por los bailaores Manuel Liñán y La Moneta.
G. CAPPA GRANADA / JUAN PINILLA GRANADA / JUAN PINILLA GRANADA
Fuensanta La Moneta todavía tiene el equipaje sin deshacer después de regresar de Japón y Manuel Liñán, tras la rueda de prensa, se marcha rápido tirando de unatroller porque tiene que ir a Sevilla y en los próximos días se marcha a actuar Israel. Es un ejemplo de que el espectáculo Duende que protagonizan los dos bailaores granadinos -que estará en el Auditorio del Generalife del 31 de julio al 31 de agosto- es una obra con un carácter muy granadino "pero con vocación de universalidad", como puntualizó ayer en la presentación María del Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife. Duende protagoniza la undécima edición del ciclo Lorca y Granada y es un espectáculo producido por Teatro de la Zambra, la empresa granadina que dirige Raúl Comba que ganó el concurso público organizado por la Consejería de Cultura. La obra gira en torno a los tres pilares fundamentales de la cultura granadina del siglo XX: Federico García Lorca, Manuel de Falla y Enrique Morente. "Pero también hay guiños a personajes desconocidos para el gran público como Frasquito Yerbabuena o El Ovejilla, además de fenómenos como las zambras del Sacromonte", apuntó ayer en la presentación Raúl Comba, flamante productor de Duende después de ser elegido mediante un procedimiento de licitación pública "asegurando los principios de concurrencia pública y transparencia", aseguró Ana Gámez, delegada de Educación, Cultura y Deporte.
Por su parte, Comba -que además de la producción se encarga del diseño del vestuario- insistió en que Granada vive una "edad de oro" del flamenco con primeras figuras en baile, cante y toque. "Esta tierra es el otro gran territorio flamenco de Andalucía, pero tiene que ponerse en valor", resaltó el productor granadino que cuenta en su currículum con un Giraldillo de la Bienal de Sevilla a la mejor producción.
En cuanto a los artistas que veranearán en el escenario del Generalife, tanto La Moneta como Manuel Liñán coinciden en que es un "sueño" protagonizar el ciclo Lorca y Granada que, en ediciones anteriores, ha contado con Antonio Gades, Blanca Li, Cristina Hoyos o Eva Yerbabuena. Para la bailaora del Zaidín, todos los que participan en la obra comparten la misma idea del flamenco. "Morente entendió como nadie a Lorca y supo transmitir su obra dejando joyas del flamenco", apuntó La Moneta. "Queríamos plasmar la relación de Lorca con el arte jondo, mostrar el bien que le hizo porque el público y los artistas, a veces, no saben valorar la aportación de Lorca y cómo contribuyó al estatus actual del flamenco", continuó.
Por su parte, Manuel Liñán, que acaba de ganar el premio Max de las Artes Escénicas como Mejor Intérprete de Danza, afirmó que todo el espectáculo "huele a Granada". "Nos hace especial ilusión dirigirnos a Lorca, Falla y Morente a través del flamenco y como intérpretes y coreógrafos", señaló por su parte el bailaor criado en un barrio en principio tampoco flamenco como la Bola de Oro.
Junto a ellos estará un elenco de artistas que en esta ocasión dan un paso atrás en el escenario pero que llevan ya años presentando espectáculos propios, caso de la bailaora Lucía Guarnido, que el pasado fin de semana estrenó su último proyecto en el Isabel la Católica y que este verano formará parte del cuerpo de baile junto a Anabel Moreno, Eva Esquivel o Raimundo Benítez, entre otros. Como director musical figura el guitarrista granadino Luis Mariano, que se da además el lujo de que su nombre figure como autor de la música del espectáculo junto a Manuel de Falla y Enrique Morente. Y entre el coro de cantaores, la voz inconfundible de Jaime El Parrón, además de la presencia de Lola Greco y Javier Latorre como artistas invitados.
Al frente de las tramoyas estará Emilio Goyanes, también ganador de un Max en 2009 y que se encargará de la puesta en escena de Duende. En total, más de ochenta personas entre el personal de Teatro de la Zambra y el que aporta la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, como puntualizó Mariano Sánchez Pantoja, coordinador del Teatro Alhambra.
