El espacio museístico de la Casa de Zafra lleva tres años cerrado y sin un plan de reforma que aborde los graves problemas del edificio
G. CAPPA GRANADA
El Museo Arqueológico de Granada va camino de cumplir tres años con el eufemístico cartel de 'Cerrado temporalmente por obras de reforma'. Tras concluir los trabajos de urgencia de reparación del tejado y la intervención sobre los xilófagos que estaban atacando la madera de la cubierta, el edificio del siglo XVI de la Carrera del Darro tiene sus imponentes puertas cerradas a cal y canto a la espera de una reforma integral de la que se lleva hablando desde hace años, pero que nunca se ha concretado. El inmueble, también conocido como Casa de Castril, presenta graves problemas estructurales que impiden desde hace tres años la visita del público, aunque mantiene la zona de almacén en la que descansa buena parte de la historia de la provincia de Granada. Los bajos del Museo de la Alhambra también guardan parte de los fondos del Arqueológico, que durante estos tres años ha intentado continuar con su actividad museística en el Centro Cultural CajaGranada, donde ha expuesto de forma temporal algunas de sus piezas más relevantes.
De momento, estos almacenes no incrementarán sus fondos con los objetos encontrados en la villa romana descubierta junto a Los Mondragones, aunque ya está recibiendo tras su estudio los restos que las obras del Metro ha ido destapando a su paso, un material de valor para el arqueólogo pero que, según los responsables del museo, carecen de especial interés expositivo.
En su momento, la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, aseguró que la empresa sevillana Vorseni iba a realizar el estudio arquitectónico y museístico para, con estos datos, trasladar al Ministerio de Cultura -propietaria del inmueble- un informe con las actuaciones necesarias. Sin embargo, según ha podido saber este periódico, no existe ningún informe en el Ministerio sobre las necesidades del edificio, un proyecto cuya redacción tardaría en torno a un año. Tras este primer paso, el proyecto de reforma del Museo Arqueológico tendría que pasar por la Comisión de Patrimonio y cumplir con los requisitos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), un proceso que dilataría también el comienzo de las obras.
Con este panorama, las obras no podrían comenzar antes de finales de 2014 en caso del que el proyecto sufriera un inopinado impulso que, según fuentes del Museo, es bastante improbable por la actual coyuntura económica. Por el momento, todas las actuaciones que se han desarrollado en el edificio renacentista han sido por la amenaza de ruina que presentaba, por ejemplo en el salón del actos, que se tuvo que cerrar en primer término para apuntalar algunas vigas peligrosamente deterioradas.
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