Los ecologistas calculan que en unos 40 años puede estar llena de sedimentos. La parte 'seca' representa ya la cuarta o quinta parte de la capacidad del embalse.
ROSA FERNÁNDEZ MOTRIL |
El embalse de Rules ha sido calificado de distintas maneras: "un monumento a la vergüenza (Carlos Rojas), "una construcción inútil" (por no tener canalizaciones para llevar el agua), "una obra faraónica", "la piscina más grande de España" (Ana Vanessa García)... También ostenta récord como "la presa con mayor cantidad de cemento en el momento de su construcción" o la de una historia inacabada, que dura más de 60 años desde su fecha de construcción, tal y como ya publicó este periódico.
A todo esto, se viene a sumar un comentario entre los círculos medioambientales de la Costa Tropical que puede resumir su futuro: "El mayor bancal del mundo". En el fondo de esta broma hay una realidad: que se está llenando de sedimentos de manera que los ecologistas calculan que en unos 40 años estará llena. Fernando Alcalde, de la organización ecologista Buxus tiene el dato -que le han admitido desde fuentes cercanas a su gestión- de que los materiales acumulados están creciendo a razón de 4 hectómetros cúbicos por año. Teniendo en cuenta que su capacidad es de 160 hectómetros cúbicos, no hay más que hacer las cuentas.
Sin tener en cuenta la leyenda negra de su construcción, el fenómeno de la sedimentación en la presa no sólo está reconocido por todas las fuentes consultadas sino que se puede ver a simple vista. Antonio Martínez, coordinador en la Costa de Ecologistas en Acción, advierte de cómo desde los miradores que existen para divisar la presa se aprecia que en la entrada del agua al enorme pantano los sedimentos se van quedando depositados ahí. Para los que no quieran aventurarse por esos lugares, existe otra manera más fácil de comprobarlo: En internet, Google Earth muestra perfectamente cómo la parte que se ha secado representa entre la cuarta y la quinta parte de la capacidad total del embalse.
El catedrático de la Universidad de Granada, Miguel Ángel Losada, que el año pasado recibió el premio más prestigioso sobre Ingeniería Marítima y Costera, explica que las presas tienen una vida útil y que ésta está cifrada en unos cien años. No obstante, actualmente dirige un estudio en el que tratan de averiguar la tasa de acumulación anual de sedimentos en el embalse. "El río aporta sedimentos, pero el ritmo es el que no sabemos; estamos haciendo medidas", informa Losada, quien explica que "hay que tener en cuenta cómo estaba el vaso original, las asimetrías, el nivel del embalse, el espesor de los sedimentos… porque estamos hablando de cientos de miles de metros cúbicos y aún no hemos cerrado todos los números". Para octubre o noviembre cree que ya tendrán todos los datos para este documento, que cerrará un proyecto en el que lleva trabajando diez años. El documento "deriva del estudio inicial en el que estuvimos trabajando sobre las consecuencias relacionadas con la Presa de Rules, los modelos de caudales, el transporte de sedimentos, su acción en la playa y el caudal del Guadalfeo en su conjunto". En este sentido, desde el antiguo CEAMA, ahora Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía, al que pertenece, se han realizado varias tesis doctorales. "Estamos teniendo un amplio conocimiento de lo que ocurre para gestionar todo esto; así estudiamos aspectos como la pérdida de nieve o de lluvia o qué pasa en la desembocadura", señala este experto, que concluye que el embalse de Rules "va a ir perdiendo su capacidad de almacenaje de agua" y que "teniendo en cuenta la variabilidad anual, podríamos dar el dato de cuántos años tendrían que transcurrir" para que estuviese lleno.
Así, la situación de Rules es que apenas lleva diez años construido y ya se está llenando de piedras. Hace casi una década que se terminó y tira agua al mar cada día de manera que su construcción hasta el momento es inútil. Se edifica sin que se hagan de manera paralela unas canalizaciones, lo que la hace cuanto menos peculiar frente al resto de obras 'normales'. El proyecto de canalizaciones está parado desde hace años y hasta ahora prácticamente no se ha sabido que la razón es que no hay financiación, porque tras la transferencia del Estado a la Junta de Andalucía, que era la encargada de construir las tuberías, "el dinero se destinó a otras cosas" y, mientras, se han perdido fondos europeos. La Presa de Rules se ha convertido en una acumulación gigantesca de sedimentos, pero también de promesas incumplidas que los regantes dicen que "no pueden aguantar más", como cuando les dijeron que se crearían 5.000 puestos de trabajo con su puesta en valor o que permitiría regar 15.000 hectáreas de terreno hasta la cota 400 en un plazo medio de tiempo.
