Más no siempre es mejor.
Cuando te vas a casar, invitar a la boda a tus amigos y familiares puede ser un modo divertido de hacerles saber lo mucho que significan para ti. También puede ser un insufrible dolor de muelas.
Por ese motivo, cada vez más parejas optan por prescindir de las celebraciones convencionales con tropecientos invitados. En el HuffPost EE UU quisieron saber las razones para tomar esa decisión y preguntaron a los lectores. Estas fueron las respuestas más convincentes:
1. Porque no queríamos herir los sentimientos de nadie
"Decidimos casarnos sin seleccionar padrinos ni invitados de honor porque tenemos un montón de amigos cercanos y familiares entre los que elegir. Podríamos haber elegido prácticamente a cualquier asistente", explica Melissa S.
2. Porque somos conscientes de lo caro que puede ser para los invitados
"Fui madrina tres veces y querré a estas chicas hasta que me muera, pero maldigo cada vez que tuve que pasar por el proceso de planificación de su boda. Hay que invertir tanto tiempo y dinero (y encima ni siquiera es mi boda)... El vestido, el billete de avión, la despedida de soltera, los regalos, los hoteles, la peluquería...", admite Ana L.
3. Porque queríamos una boda pequeña y privada
"Nuestra boda fue pequeña y privada, así que, si hubiéramos montado una fiesta, apenas habría venido gente", comenta Quiana C.
4. Porque no queríamos cargar responsabilidades en los invitados
"Queríamos que nuestros invitados disfrutaran el día tanto como nosotras. Después de doce años de relación hasta que por fin pudimos casarnos, queríamos que la gente que nos había apoyado disfrutara y no viera nuestra boda como una carga", opina Mary B.
5. Porque queríamos que la boda fuera lo menos estresante posible
"El asunto de los padrinos y los invitados de honor complicaba un proceso que yo quería que fuera sencillo. Me casé con un vestido muy discreto, que no estaba hecho a medida y que me compré en Nordstrom. No quería estrés ni dramas y todo fue perfecto", relata Angela M.
6. Porque así podíamos centrar nuestra atención en nosotros dos
"Fue menos ajetreado, menos estresante y sentí que pudimos centrarnos al 100% en nosotros dos, tal y como debería ser. A mi hermana no le hizo ninguna gracia esta decisión, así que hizo de testigo para compensar", recuerda Megan C.
7. Porque era nuestra segunda boda
"Era tanto su segunda boda como la mía, así que solo quise que estuvieran la persona que oficiaba la boda, nuestra familia y nuestros amigos más cercanos. Queríamos que fuera un día para nosotros dos en vez de hacer toda la parafernalia para los demás", justifica Jeanne F.
8. Porque así había menos cosas que planificar
"No sabéis cuánto odio tener que planificar al detalle las fiestas de bodas. Además, quería que mi boda fuera tranquila porque tampoco me gusta planificar en general. No me arrepiento DE NADA y mis amigos me lo agradecieron", cuenta Gina I.
9. Porque no conocemos a suficiente gente que nos caiga bien
"Hubby y yo no hicimos celebración de boda porque éramos jodidamente pobres y ninguno de los dos conocía o se llevaba bien con la gente suficiente. En total, incluyendo ropa y anillos, la boda nos salió por 250 dólares (unos 220 euros). Había once personas, nosotros dos incluidos. Ocho años y medio después no estamos tan en la miseria pero seguimos siendo pobres y teniendo menos de ocho amigos", confiesa Autumn R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario