Rafael Ortiz empezó en 1974 en la galería Melchor, en Sevilla, hasta que en 1984 abrió la galería que lleva su nombre.
JOSÉ JOAQUÍN LEÓNEl galerista de arte Rafael Ortiz./Manuel Gómez
-¿La crisis es muy dura para las galerías de arte?
-Llevo más de 30 años trabajando en el arte y hemos vivido otras situaciones parecidas. La diferencia es que esta crisis es más duradera, pero también hay datos esperanzadores.
-¿Ve síntomas de mejoría?
-En ARCO 2013 nos ha ido mejor que en los tres o cuatro años anteriores. Hemos visto más animación. Eso nos da esperanzas para afrontar la crisis.
-En ARCO han participado este año 202 galerías, de ellas sólo tres andaluzas.
-Sólo había dos de Sevilla y una de Málaga. Eso quiere decir que algunas que podían estar no han ido. Para una galería pequeña acudir a ARCO supone un esfuerzo brutal, al asumir los gastos. Se arriesga mucho, porque como te vaya mal, es una tumba para el resto del año.
-Su galería es de las fijas.
-Hemos participado, ininterrumpidamente, en las últimas 28 ediciones de ARCO, que ya lleva 32. Lo hacemos porque es una cita muy importante del arte contemporáneo, y se establece un compromiso con los clientes públicos y privados. Tenemos la responsabilidad de ir.
-Este año llevaban como referente a Luis Gordillo.
-A Luis Gordillo lo hemos llevado muchas veces. Hemos tenido sus obras en 9 ó 10 ediciones de ARCO. Hay que sopesar lo que interesa. Trabajamos con casi 30 artistas y alternamos.
-¿Le gusta dar oportunidades a los jóvenes?
-Muchísimo. Nuestra galería suele tener un tercio de artistas consagrados, otro tercio de maduros y un tercer tercio de jóvenes. El último fichaje ha sido Sonia Espigares, que tiene 25 años.
-Carmen Laffón fue nombrada Hija Predilecta de Andalucía cuando exponía en su galería.
-Ha coincidido, sí. Es otro referente, una gran artista a nivel nacional y con salidas internacionales. Está muy reconocida desde hace décadas y ha recibido muchos galardones, no sólo este último. A veces creen que es tímida, porque no va presumiendo. No es tímida, pero sí es celosa de su intimidad.
-¿Es verdad que se invierte menos en arte?
-No me gusta hablar de inversores. En las galerías no suele haber clientes para invertir, no es igual que comprar un picasso.
-Algunos empresarios de la construcción invertían en arte contemporáneo.
-Había empresarios de la construcción que compraban, como puede haber abogados, dentistas o arquitectos, pero no son exactamente inversores. Son coleccionistas amantes del arte. Es verdad que acertaron quienes compraron primero las obras de Sicilia, Barceló o Gordillo, pero lo hacían porque les interesaba en su momento.
-¿Hay pocos coleccionistas en Andalucía?
-Es así. Los coleccionistas de aquí tienen criterio, pero no abundan. En la galería nos nutrimos de coleccionistas de otros países y de otras autonomías.
-¿De dónde proceden sus clientes de fuera?
-En España, de todas partes, de Cataluña, Valencia, Madrid, Extremadura, el País Vasco… Un señor de Soria me compró un gordillo recientemente. En el extranjero, hay estadounidenses, canadienses, alemanes, ingleses, belgas... En Canadá tienen una colección que es casi como una sucursal de la galería.
-¿Las instituciones públicas compran menos arte?
-El coleccionismo público ha bajado bastante, sí. Se nota el bajón de ventas a museos que dependen de ayuntamientos y diputaciones, aunque hace poco hemos vendido a dos. Es una pena porque esos museos, al comprar poco, tendrán lagunas en el arte que se está haciendo últimamente.
-Esperarán que vengan tiempos mejores.
-Sí, pero dentro de unos años les saldrá más caro.
-Les han subido el IVA. ¿Es otro contratiempo?
-En ARCO había quejas. Sin embargo, conste que todo el mundo lo paga y pide factura. Es una barbaridad tenerlo al 21%. Cuanto más alto es el valor de la venta, más se nota. Teníamos un IVA del 18% y los artistas del 8%. Al subirlo al 21%, en muchos casos lo asumimos a medias con el comprador.
-Entre todas las exposiciones organizadas en su galería, ¿cuál destacaría?
-Destacar sólo algunas es imposible. Hace tres años, cuando cumplimos los 25 de la galería, organizamos una exposición en el monasterio de San Clemente, de Sevilla, que tuvo como comisaria a María Corral, y te quedabas asombrado.
-Tendrá recuerdos.
-Hubo artistas que eran brillantes y que ahora están en el limbo. Y exposiciones extraordinarias, como las primeras de Luis Gordillo y Carmen Laffón, la última de Equipo 57, o la aportación de José María Báez. Organizamos la primera individual de Patricio Cabrera. Y muchas internacionales. Ahora tenemos la primera en España de Graciela Iturbide, una de las principales fotógrafas americanas.
-¿Hay que renovar las galerías de arte?
-Sí, lo intentamos. Por ejemplo, tuvimos cuatro esculturas de Guillermo Pérez Villalta, que eran verdaderas joyas, hechas por orfebres. Lo presentó en ARCO y después en Londres. Y aquí hicimos una exposición de sábado a sábado. Este formato lo hemos repetido con las litografías de Carmen Laffón. En un día vinieron 300 personas.
-¿Tiene otros proyectos?
-Tenemos una editorial, Los Sentidos Ediciones, que publica textos de artistas. Lo importante es mantener la ilusión. Si no hay ilusión, lo mejor es cerrar, pero la tenemos intacta. Ya estamos preparando más novedades para este año.
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