Cáritas destaca un "ligero" descenso de la demanda de ayudas sociales en la provincia pero alerta de la "cronificación" de la pobreza El 70% de los atendidos son familias con hijos
LOURDES MINGORANCE GRANADA 
La pobreza ha tocado fondo en Granada. Según el último informe anual de Cáritas correspondiente a 2015, en el último año ha disminuido un 12% el número de personas que necesitan de asistencia. Sin embargo y a pesar de este ligero descenso existe un dato alarmante que preocupa a la organización: la progresiva cronificación de la pobreza que vive la provincia con el aumento de familias que necesitan ayuda por largos periodos de tiempo.
Según explicó ayer el director de Cáritas Diocesana, Javier de Benavides, antes de la crisis, la organización intervenía generalmente con familias que, de manera puntual, necesitaban un ingreso extra para pagar facturas, manutención o utilizaban el servicio de ropero para conseguir alguna prenda de vestir. Ahora, este tipo de intervenciones se llegan a prolongar durante años.
A esto se suma la dificultad que tienen las administraciones publicas para ayudar a estas personas que son desviadas a Cáritas desde los propios servicios sociales. Así, según se extrae del informe anual, a lo largo de 2015, la mayoría de las demandas planteadas por los 10.564 usuarios atendidos estuvieron relacionadas con necesidades de alimentación o ropa. Un total de 9.400 personas se beneficiaron de estas ayudas que se realizan a través de las Cáritas Parroquiales y el Economato Solidario.
En ese periodo, la organización también otorgó 2.800 ayudas económicas para sufragar gastos de alquileres, hipotecas y suministros como agua, luz, gas y acogió a un total de 922 personas sin hogar en centros residenciales. Asimismo, ayudó a 1.783 personas en la realización de itinerarios de inserción laboral a través de programas de Empleo y Economía social así como ayudas en educación, centradas en el pago de becas, material escolar, comedores y transporte.
En cuanto al perfil de las personas que acuden a la red de Acogida y Atención Primaria de Cáritas, hay que resaltar que el 65% son españoles o ciudadanos europeos que, en el 70% de los casos, se trata de familias con hijos. El 29% responde a personas solas o sin hijos mientras que el 16% son hogares monoparentales.
El director de Cáritas también destacó la labor de los nuevos proyectos creados por la organización en 2015. Uno de ellos, titulado Jericó, se encarga de cubrir las necesidades de alojamiento de las personas sin hogar durante los meses de invierno en una ciudad donde la demanda es superior a los servicios disponibles.
También en 2015 se ha llevado a cabo la iniciativa Sembrando Oportunidades en Motril dirigido a la formación y cualificación en agricultura de personas desempleadas así como la tienda de ropaLa Mar de Cosas, que con un proyecto dedicado al reciclado de textil está destinada a la formación en comercio y futura contratación de personas en exclusión.
En este sentido, Cáritas remarca que el desempleo continúa siendo uno de los mayores problemas. De Benavides incidió en que el 69% de las personas atendidas están en paro; el 21% inactivos y un 10% activos empleados. Es decir, "personas que a pesar de tener un trabajo requieren de la ayuda de la organización para cubrir sus necesidades básicas". Asimismo, consideró que pese a existir cierta recuperación en el sector empleo, éste generalmente es precario, de carácter temporal e insuficiente para sacar a una persona de esta situación" lo que genera que, personas que encontraron un empleo vuelvan a Cáritas para retomar su itinerario cuando termina su contrato.
Otro dato importante es que el 65% de las personas atendidas es mayor a treinta y cinco años siendo el colectivo más amplio el que comprende la horquilla de 30 a 34. "Sin duda la edad es uno de los factores que condiciona la probabilidad de encontrar trabajo", dijo el director que explicó que actualmente prevalece la demanda de jóvenes debido a las bonificaciones que obtienen así como la rentabilidad de los contratos en formación. "Esto deja al colectivo de mayores de 35 años fuera de sus procesos de selección".
Por este motivo, de Benavides detalló cómo en Cáritas son testigos de que, a pesar de los datos macroeconómicos de recuperación "hay familias que no logran salir de su situación, que llevan reclamando una ayuda desde el inicio de la crisis y no han podido superar el problema económico Podemos decir que la crisis no ha sido igual para todos", remarcó el director de Cáritas que recordó cómo, según el último informe Foessa los ingresos de los hogares han caído espectacularmente desde el inicio de la crisis con una reducción del 10% al mismo tiempo que ha aumentado el riesgo de pobreza en todas las comunidades autónomas. Una situación que se extiende a todas las áreas de Granada, pues no existe una localización destacada en el territorio de la Diócesis de Granada. Al contrario, la exclusión social se muestra dispersa ya que la mayoría de las familias proceden de distintos tipos de barrios.