El espectáculo sigue las pautas y valores que marcó el poeta Federico García Lorca en su conferencia sobre la Arquitectura del Cante Jondo y el desarrollo del flamenco en el siglo XX. Desde hace once años el programa Lorca y Granada en los Jardines del Generalife es la apuesta de la Consejería de Cultura y Deporte para "generar las sinergias que la sociedad espera del mundo de la cultura: con sus artistas, con sus industrias culturales, con el sector hotelero, con sus servicios turísticos y sobre todo con su gente", apuntan los organizadores sobre un ciclo que ha sido reconocido con el Premio Prestigio Turístico de Granada en su categoría de Mejor Espectáculo Turístico.
La edición 2013 del programa contará con un total de 30 funciones. Desde el 23 de julio al 31 de agosto, salvo los domingos y los lunes por descanso de la compañía, habrá representación todos los días a las 22.00 horas. De forma excepcional no habrá función el sábado 10 de agosto pero se pasará al lunes 12. Será uno de los pocos respiros que tenga el Duende este verano.
Raúl Comba (i), Manuel Liñán, María del Mar Villafranca, La Moneta, Ana Gámez y Luis Mariano.
Manuel Liñán nació para el baile. Hay artistas que nacen y otros que se hacen, Liñán, nació. Su primer apellido es Arroyo, y renace de Badajoz. Su padre fue torero y su tía Curra Arroyo cantó flamenco y copla. Su ascendencia materna nos lleva hasta un hermoso paraje entre Montefrío y Alcalá la Real, conocido como Las Gavilanas. Su bautismo artístico, como en tantas ocasiones, corrió a cargo de Francisco Manuel Díaz, quien acordó que, de escoger el mundo del flamenco y no el del toro, Liñán sería su apellido artístico por emulación y homenaje a Manuel Martín Liñán, mecenas del flamenco, padre de la actual Peña de La Platería. Pero el nombre, que es como una piedra que se lanza al aire, ese espacio no visto donde gravita lo artístico, acaba por adquirir la fuerza del que lo ejerce, y Liñán es una marca registrada entre los más destacados bailaores que ha parido el siglo XX.
Ahora que está recibiendo los reconocimientos que, a nuestro juicio, merece desde hace tiempo, ahora que todo el mundo se apunta a la moda Liñán, los que siempre hemos creído en él, no podemos más que sentir una enorme alegría al comprobar como su progreso es agigantado, continúa en linea ascendente y dicta las pautas que suscriben un gran número de nuevos talentos del baile que ven en él todo un referente.
Pocos bailaores han cosechado una trayectoria tan brillante en tan poco tiempo. Su creatividad no tiene límites: coreografía, compone, da clases magistrales, baila, y todo dentro de una caligrafía impecable, un estilo poético, lírico, onírico, sin precedentes, donde cada movimiento permanece en el aire dejando una estela de inefable exquisitez. Manuel Liñán es único, y como tal lo están reconociendo. Nació en el Realejo, aprendió en academias desde muy niño, se forjó en las fraguas de los tablaos sacromontanos, y se hizo universal en Madrid.
La posibilidad de tenerlo un mes y medio en el Generalife junto a Fuensanta La Moneta, otra de las piedras angulares del baile actual, es una delicia para quienes admiramos a este joven talento que está escribiendo algunas de las páginas más interesante de la historia reciente del flamenco.
Si echamos un vistazo a la carrera artística de Fuensanta Fresneda Galera, 'La Moneta' (Granada, 1984) resulta fácil adivinar que nació para el baile. Pero esta frase tan repetida hasta la saciedad de "nacer para", a veces con demasiados tintes demagógicos, en ella adquiere todo su esplendor. Esta prematura bailaora, cuyas intenciones artísticas se adelantaron a su edad: baila desde la infancia, se forma con destacados profesores, muy joven se enrola en los tablaos y cuevas granadinas donde aprende de sus compañeros, con 19 años se presenta al Festival de Las Minas de La Unión donde llegó y 'besó el santo', al hacerse con el Desplante Minero, recorre distintas compañías, forma la suya propia, se hace empresaria, arriesga, continúa recogiendo trofeos que la reconocen como la bailaora más interesante nacida en los 80. Esta prematura bailaora, pues, no es más que una de las figuras del baile más importantes que ha dado Granada en su historia.
La Moneta no es ya aquella bailaora desatada, de pellizco, de miradas absortas en otra dimensión, de tronío, La Moneta es ahora, además de todo eso, una bailaora que sabe lo que hace y por qué lo hace. Bailar, vivir,Extremo Jondo, Lo que trae el aire y Entre la luna y los hombreshan sido los trabajos con los que ha cosechado sus primeros éxitos, obras con las que echó a andar en ese machadiano camino de lo artístico y que, cual escritora, continúa reescribiendo, componiendo, creciendo y haciendo crecer una obra seria, pulcra, en la que da pasos meditados hacia delante, despacito, pero con firmeza y decisión.
