El museo de la Diputación ofrece hasta mayo una retrospectiva del autor granadino que repasa todas las etapas de su trayectoria
BELÉN RICO GRANADACon más frío del habitual, el Centro José Guerrero expone desde ayer parte de su colección permanente, una retrospectiva que suele reservarse para los meses de verano. La muestra supone un recorrido cronológico por las distintas etapas artísticas del pintor granadino, considerado uno de los máximos exponentes del expresionismo abstracto.
La exposición la componen 20 lienzos y 15 dibujos del total de 40 lienzos y 20 dibujos que conforman los fondos del centro, y se completa con la proyección de Colours, un interesante documental de Manuel Navarro que repasa la biografía del pintor (Granada, 1914 - Barcelona, 1991) con aportaciones del escritor Antonio Muñoz Molina o Justo Navarro, entre otros.
Como apuntó ayer el diputado delegado de Cultura, José Antonio González Alcalá, con el "hilo temático que se ha elegido" para la exposición queda en evidencia que "el mundo de José Guerrero siempre es novedad". Por su parte, la directora del centro, Yolanda Romero, explicó que la muestra, que se divide en cuatro partes, es un itinerario por las fases pictóricas de Guerrero, desde sus inicios en los primeros años de formación y peregrinación por Europa del pintor, hasta la fase de pura abstracción en la que derivó.
La primera parte, denominada De la figuración renovada a la abstracción biomórfica, está situada en la primera planta y se centra en sus inicios: los últimos años cuarenta y primeros cincuenta (cuando marchó a Estados Unidos) que conformaron para él un periodo de transición y experimentación formal y técnica.
De ese periodo, la directora destacó obras figurativas como Panorámica de Roma o La aparición y señaló la importancia de poder apreciar la relación de Guerrero con pintores como Picasso, Matisse o Miró.
En la segunda planta la exposición aborda, bajo el nombre Pintura de acción, la siguiente etapa de su trayectoria, marcada por la conexión de Guerrero con la cultura española, que nunca abandonó, y por el diálogo que estableció entre ésta y la americana.
Tras las obras biomórficas, que fueron su particular rito de transición a la abstracción, Guerrero se fue centrando en lo que sintió como su interés más íntimos: "Los espacios, la tensión que tienen los espacios... respirar".
De esa época (años sesenta), en la que regresó a España, son obras como La brecha de Víznar, en memoria de Lorca, o Albaicín.
La tercera parte tiene el título de Fosforescencias y coincide con la vuelta del pintor y su familia a Nueva York, lo que significó su reencuentro con la cultura urbana y, sobre todo, la inmersión en un periodo marcado por una mayor experimentación que culminaría en una de sus series más conocidas y celebradas: la que da título a este apartado y cuyos primeros ejemplos datan de 1970.
"Después de varios año durante los cuales he sentido la libertad del expresionismo abstracto en América, busco ahora una mayor construcción, mayor claridad y formas más concretas que antes [...] Recientemente me han fascinado las líneas paralelas de las cerillas. Juntas forman modelos ordenados y rítmicos".
Pronto, sin embargo, las cabezas se independizan para convertirse en arcos, nichos, alcazabas, penitentes, señales solitarios...
Romero reseñó que se trata de las fosforescencias "más oscuras" y aquellas en las que más se aprecia la influencia del pop art.
Es en esta parte de la muestra donde se incluye un conjunto de dibujos relacionados con esta serie que son una cesión temporal de la familia de Guerrero para esta muestra.
La exposición concluye en la cuarta planta con la etapa que lleva por título Neobastracción y años finales que realiza un recorrido por las obras de su último periodo, marcado por ejercicios de puro color sin más.
Conforme pasaba el tiempo, las cerillas y los arcos-nicho fueron desapareciendo como tal del repertorio icónico de Guerrero, dando paso a enormes campos de color azules, negros, amarillos, tan sólo tensados por alguna línea, por algún acento, por algún punto que dinamiza las composiciones.
En este apartado, entre otros, puede verse Azul añil, Oferta con rojo o Verde de sapén.
El diputado indicó que el adelanto de la apertura de la colección del centro la hará coincidir con el curso escolar. "La exposición podrá ser disfrutada por la población estudiantil y, en general, por los granadinos de la capital y la provincia", destacó González Alcalá, que espera conseguir el éxito de público de las últimas exposiciones.
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