- Pasa de los dos millones en 2013 a los más de 4,7 del último informe, referido a 2015
- La financiación repunta gracias a la UE y a la Administración central pero cae el personal
Biblioteca del PTS de la Universidad de Granada. / CARLOS GIL
La crudeza de los recortes en el ámbito de la investigación durante años ha dejado su estela en los datos de memorias y estudios que, ahora, dan fe de los efectos de la crisis económica. La del I+D ha sido un área especialmente vulnerable a las decisiones de contracción del gasto público y falta de inversión privada. Una vez superados los peores años, toca remontar, una tarea que, a la luz de los números, se antoja como una cuestión que costará años superar. En el año 2015 el importe total para proyectos de investigación de la Universidad de Granada (UGR) fue de 16 millones de euros, según indica el último informe sobre Investigación y Transferencia del Conocimiento en las Universidades Públicas Españolas, publicado recientemente por la Conferencia de Rectores (CRUE). Aquel ejercicio fue positivo si se compara con las cifras del informe anterior, pero revela la amplitud de la brecha que la investigación tiene que sortear para volver a las cifras de financiación anteriores a la crisis.
Los 16 millones que percibió la UGR en aquel 2015 suponen una levísima mejoría con respecto a 2012/2013 -etapa que abarca el anterior informe de la Conferencia de Rectores-, cuando los fondos que se destinaron a I+D fueron de 15,9 millones. Una diferencia mínima. En 2010, la Universidad de Granada percibió 20,1 millones, lo que supone que en cinco años -los peores de la crisis, desde 2010 a 2015- se ha perdido un 20% del dinero que se emplea en la financiación de proyectos de investigación.
Esos 16 millones colocan a la UGR como la decimotercera universidad española que más fondos obtiene para proyectos de investigación. Muy por encima se sitúan instituciones como la Universitat de Barcelona (UB) (49,8 millones), la Autónoma de Barcelona (UAB) (30 millones) o la Politécnica de Madrid (37 millones). Todas ellas destacan por la cantidad que perciben de la Unión Europea. En el caso de la Politécnica, la cuantía que llegó de Bruselas en 2015 fue de 18,3 millones, una cantidad superior a los fondos que llegaron desde el Estado (16,6 millones). En la UB se obtuvieron 20,2 millones de Europa (un 40% del importe total para proyectos de investigación), mientras que en la UAB consiguieron otros 12,9 (43%), lo que demuestra que la clave en la obtención de fondos está en explotar los recursos disponibles fuera de las fronteras nacionales. En el caso de la Universidad de Granada, se consiguió que Europa financiara proyectos por valor de 4,7 millones de euros, lo que sitúa el porcentaje de la financiación europea del total de fondos para I+D en el 29%, por encima del 25% que la CRUE fija como media nacional.
Con todo, la UGR ha conseguido duplicar los fondos que llegan de fuera de las fronteras nacionales en los últimos años. En el informe anterior de la CRUE -elaborado con datos de 2012/2013- se especifica que de los 15,9 millones que se obtuvieron para investigar, apenas 2 millones tenían el sello de la UE, lo que suponía el 12%. La principal partida procedió de la Junta, con 7,3 millones, mientras que el Estado aportó otros 5,9. La situación ha variado considerablemente en los últimos años. Así la Junta pasó en 2015 a ser la última fuente de financiación, con 35.139 euros, mientras que el Estado asumió 10,3 millones. Precisamente esto evidencia uno de los puntos flacos que sufre la Universidad de Granada en el terreno de la financiación de proyectos, que no es otro que la excesiva dependencia de las Administraciones central y autonómica. Así, el batacazo en la financiación regional (que pasa de 7,3 millones a 35.139 euros en cuatro años) arrastra el crecimiento del resto de partidas, sobre todo el ya referido a los fondos procedentes de la Unión Europea.
Es, precisamente, a Europa donde la mayoría de las universidades han fijado sus objetivos de financiación ante la inestabilidad presupuestaria que conllevó la gestión de los peores años de la crisis y las políticas marcadas desde Madrid. El propio informe de la CRUE así lo destaca. Sobre los datos globales de las universidades españolas señala que la "recuperación de la aportación de fondos de la Administración del Estado" se mantiene, "aunque sigue estando por debajo de los del año 2011". El documento también resalta que la "contribución de los programas de la UE" representan ya un 25% del total de la financiación competitiva. "También cabe destacar el incremento de los fondos de los programas propios de las universidades", un "esfuerzo" al que se han visto obligadas "para compensar la pérdida de financiación" por parte de las Administraciones, según apunta la Conferencia de Rectores.
El documento de la CRUE también apunta datos mucho menos positivos para la Universidad de Granada. En el último informe se señala un descenso importante en cuanto al importe total de las ayudas para recursos humanos. En 2015 se sumaron 15,5 millones de euros para esta partida. En el informe referido a 2012/2013 esa cuantía ascendía a 21,4 millones de euros. Ha caído la financiación y también el número de investigadores. Hace cinco años se contabilizaban 3.542 investigadores, mientras que en 2015 eran 3.416. Con todo y pese a la caída, esos 15,5 millones colocan a la UGR como una de las cinco universidades españolas que más financiación han obtenido para la contratación, según los datos recopilados de 48 universidades públicas y 22 privadas de las 70 a las que se remitió la encuesta.
Pese a la precariedad del crecimiento que han experimentado los fondos para proyectos de investigación y el descenso en personal, la producción científica no se ha resentido. Es más, ha crecido. En el informe que recopila datos de 2012 y 2013 se contabilizan 2.237 artículos en revistas Web of Science (WOS) en 2015 fueron 2.763, un 19% más.
Desciende, sin embargo, el importe de la contratación de I+D+i. Si en 2013 este apartado ligado a la transferencia de conocimiento era de 6,4 millones, en el último informe cayó hasta los 6,2 millones. Sí se mejoró en el apartado del importe de proyectos de I+D Colaborativa, que pasa de los 2 millones a 3,8 en el último informe.
En la presentación del documento, el presidente de CRUE I+D+i, José Carlos Gómez Villamandos, destacó que los datos ponen de manifiesto "cómo las universidades han sido capaces de seguir manteniendo un buen nivel de producción científica y de transferencia", pese a haber sufrido una gran bajada en la financiación que recibían destinada a estas actividades. En este sentido, aplaudió la "solidez" del sistema de I+D+i en las universidades. También reclamó un pacto de Estado que dote de estabilidad al sistema: "Hace falta una apuesta de verdad".
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