El último capítulo de esta absurda historia que se viene a sumar a la desgraciada serie de infraestructuras inacabadas de la Costa fue la 'renuncia' de la Junta a continuar con las canalizaciones (de 200 kilómetros tan solo se ha construido 1,5 hasta Vélez de Benaudalla) y el anuncio del Ministerio de Fomento de que se hará cargo de su finalización, aunque por fases, pues se calcula que las tuberías costarán la friolera de 400 millones de euros, en época de crisis. Por lo que se da la paradoja de que, al ritmo que va, existe la posibilidad que no dé tiempo a terminarla antes de que se llene completamente de sedimentos.
A todo esto, se viene a sumar un comentario entre los círculos medioambientales de la Costa Tropical que puede resumir su futuro: "El mayor bancal del mundo". En el fondo de esta broma hay una realidad: que se está llenando de sedimentos de manera que los ecologistas calculan que en unos 40 años estará llena. Fernando Alcalde, de la organización ecologista Buxus tiene el dato -que le han admitido desde fuentes cercanas a su gestión- de que los materiales acumulados están creciendo a razón de 4 hectómetros cúbicos por año. Teniendo en cuenta que su capacidad es de 160 hectómetros cúbicos, no hay más que hacer las cuentas.
Sin tener en cuenta la leyenda negra de su construcción, el fenómeno de la sedimentación en la presa no sólo está reconocido por todas las fuentes consultadas sino que se puede ver a simple vista. Antonio Martínez, coordinador en la Costa de Ecologistas en Acción, advierte de cómo desde los miradores que existen para divisar la presa se aprecia que en la entrada del agua al enorme pantano los sedimentos se van quedando depositados ahí. Para los que no quieran aventurarse por esos lugares, existe otra manera más fácil de comprobarlo: En internet, Google Earth muestra perfectamente cómo la parte que se ha secado representa entre la cuarta y la quinta parte de la capacidad total del embalse.
El catedrático de la Universidad de Granada, Miguel Ángel Losada, que el año pasado recibió el premio más prestigioso sobre Ingeniería Marítima y Costera, explica que las presas tienen una vida útil y que ésta está cifrada en unos cien años. No obstante, actualmente dirige un estudio en el que tratan de averiguar la tasa de acumulación anual de sedimentos en el embalse. "El río aporta sedimentos, pero el ritmo es el que no sabemos; estamos haciendo medidas", informa Losada, quien explica que "hay que tener en cuenta cómo estaba el vaso original, las asimetrías, el nivel del embalse, el espesor de los sedimentos… porque estamos hablando de cientos de miles de metros cúbicos y aún no hemos cerrado todos los números". Para octubre o noviembre cree que ya tendrán todos los datos para este documento, que cerrará un proyecto en el que lleva trabajando diez años. El documento "deriva del estudio inicial en el que estuvimos trabajando sobre las consecuencias relacionadas con la Presa de Rules, los modelos de caudales, el transporte de sedimentos, su acción en la playa y el caudal del Guadalfeo en su conjunto". En este sentido, desde el antiguo CEAMA, ahora Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía, al que pertenece, se han realizado varias tesis doctorales. "Estamos teniendo un amplio conocimiento de lo que ocurre para gestionar todo esto; así estudiamos aspectos como la pérdida de nieve o de lluvia o qué pasa en la desembocadura", señala este experto, que concluye que el embalse de Rules "va a ir perdiendo su capacidad de almacenaje de agua" y que "teniendo en cuenta la variabilidad anual, podríamos dar el dato de cuántos años tendrían que transcurrir" para que estuviese lleno.
Así, la situación de Rules es que apenas lleva diez años construido y ya se está llenando de piedras. Hace casi una década que se terminó y tira agua al mar cada día de manera que su construcción hasta el momento es inútil. Se edifica sin que se hagan de manera paralela unas canalizaciones, lo que la hace cuanto menos peculiar frente al resto de obras 'normales'. El proyecto de canalizaciones está parado desde hace años y hasta ahora prácticamente no se ha sabido que la razón es que no hay financiación, porque tras la transferencia del Estado a la Junta de Andalucía, que era la encargada de construir las tuberías, "el dinero se destinó a otras cosas" y, mientras, se han perdido fondos europeos. La Presa de Rules se ha convertido en una acumulación gigantesca de sedimentos, pero también de promesas incumplidas que los regantes dicen que "no pueden aguantar más", como cuando les dijeron que se crearían 5.000 puestos de trabajo con su puesta en valor o que permitiría regar 15.000 hectáreas de terreno hasta la cota 400 en un plazo medio de tiempo.
El último capítulo de esta absurda historia que se viene a sumar a la desgraciada serie de infraestructuras inacabadas de la Costa fue la 'renuncia' de la Junta a continuar con las canalizaciones (de 200 kilómetros tan solo se ha construido 1,5 hasta Vélez de Benaudalla) y el anuncio del Ministerio de Fomento de que se hará cargo de su finalización, aunque por fases, pues se calcula que las tuberías costarán la friolera de 400 millones de euros, en época de crisis. Por lo que se da la paradoja de que, al ritmo que va, existe la posibilidad que no dé tiempo a terminarla antes de que se llene completamente de sedimentos.
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