Carchuna, Lentegí, Jete o Albondón no pueden aumentar su presupuesto así que no pueden crear más empleo y riqueza
R. FERNÁNDEZ MOTRIL , COMARCAS
A los ayuntamientos con cuentas saneadas en los tiempos que corren se les podría aplicar el mismo dicho que a las meigas: "haberlos haylos". A este selecto club pertenecen algunas entidades locales de la comarca de la Costa, que tienen la suerte de no tener problemas económicos, algo que puede parecer envidiable para muchas grandes empresas públicas o privadas. En el caso de la ELAde Carchuna-Calahonda, su presidenta, Concepción Abarca, recuerda cómo se encontraron de endeudadas las arcas de este anejo de Motril y las penurias que han pasado para poner los números al día. "Aunque lo peor ya ha pasado", la alcaldesa pedánea se queja de que el Gobierno central tiene a Carchuna-Calahonda ralentizada, ya que no pueden hacer grandes inversiones, a pesar de tener liquidez.
De ahí que pida a Madrid que "no frene a las administraciones que tienen sus cuentas saneadas". Y es que en plena crisis se confeccionaron unos presupuestos muy austeros y en los siguientes años no pueden incrementar más de un 2% esa cifra, según marca la normativa estatal, lo que supone -en opinión de Abarca-"un pie encima al crecimiento" de estos núcleos poblacionales.
En Lentegí, su alcalde, Antonio Ramírez, tiene la suerte de poder asegurar que en este municipio del Valle del Río Verde, "deudas no hemos tenido nunca". Actualmente, continúan teniendo superávit, sin embargo, dadas las cantidades que manejan, "podemos hacer sólo cosas pequeñitas" en un municipio que vive fundamentalmente de la agricultura y que lucha por dar trabajo a sus vecinos para que no tengan que irse fuera a buscarlo. En la localidad cercana a esta última, de Jete, su alcalde, Plácido Jerónimo, afirma también que su situación económica "se encuentra saneada" y que en 2014 tuvieron un superávit de 278.000 euros. El regidor explica que del presupuesto "intento gastarme todo lo que puedo" en satisfacer las necesidades de los vecinos, como ayudar a las personas mayores.
Albondón también tiene unas cuentas saneadas, pero no es suficiente, pues también dispone de una larga lista de proyectos que no pueden afrontar en solitario. Por ello, su alcaldesa, Margarita Castillo, pide que el resto de las administraciones les echen una mano. "Estamos tocando a todas las puertas", señala.
De ahí que pida a Madrid que "no frene a las administraciones que tienen sus cuentas saneadas". Y es que en plena crisis se confeccionaron unos presupuestos muy austeros y en los siguientes años no pueden incrementar más de un 2% esa cifra, según marca la normativa estatal, lo que supone -en opinión de Abarca-"un pie encima al crecimiento" de estos núcleos poblacionales.
En Lentegí, su alcalde, Antonio Ramírez, tiene la suerte de poder asegurar que en este municipio del Valle del Río Verde, "deudas no hemos tenido nunca". Actualmente, continúan teniendo superávit, sin embargo, dadas las cantidades que manejan, "podemos hacer sólo cosas pequeñitas" en un municipio que vive fundamentalmente de la agricultura y que lucha por dar trabajo a sus vecinos para que no tengan que irse fuera a buscarlo. En la localidad cercana a esta última, de Jete, su alcalde, Plácido Jerónimo, afirma también que su situación económica "se encuentra saneada" y que en 2014 tuvieron un superávit de 278.000 euros. El regidor explica que del presupuesto "intento gastarme todo lo que puedo" en satisfacer las necesidades de los vecinos, como ayudar a las personas mayores.
Albondón también tiene unas cuentas saneadas, pero no es suficiente, pues también dispone de una larga lista de proyectos que no pueden afrontar en solitario. Por ello, su alcaldesa, Margarita Castillo, pide que el resto de las administraciones les echen una mano. "Estamos tocando a todas las puertas", señala.
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