sábado, 29 de octubre de 2016

A un paso del desierto granadahoy.com

La Cuenca Mediterránea está en peligro si el calentamiento global del planeta supera los dos grados
S. VALLEJO · AGENCIAS GRANADA 

La realidad es clara: la Cuenca del Mediterráneo, principalmente la zona sur, corre serio peligro de desertificación por los efectos del cambio climático a menos que el calentamiento global se detenga bruscamente. De hecho, países europeos como España, Francia, Italia, Grecia y Portugal serán un desierto si el calentamiento global supera los 2 grados. Y Granada está en la 'zona cero' de este peligro. Estas zonas del planeta son de las más vulnerables ante el aumento de la temperatura global. 

Un estudio publicado ayer en la revista Science realizado por el Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas (CNRS) lo ha demostrado. Gran parte del Sur de Europa y el Norte de África se convertirán en desiertos si el calentamiento global causa aumentos de las temperaturas de más de 2 grados respecto a la era industrial. Ya si se superan los 1,5 grados habrá consecuencias extremas para los ecosistemas de la zona del Mediterráneo. Si se superan los 2 grados, los cambios serán graves: la vegetación adaptada a los periodos secos se extendería por estas zonas y desaparecerían los bosques caducifolios. Estos crecerían en lugares más elevados y sustituirían a los bosques en las montañas. Si el aumento de temperatura se dispara y alcanza los tres grados, se producirá una migración del desierto y una reducción de los bosques alpinos. Si llega a cuatro grados, entrará la desertificación. 

Fue en la Cumbre del Clima de París del pasado diciembre cuando 195 países se comprometieron a mantener el calentamiento global causado por los gases de efecto invernadero "claramente por debajo de los dos grados" respecto a la etapa preindustrial. "Eso no le parece mucho a la gente pero queríamos ver lo que sería la diferencia en una región sensible como el Mediterráneo", dice uno de los autores del estudio. Se comprometieron incluso a intentar limitarlo a 1,5 grados. Para los expertos, aunque se cumplan los pactos de la cumbre (COP21) los ecosistemas terrestres mediterráneos sufrirán condiciones jamás vividas durante los diez últimos milenios. 

De producirse este aumento de las temperaturas, en los próximos 100 años la naturaleza sufriría el mayor cambio de los últimos 10.0000 años. 

Y no parece que vaya bien la previsión. Según el estudio, realizado por un equipo de la Universidad Aix-Marselle, que dirigen Joel Guidot y Wolfgang Cramer, en la zona del Mediterráneo la temperatura ya es 1,3 grados más elevada que en la época comprendida entre 1880 y 1920. A nivel mundial, la temperatura se elevó una media de un grado desde el inicio de los registros. 

El método de estudio de este equipo ha sido a través de los depósitos de polen, que arrojan información sobre los cambios en el clima y los ecosistemas de la región durante el Holoceno, la más reciente época geológica, que se remonta hasta hace 11.700 años. Con esa información, los investigadores calculan los efectos para el clima y la vegetación de distintos aumentos de la temperatura. 

Gran parte de los escenarios del estudio apuntan a la escasez de agua en la zona del Mediterráneo en las próximas décadas, lo que llevará a perder los ecosistemas mediterráneos y su diversidad de especies. 

Este estudio es el primero amplio sobre las consecuencias para los ecosistemas del cambio climático en el mar Mediterráneo, según el director de la cátedra de biogeografía de la Universidad de Bayreuth, Carl Beierkuhnlein. Sin embargo, considera que las consecuencias para la totalidad de la diversidad de especies no están claras, ya que un análisis de polen solo cubre a determinadas especies. 

El pronóstico no toma en cuenta la influencia del hombre en los ecosistemas. Muchos de esos efectos podrían aumentar debido a la creciente población y producción. 

Para los investigadores, los resultados de este estudio tienen importantes implicaciones tanto para la viabilidad de los bosques como de los agrosistemas mediterráneos". 


La región se considera un punto sensible para la biodiversidad y su paisaje ha sido cultivado durante mucho tiempo por los seres humanos, por lo que es un caso de estudio muy interesante para los investigadores. "El clima siempre ha sido importante allí", explica Guiot, señalando que varias civilizaciones, desde los antiguos egipcios a los griegos y los romanos, surgieron alrededor del Mediterráneo. Si bien estas civilizaciones desaparecieron probablemente como resultado de los cambios sociales y políticos, las condiciones climáticas pueden haber desempeñado un papel en el pasado y volver a hacerlo en el futuro.

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