Quizá por eso viene a mostrarnos lo que la bailaora granadina ha cosechado hasta la actualidad en cuanto a conocimiento y experiencias. Resulta fácil coleccionar discos de cantaores y de guitarristas, pero con el baile se da una circunstancia muy especial: coleccionar en nuestra mente a bailaores es como coleccionar hermosos sueños: si estos son memorables, su baile vuelve a la memoria de los buenos aficionados de forma recurrente. Acercarse a disfrutar de La Moneta es acercarse a lo sublime, a la belleza desgarradora de quien baila desde dentro.
Por su parte, Comba -que además de la producción se encarga del diseño del vestuario- insistió en que Granada vive una "edad de oro" del flamenco con primeras figuras en baile, cante y toque. "Esta tierra es el otro gran territorio flamenco de Andalucía, pero tiene que ponerse en valor", resaltó el productor granadino que cuenta en su currículum con un Giraldillo de la Bienal de Sevilla a la mejor producción.
En cuanto a los artistas que veranearán en el escenario del Generalife, tanto La Moneta como Manuel Liñán coinciden en que es un "sueño" protagonizar el ciclo Lorca y Granada que, en ediciones anteriores, ha contado con Antonio Gades, Blanca Li, Cristina Hoyos o Eva Yerbabuena. Para la bailaora del Zaidín, todos los que participan en la obra comparten la misma idea del flamenco. "Morente entendió como nadie a Lorca y supo transmitir su obra dejando joyas del flamenco", apuntó La Moneta. "Queríamos plasmar la relación de Lorca con el arte jondo, mostrar el bien que le hizo porque el público y los artistas, a veces, no saben valorar la aportación de Lorca y cómo contribuyó al estatus actual del flamenco", continuó.
Por su parte, Manuel Liñán, que acaba de ganar el premio Max de las Artes Escénicas como Mejor Intérprete de Danza, afirmó que todo el espectáculo "huele a Granada". "Nos hace especial ilusión dirigirnos a Lorca, Falla y Morente a través del flamenco y como intérpretes y coreógrafos", señaló por su parte el bailaor criado en un barrio en principio tampoco flamenco como la Bola de Oro.
Junto a ellos estará un elenco de artistas que en esta ocasión dan un paso atrás en el escenario pero que llevan ya años presentando espectáculos propios, caso de la bailaora Lucía Guarnido, que el pasado fin de semana estrenó su último proyecto en el Isabel la Católica y que este verano formará parte del cuerpo de baile junto a Anabel Moreno, Eva Esquivel o Raimundo Benítez, entre otros. Como director musical figura el guitarrista granadino Luis Mariano, que se da además el lujo de que su nombre figure como autor de la música del espectáculo junto a Manuel de Falla y Enrique Morente. Y entre el coro de cantaores, la voz inconfundible de Jaime El Parrón, además de la presencia de Lola Greco y Javier Latorre como artistas invitados.
Al frente de las tramoyas estará Emilio Goyanes, también ganador de un Max en 2009 y que se encargará de la puesta en escena de Duende. En total, más de ochenta personas entre el personal de Teatro de la Zambra y el que aporta la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, como puntualizó Mariano Sánchez Pantoja, coordinador del Teatro Alhambra.
El espectáculo sigue las pautas y valores que marcó el poeta Federico García Lorca en su conferencia sobre la Arquitectura del Cante Jondo y el desarrollo del flamenco en el siglo XX. Desde hace once años el programa Lorca y Granada en los Jardines del Generalife es la apuesta de la Consejería de Cultura y Deporte para "generar las sinergias que la sociedad espera del mundo de la cultura: con sus artistas, con sus industrias culturales, con el sector hotelero, con sus servicios turísticos y sobre todo con su gente", apuntan los organizadores sobre un ciclo que ha sido reconocido con el Premio Prestigio Turístico de Granada en su categoría de Mejor Espectáculo Turístico.
La edición 2013 del programa contará con un total de 30 funciones. Desde el 23 de julio al 31 de agosto, salvo los domingos y los lunes por descanso de la compañía, habrá representación todos los días a las 22.00 horas. De forma excepcional no habrá función el sábado 10 de agosto pero se pasará al lunes 12. Será uno de los pocos respiros que tenga el Duende este verano.