Para el director de la organización, esta situación pone de manifiesto la necesidad de diseñar políticas sociales que luchen eficazmente y aborden de una manera integral todos los factores implicados en la pobreza para conseguir la inclusión social.
Según explicó ayer el director de Cáritas Diocesana, Javier de Benavides, antes de la crisis, la organización intervenía generalmente con familias que, de manera puntual, necesitaban un ingreso extra para pagar facturas, manutención o utilizaban el servicio de ropero para conseguir alguna prenda de vestir. Ahora, este tipo de intervenciones se llegan a prolongar durante años.
A esto se suma la dificultad que tienen las administraciones publicas para ayudar a estas personas que son desviadas a Cáritas desde los propios servicios sociales. Así, según se extrae del informe anual, a lo largo de 2015, la mayoría de las demandas planteadas por los 10.564 usuarios atendidos estuvieron relacionadas con necesidades de alimentación o ropa. Un total de 9.400 personas se beneficiaron de estas ayudas que se realizan a través de las Cáritas Parroquiales y el Economato Solidario.
En ese periodo, la organización también otorgó 2.800 ayudas económicas para sufragar gastos de alquileres, hipotecas y suministros como agua, luz, gas y acogió a un total de 922 personas sin hogar en centros residenciales. Asimismo, ayudó a 1.783 personas en la realización de itinerarios de inserción laboral a través de programas de Empleo y Economía social así como ayudas en educación, centradas en el pago de becas, material escolar, comedores y transporte.
En cuanto al perfil de las personas que acuden a la red de Acogida y Atención Primaria de Cáritas, hay que resaltar que el 65% son españoles o ciudadanos europeos que, en el 70% de los casos, se trata de familias con hijos. El 29% responde a personas solas o sin hijos mientras que el 16% son hogares monoparentales.
El director de Cáritas también destacó la labor de los nuevos proyectos creados por la organización en 2015. Uno de ellos, titulado Jericó, se encarga de cubrir las necesidades de alojamiento de las personas sin hogar durante los meses de invierno en una ciudad donde la demanda es superior a los servicios disponibles.
También en 2015 se ha llevado a cabo la iniciativa Sembrando Oportunidades en Motril dirigido a la formación y cualificación en agricultura de personas desempleadas así como la tienda de ropaLa Mar de Cosas, que con un proyecto dedicado al reciclado de textil está destinada a la formación en comercio y futura contratación de personas en exclusión.
En este sentido, Cáritas remarca que el desempleo continúa siendo uno de los mayores problemas. De Benavides incidió en que el 69% de las personas atendidas están en paro; el 21% inactivos y un 10% activos empleados. Es decir, "personas que a pesar de tener un trabajo requieren de la ayuda de la organización para cubrir sus necesidades básicas". Asimismo, consideró que pese a existir cierta recuperación en el sector empleo, éste generalmente es precario, de carácter temporal e insuficiente para sacar a una persona de esta situación" lo que genera que, personas que encontraron un empleo vuelvan a Cáritas para retomar su itinerario cuando termina su contrato.
Otro dato importante es que el 65% de las personas atendidas es mayor a treinta y cinco años siendo el colectivo más amplio el que comprende la horquilla de 30 a 34. "Sin duda la edad es uno de los factores que condiciona la probabilidad de encontrar trabajo", dijo el director que explicó que actualmente prevalece la demanda de jóvenes debido a las bonificaciones que obtienen así como la rentabilidad de los contratos en formación. "Esto deja al colectivo de mayores de 35 años fuera de sus procesos de selección".
Por este motivo, de Benavides detalló cómo en Cáritas son testigos de que, a pesar de los datos macroeconómicos de recuperación "hay familias que no logran salir de su situación, que llevan reclamando una ayuda desde el inicio de la crisis y no han podido superar el problema económico Podemos decir que la crisis no ha sido igual para todos", remarcó el director de Cáritas que recordó cómo, según el último informe Foessa los ingresos de los hogares han caído espectacularmente desde el inicio de la crisis con una reducción del 10% al mismo tiempo que ha aumentado el riesgo de pobreza en todas las comunidades autónomas. Una situación que se extiende a todas las áreas de Granada, pues no existe una localización destacada en el territorio de la Diócesis de Granada. Al contrario, la exclusión social se muestra dispersa ya que la mayoría de las familias proceden de distintos tipos de barrios.
Para el director de la organización, esta situación pone de manifiesto la necesidad de diseñar políticas sociales que luchen eficazmente y aborden de una manera integral todos los factores implicados en la pobreza para conseguir la inclusión social.
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