-Ha escrito el libro con un guardia civil y un periodista...
-El periodista, Gonzalo Araluce, es nieto de un asesinado por ETA en 1976, Juan María Araluce, presidente de la Diputación de Guipúzcoa, aunque no lo conoció.
-¿Qué le da la Guardia Civil? Le ha dedicado una novela sobre el general Aranguren, ha salido la película La niebla y la doncella y este libro de la lucha contra ETA.
-Las casualidades de la vida. Empecé con Bevilacqua y Chamorro hace veinte años. La Guardia Civil investiga crímenes y homicidios y me extrañaba que nadie hubiera afrontado ese tratamiento literario.
-¿Y por ahí entró?
-De la ficción pasé a conocer la institución y la historia del cuerpo. Son unos observadores privilegiados para conocer de primera mano la historia de España. Y la de ETA la conocen mejor que los propios etarras. Éstos la veían por una mirilla, pero la Guardia Civil levantó el mapa.
-¿Cuántas novelas hay en el libro?
-Cientos. El caso de Ricardo Couso, que con nueve años vio cómo Juan Carlos Iglesias, Gadafi, se bajó de un taxi robado, disparó sobre su padre, la gente veía a un niño llorando y seguían con su vida normal.
-El famoso Jordi Sànchez aparece en el libro...
-Ha intentado desmarcarse, pero está en las hemerotecas. Hace treinta años, la organización independentista a la que pertenecía, La Crida, se sumó al comunicado inmoral de Herri Batasuna culpabilizando del atentado de Hipercor que costó 21 víctimas mortales al centro comercial y a la Policía.
-Aurelio Arteta ha estudiado la perfidia del indiferente...
-La indiferencia es, a veces, incluso peor que el que aprieta el gatillo.
-¿Para un novelista, género de autor, es incómodo escribir con otros dos autores?
-Hay muchas más voces. Los miles de atestados, las entrevistas que hicieron dos mujeres guardias civiles, Manoli y Elena. Es como los libros sobre Chernobil de la premio Nobel de Bielorrusia Svetlana Aleksiévich. Ella no sólo recopila, sino que ensambla, uniforma y compone como en una sinfonía.
-¿Guardias civiles en la familia de este guardia civil honorario?
-El marido de mi tía-abuela, hermana de mi abuela Ana, malagueña. Se llamaba Antonio Garrido, fue mi padrino. Estaba en Málaga en el 37 en el bando equivocado; arrestó a sus oficiales golpistas, acabó en un buque-prisión compartiendo celda con un anarquista y le conmutaron la pena de muerte. Acabó de encargado de Campsa.
-¿Qué convierte a un asesino en arrepentido?
-La inteligencia para rebelarse contra el absurdo, la desproporción, la infamia.
-En Euskadi, como ahora en Cataluña, también daban la tabarra los anticapitalistas...
-Es un mantra permanente. Lo que hay que hacer con el capitalismo es encauzarlo y corregirlo: las tentativas de abolirlo han traído más pobreza.
-Ganó el Planeta en 2012. ¿No le hubiera gustado ganarlo este octubre de desavenencias?
-Mi foto tampoco estuvo mal, entre Artur Mas y el ministro Wert. El premio de la Comunidad de Madrid me lo dio Nacho González, inquilino de la cárcel de Soto del Real.
-Sólo le falta el tricornio...
-De pequeño yo creía que inventar servía para transformar la realidad. Al final no cambias nada, pero te recompensa. En la Feria del Libro de Madrid se me acercaron dos chicas, me dijeron que eran oficiales de la Guardia Civil y una de ellas me dijo que la vocación le nació leyendo mis libros. Me entró un escalofrío, un sudor por la nuca.
-En el libro aparece algún etarra hijo de guardia civil.
-Son las paradojas del alma humana. Muchas veces las revoluciones no son contra el opresor, la dictadura o el invasor. Muchas revoluciones son de los hijos contra los padres. El 68 francés, incluso el tardofranquismo español.
-¿Y el 15-M?
-También. Unos jóvenes sin porvenir con subempleos de 800 euros se rebelan contra una generación instalada, satisfecha y arrogante.
-¿ETA no hacía con el Estado un juego de rol, pendiente de atentar antes de los grandes acontecimientos?
-Estaban muy bien informados, pero con el tiempo empezó a entrar gente nada dotada intelectualmente. No se enteraron de que el 11-M fue su acta de defunción.
-¿Quién le ha hecho más daño a la Guardia Civil, Lorca o Tejero?
-Yo creo que ninguno de los dos. El Romance de García Lorca es un relato literario reversible y lo de Tejero, aunque la foto fue muy negativa, fue el detonante que sirvió para eliminar con gran velocidad los elementos reaccionarios de la Guardia Civil y acelerar su transición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario