lunes, 6 de julio de 2020

La villa romana de la calle Primavera en Granada, una de las “más importantes de Andalucía” granadahoy.com

  • La segunda intervención la plaza Rafael Guillén sacó a la luz mosaicos y tumbas

Imagen de archivo de los trabajos en la calle Primavera. R. G.


El hallazgo de la villa romana de la calle Primavera, en el barrio del Zaidín, no fue una sorpresa. Sí lo es el valor que pueden tener los restos, según se recoge en el informe sobre la memoria preliminar de la actividad arqueológica preventiva desarrollada en la rebautizada plaza Rafael Guillén y que se desarrolló a últimos de 2019 y comienzos de 2020. El documento señala que la información recopilada durante las semanas que duró la campaña permiten afirmar que la villa romana de la calle Primavera “constituye uno de los yacimientos arqueológicos más importantes no sólo de la ciudad, sino de toda la provincia de Granada e incluso de Andalucía”. Con esto, se coloca al nivel de otras excavaciones de notable relevancia y repercusión, como es el caso de la villa de Los Mondragones, datada en el siglo I, y que fue hallada en los trabajos para realizar un aparcamiento. A nivel provincial son destacados los restos de la villa de Salar, que se ha desvelado como una notable fuente de conocimiento del pasado romano de Granada. Y a nivel andaluz no son pocos los ejemplos de soberbios restos arqueológicos de la época.
Esta afirmación sobre los restos del Zaidín se basa en lo hallado hasta ahora en las excavaciones de la zona de la plaza. La villa contaba con una extensión muy superior a los límites del área en la que se ha trabajado, en la que, por ahora, se han localizado suelos, un ninfeo, mosaicos, de fecha posterior a su uso como residencia, enterramientos.
Según el informe preliminar, en la primera fase de los trabajos, en verano de 2018, “la riqueza de los restos encontrados” hicieron imposible desarrollar los objetivos previstos. Había más de lo que se esperaba y era necesaria una nueva intervención. El objetivo primero de estos trabajos era el estudio arqueológico de la zona para delimitar de “forma precisa” el yacimiento, su ubicación y se contara con información para decidir el diseño del “futuro espacio urbano a recuperar”. Esa fase finalizó con la necesidad de hacer nuevos sondeos y “terminar con parte de los previstos que, en su momento, no se pudieron finalizar”. Se planteó entonces abarcar “la mayor superficie posible” y, además, “excavar las tumbas aparecidas en la anterior fase”. Los restos óseos fueron trasladados a la Facultad de Medicina por alumnado del máster de Antropología Física de la Universidad de Granada.
Los esqueletos corresponderían a cuerpos enterrados con posterioridad a la época en la que la villa fue una residencia, cuando el asentamiento urbano estaba en la zona que hoy ocupa el barrio del Albaicín. Extramuros de aquella Ilíberi se dio sepultura a estos fallecidos que, siglos después, han encontrado los investigadores.
Tras finalizar la campaña en el área donde se ha sacado a la luz parte de la villa y sus mosaicos, el informe preliminar aborda la cuestión de la conservación de los hallazgos. Así, señala que tras dar por concluidas las semanas de trabajo, se procedió a “consolidar con morteros adecuados las zonas de los mosaicos que, en algunas partes se han limpiado además eliminando concreciones”.
Además, los restos fueron cubiertos con “geotextil y una primera capa de áridos de río no lavados”. Ahora la plaza luce el vallado que fija el perímetro donde se trabajó a primeros de año y poco más. El suelo está a ras de la plaza y han desaparecido los montículos de tierra que se formaron durante las extracciones para localizar el pavimento de la villa.
Una vez cerrada la campaña y cubiertos los restos, el informe señala que “aparecen dos posibilidades” de cara al futuro de la villa romana de la calle Primavera. La primera, sostiene el documento de la Delegación Territorial de en Granada de la Consejería de Cultura supone que el Ayuntamiento “como ha expresado en diferentes ocasiones, asuma las inversiones necesarias para iniciar el proceso de puesta en valor del yacimiento junto a la urbanización de la plaza”. De ser así, debería haber un “vallado estable y una cubierta adecuada que lo proteja” hasta que se desarrolle el “proyecto de musealización”. “En caso contrario” se plantea la segunda opción: “Los sondeos deberán cubrirse hasta la cota original de la plaza con la tierra extraída durante su excavación”.

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