Raúl Comba (i), Manuel Liñán, María del Mar Villafranca, La Moneta, Ana Gámez y Luis Mariano.
Manuel Liñán nació para el baile. Hay artistas que nacen y otros que se hacen, Liñán, nació. Su primer apellido es Arroyo, y renace de Badajoz. Su padre fue torero y su tía Curra Arroyo cantó flamenco y copla. Su ascendencia materna nos lleva hasta un hermoso paraje entre Montefrío y Alcalá la Real, conocido como Las Gavilanas. Su bautismo artístico, como en tantas ocasiones, corrió a cargo de Francisco Manuel Díaz, quien acordó que, de escoger el mundo del flamenco y no el del toro, Liñán sería su apellido artístico por emulación y homenaje a Manuel Martín Liñán, mecenas del flamenco, padre de la actual Peña de La Platería. Pero el nombre, que es como una piedra que se lanza al aire, ese espacio no visto donde gravita lo artístico, acaba por adquirir la fuerza del que lo ejerce, y Liñán es una marca registrada entre los más destacados bailaores que ha parido el siglo XX.
Ahora que está recibiendo los reconocimientos que, a nuestro juicio, merece desde hace tiempo, ahora que todo el mundo se apunta a la moda Liñán, los que siempre hemos creído en él, no podemos más que sentir una enorme alegría al comprobar como su progreso es agigantado, continúa en linea ascendente y dicta las pautas que suscriben un gran número de nuevos talentos del baile que ven en él todo un referente.
Pocos bailaores han cosechado una trayectoria tan brillante en tan poco tiempo. Su creatividad no tiene límites: coreografía, compone, da clases magistrales, baila, y todo dentro de una caligrafía impecable, un estilo poético, lírico, onírico, sin precedentes, donde cada movimiento permanece en el aire dejando una estela de inefable exquisitez. Manuel Liñán es único, y como tal lo están reconociendo. Nació en el Realejo, aprendió en academias desde muy niño, se forjó en las fraguas de los tablaos sacromontanos, y se hizo universal en Madrid.
La posibilidad de tenerlo un mes y medio en el Generalife junto a Fuensanta La Moneta, otra de las piedras angulares del baile actual, es una delicia para quienes admiramos a este joven talento que está escribiendo algunas de las páginas más interesante de la historia reciente del flamenco.
Si echamos un vistazo a la carrera artística de Fuensanta Fresneda Galera, 'La Moneta' (Granada, 1984) resulta fácil adivinar que nació para el baile. Pero esta frase tan repetida hasta la saciedad de "nacer para", a veces con demasiados tintes demagógicos, en ella adquiere todo su esplendor. Esta prematura bailaora, cuyas intenciones artísticas se adelantaron a su edad: baila desde la infancia, se forma con destacados profesores, muy joven se enrola en los tablaos y cuevas granadinas donde aprende de sus compañeros, con 19 años se presenta al Festival de Las Minas de La Unión donde llegó y 'besó el santo', al hacerse con el Desplante Minero, recorre distintas compañías, forma la suya propia, se hace empresaria, arriesga, continúa recogiendo trofeos que la reconocen como la bailaora más interesante nacida en los 80. Esta prematura bailaora, pues, no es más que una de las figuras del baile más importantes que ha dado Granada en su historia.
La Moneta no es ya aquella bailaora desatada, de pellizco, de miradas absortas en otra dimensión, de tronío, La Moneta es ahora, además de todo eso, una bailaora que sabe lo que hace y por qué lo hace. Bailar, vivir,Extremo Jondo, Lo que trae el aire y Entre la luna y los hombreshan sido los trabajos con los que ha cosechado sus primeros éxitos, obras con las que echó a andar en ese machadiano camino de lo artístico y que, cual escritora, continúa reescribiendo, componiendo, creciendo y haciendo crecer una obra seria, pulcra, en la que da pasos meditados hacia delante, despacito, pero con firmeza y decisión.
Quizá por eso viene a mostrarnos lo que la bailaora granadina ha cosechado hasta la actualidad en cuanto a conocimiento y experiencias. Resulta fácil coleccionar discos de cantaores y de guitarristas, pero con el baile se da una circunstancia muy especial: coleccionar en nuestra mente a bailaores es como coleccionar hermosos sueños: si estos son memorables, su baile vuelve a la memoria de los buenos aficionados de forma recurrente. Acercarse a disfrutar de La Moneta es acercarse a lo sublime, a la belleza desgarradora de quien baila desde dentro.
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