Según los expertos, es el exoplaneta más grande dentro de un sistema de dos estrellas que se ha descubierto hasta la fecha
Representación de Kepler-1647b junto a sus dos estrellas. (Foto: Lynette Cook)
WASHINGTON. Expertos de la NASA y de la Universidad Estatal de San Diego detectaron el exoplaneta -planeta fuera del sistema solar- más grande jamás descubierto dentro de un sistema de dos estrellas.
El descubrimiento, realizado gracias al telescopio espacial Kepler, fue anunciado durante una conferencia de la American Astronomical Society.
Este exoplaneta circumbinario -que orbita dos estrellas- es del tamaño de Júpiter y fue bautizado como Kepler-1647b. Asimismo, cuenta con la mayor órbita para este tipo de planetas, girando en torno a estas dos estrellas en 1.107 días o un poco más de tres años terrestres.
Se trata del undécimo exoplaneta circumbinario descubierto desde el 2005. Estos planetas son a veces denominados 'Tatooines', en referencia a la saga de "Star Wars".
Kepler-1647b tiene 4.400 millones de años de edad y se encuentra en la constelación de Cygnus, a 3.700 años luz (un año luz equivale a 9.460 billones de kilómetros) de la Tierra.
-La gran búsqueda-
Los científicos detectan los exoplanetas cuando pasan frente a sus estrellas, lo que provoca una disminución pasajera de la luminosidad. Esta técnica, llamada de tránsito astronómico, permite deducir la masa del planeta y la distancia a la que está de su estrella.
"Hallar exoplanetas circumbinarios es mucho más difícil", dijo William Welsh, astrónomo de la Universidad Estatal de San Diego y uno de los coautores de este descubrimiento.
"El paso del planeta por delante de las dos estrellas no está regularmente espaciado y por ende su duración puede variar", dice.
Una vez que un exoplaneta candidato es descubierto, los astrónomos utilizan sofisticados programas informáticos para determinar si efectivamente se trata de un planeta, un proceso que puede ser largo y arduo.
El astrónomo Laurance Doyle, del Instituto SETI y otro de los coautores, había observado el tránsito de este planeta por primera vez en el 2011. Pero no había recolectado y analizado más datos desde hace varios años para confirmar que este tránsito astronómico era de hecho un exoplaneta circumbinario.
El planeta Kepler-1647b se distingue también porque está más alejado de sus dos estrellas que lo que lo están en general los exoplanetas circumbinarios conocidos.
Además, Kepler-1647b se sitúa a una distancia que lo hace habitable, ni demasiado caliente ni demasiado frío, donde podría existir agua en estado líquido. Tratándose de un planeta gaseoso, es poco probable que se desarrolle vida, pero podría eclosionar en eventuales lunas orbitando el planeta.
"Además de su habitabilidad potencial, el Kepler-1647b es importante porque podría señalar la existencia más frecuente de una población de grandes exoplanetas circumbinarios con órbitas alejadas de sus astros", sostiene Welsh.
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