- Distintas intervenciones constatan la primera ocupación humana de este periodo en esta zona de la ciudad
- El Hospital Real acoge una exposición con los hallazgos
En el campus se han identificado puntos de extracción de arcillas, balas de agua y decantación. / G. H.
Las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en el Campus de Cartuja, donde se ha constatado la primera ocupación humana de época neolítica en el entorno de esta ciudad, reivindican la importancia de su colina, además de las dos más conocidas donde se ubican la Alhambra y el Albaicín. En la última década las intervenciones se han multiplicado, tanto a través de la arqueología de urgencia vinculada a las obras para la mejora de las infraestructuras del campus universitario, como en el marco del Máster y el Grado de Arqueología de la Universidad, en este caso centradas principalmente en un alfar romano y un albercón.
Margarita Orfila, catedrática de Arqueología, explica que las intervenciones llevadas a cabo en los últimos años han constatado la primera ocupación en época neolítica en la zona de la ciudad, que hasta ahora se había situado en la Edad de Bronce, más de mil años de antigüedad después. Han puesto asimismo de manifiesto que la dimensión que ahora se conoce del alfar de época romana es muy superior a lo que ya se sabía, puesto que abarca más de la mitad del campus y se han identificado puntos de extracción de arcillas, balsas para su preparación y decantación, conducciones de agua y más hornos para cocer los productos allí fabricados. A ello se une la localización de un asentamiento rural de época romana tardía, más enterramientos de la necrópolis de la ciudad, de Florentia Iliberritana, actual barrio del Albaicín.
De época medieval, se han identificado una serie de alquerías, más trazados de acequias de los que se conocían, que han permitido tener una imagen real acorde con las descripciones de autores árabes que situaban un gran vergel en el actual campus.
Para acercar el proyecto de revalorización y reconocimiento del Campus de Cartuja, el Hospital Real de Granada acoge desde esta semana la exposición Crónica de un paisaje. Descubriendo el Campus de Cartuja. Según Orfila, la exposición "hace justicia" a la "tercera colina granadina" ya que la recupera históricamente y patrimonialmente y la pone a la altura que le corresponde en relación a las otras dos colinas de la ciudad, las de la Alhambra y el Albaicín.
Además del alfar romano catalogado como BIC, la Cartuja con las obras de arte que alberga y su propia arquitectura, también son BIC, a lo que se suma el Colegio Máximo, construido por los jesuitas a finales del siglo XIX y el Observatorio de Astronomía, otras joyas arquitectónicas del entorno.
La investigadora Elena Sánchez, directora del proyecto general de investigación del campus, destaca que, a partir de estos hallazgos, la Colina de Cartuja tiene todo el derecho a ser "reivindicada" pues presenta la ocupación más antigua que se conoce por el momento en lo que hoy es Granada.
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