Municipios como Ítrabo u Otívar esperan que sea su particular tabla de salvación para erradicar también la despoblación
ROSA FERNÁNDEZ MOTRIL
Para los agricultores del oeste de la provincia que las canalizaciones de la Presa de Rules se construyan es vital, porque en esta zona tienen que subir el agua por elevación y pagan una enorme factura eléctrica. Para los municipios de la Costa occidental en general también, pues los campos se abandonan, el trabajo escasea y estas localidades corren el riesgo de la despoblación.
Antonio Jesús Carrascosa es el alcalde de Ítrabo, un municipio de interior de unos 1.100 habitantes, que está muy bien comunicado tanto con la capital como con los principales núcleos de población del litoral, pero en el que el trabajo escasea. De ahí que para sus agricultores les sería de gran utilidad que por fin se construyeran las tuberías de la Presa de Rules, como a otros muchos pueblos de la comarca, pero sobre todo de esta zona occidental de la Costa les beneficiaría especialmente. "Para nosotros, las canalizaciones son tan importantes como el aire para respirar", dice el regidor.
Esta localidad ha contado tradicionalmente con unas viñas de gran calidad, aunque el rumbo de las explotaciones agrícolas ha ido cambiando y ahora su población vive mayoritariamente de los subtropicales (chirimoyas, aguacates y, sobre todo, nísperos) y de los invernaderos, en los que suelen plantar tomate cherry.
Carrascosa quiere aprobar su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), para la revitalización del casco histórico, del que los jóvenes se han ido marchando hacia la parte nueva del pueblo. "Es muy bonito y en él hay calles preciosas, el problema es que tenemos allí muchas casas vacías", comenta.
En Otívar también se da el éxodo de jóvenes hacia otras localidades más grandes, de ahí que mantenga a un número importante de personas mayores. Por ello, quieren poner en marcha un centro de día para dar atención a los ancianos de esta población, que en muchos casos se encuentran solos. "Tenemos personas mayores que o no cuentan con sus familiares aquí o que directamente no tienen", comenta su alcalde, Francisco Robles.
Antonio Jesús Carrascosa es el alcalde de Ítrabo, un municipio de interior de unos 1.100 habitantes, que está muy bien comunicado tanto con la capital como con los principales núcleos de población del litoral, pero en el que el trabajo escasea. De ahí que para sus agricultores les sería de gran utilidad que por fin se construyeran las tuberías de la Presa de Rules, como a otros muchos pueblos de la comarca, pero sobre todo de esta zona occidental de la Costa les beneficiaría especialmente. "Para nosotros, las canalizaciones son tan importantes como el aire para respirar", dice el regidor.
Esta localidad ha contado tradicionalmente con unas viñas de gran calidad, aunque el rumbo de las explotaciones agrícolas ha ido cambiando y ahora su población vive mayoritariamente de los subtropicales (chirimoyas, aguacates y, sobre todo, nísperos) y de los invernaderos, en los que suelen plantar tomate cherry.
Carrascosa quiere aprobar su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), para la revitalización del casco histórico, del que los jóvenes se han ido marchando hacia la parte nueva del pueblo. "Es muy bonito y en él hay calles preciosas, el problema es que tenemos allí muchas casas vacías", comenta.
En Otívar también se da el éxodo de jóvenes hacia otras localidades más grandes, de ahí que mantenga a un número importante de personas mayores. Por ello, quieren poner en marcha un centro de día para dar atención a los ancianos de esta población, que en muchos casos se encuentran solos. "Tenemos personas mayores que o no cuentan con sus familiares aquí o que directamente no tienen", comenta su alcalde, Francisco Robles.
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