martes, 12 de marzo de 2013

Los diez descubrimientos científicos más importantes de este siglo lavanguardia.com


A pesar de llevar poco más de una década, son ya innumerables los avances que ha conseguido en tan pocos años el mundo de la ciencia


El matemático ruso, Grigori Perelman Efe


A pesar de que sólo hemos consumido poco más de dos lustros, la ciencia ya nos ha dejado innumerables hallazgos en lo que llevamos de siglo XXI. Son tantos, que con ellos se podrían hacer infinidad de listas. Un posible ranking de los descubrimientos más destacados podría ser el que aquí proponemos; un listado que se ha llevado a cabo gracias al asesoramiento de distintos científicos del campo de la física, la neurociencia y la medicina.

Bosón de Higgs
La más que posible existencia de la conocida como partícula de Dios fue confirmada el pasado 4 de julio de 2012 por la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). Después de mucho tiempo rastreándola, finalmente la partícula, teorizada en los años 60 por el físico británico Peter Higgs, parece que empieza a estar cercada. Eso sí, pasará todavía un tiempo hasta que los científicos del CERN puedan afirmar, sin atisbo de duda, que lo que han hallado es, indefectiblemente, el archiconocido Bosón de Higgs.

De la existencia del bosón depende, entre otras cosas, que la teoría actual que explica el Universo visible (el llamado Modelo Estándar) sea correcta. Y no sólo eso: de las características de esta partícula pueden depender las futuras investigaciones para comprender el Universo oscuro, que no está explicado por el Modelo Estándar.

El genoma humano, descifrado
Corría el año 2003 cuando un consorcio internacional formado por científicos de seis países descifraba, dos años antes de lo previsto, la secuencia completa (99,99%) del llamado libro de la vida: el genoma humano. Era la culminación del Proyecto Genoma Humano, dotado con 280 millones de dólares de presupuesto, que se había creado en 1990 para tal objetivo. En la larga cadena con forma de hélice que tiene el ADN se ocultan los miles de genes que contienen las instrucciones para el funcionamiento de un ser humano.

La secuenciación del genoma ha significado avances muy importantes en el terreno del conocimiento. Aunque todavía no se han logrado predecir, diagnosticar y tratar muchas enfermedades, la medicina se ha transformado como nunca gracias a este hallazgo.

Reprogramación celular
La revista Science ya señalaba la reprogramación celular como el hallazgo estrella de la investigación de 2008. Desarrollada en 2006 en ratones, la técnica posibilita, entre otras cosas, que una célula de la piel o de un cabello se convierta en una neurona o en cualquier otro tipo celular de los 220 que componen nuestro organismo.
Eso significa que gracias a la reprogramación celular se puede borrar la memoria del desarrollo de una célula, convirtiéndola en un tipo totalmente diferente después de haberla devuelto a su estado embrionario. El padre de esta técnica, el japonés Shinya Yamanaka, recibió en 2012, juntamente con el científico británico John B. Gurdon, el Nobel de Medicina por sus investigaciones pioneras en clonación y células madre.

El ‘ADN basura’ no es un desecho
Gracias a las investigaciones del proyecto ENCODE (la investigación de mayor envergadura en el campo de la genómica en la que participan varios biomédicos españoles) en 2012 se descubrió que el llamado ADN basura es mucho más útil de lo que se pensaba. Y es que, en realidad, éste es esencial para que los genes humanos funcionen ya que regula su actividad. El hallazgo se presentó de manera simultánea en tres revistas científicas: la británica Nature, y las estadounidenses Genome Research y Genome Biology.
“Este es uno de esos grandes pasos que transforman nuestra comprensión de la genética", afirmó en su día Ewan Birney, coordinador del proyecto e investigador del Instituto Europeo de Bioinformáticos de Hinxton (Reino Unido).

El homínido más antiguo, hallado
Es hembra, pesa alrededor de 50 kilogramos y mide unos 120 centímetros de altura. Se trata de Ardi, el antepasado más antiguo del ser humano que fue hallado en Etiopía en 1992 y presentado en sociedad 17 años después.

El 1 de octubre de 2009, en una edición especial de Science, un equipo internacional de científicos describía minuciosamente, por primera vez, a Ardipithecus ramidus, una especie homínida que vivió hace 4.4 millones de años en lo que hoy es Etiopía.

De esta manera, Ardi destronaba a Lucy, esqueleto parcial femenino de Australopithecus afarensis, hallado en 1974, que vivió hace 3,2 millones de años y que suponía el resto más antiguo descubierto hasta la fecha. El descubrimiento de Ardi probaba que los primeros antepasados de los humanos no se parecían en nada a un chimpancé o a otros primates de gran tamaño, como se creía por lo general.

Hallan agua en Marte
El 19 de junio de 2008, la NASA confirmaba un secreto a voces: el planeta Marte albergaba agua. Hacía muchos años que los científicos estaban convencidos de ello, y es que así lo determinaban multitud de estudios previos, pero faltaba la prueba física. Y esta llegó gracias a la sonda Phoenix. Este vehículo explorador, lanzado el 4 de agosto de 2007, cerraba el círculo encontrando hielo cerca del Polo Norte marciano.

Análisis posteriores determinarían que el suelo marciano en el que aterrizó la Phoenix era alcalino, con un pH (acidez) de entre 8 y 9, y muy similar al de la superficie cercana a los valles de la Antártida.

Hallazgo de planetas similares a la Tierra
El 6 de marzo de 2009 fue lanzada al espacio la sonda espacial keppler, una sonda que tenía, y tiene, como principal objetivo hallar planetas extrasolares, especialmente aquellos que más se asemejen a la Tierra y que se encuentren en zonas habitables (con temperaturas ni muy frías ni muy calientes y con agua en su superficie). Ya en el siglo XIX los científicos sospechaban de la existencia de estos planetas, pero no sería hasta la década de los 90 del siglo pasado cuando se empezarían a detectar los primeros.

La Kepler observa simultáneamente unas 150.000 estrellas y analiza su brillo cada 30 minutos para detectar posibles tránsitos de planetas. Recientes estudios han concluido que en la Via Láctea existen unos 17.000 millones de planetas parecidos a la Tierra. Eso quiere decir que una de cada seis estrellas del tamaño de nuestro Sol tiene un planeta similar al nuestro orbitando en torno a ella. La mayoría, sin embargo, están demasiado próximos a su sol por lo que son demasiado calientes como para albergar vida, ya que ésta requiere de agua en forma líquida.

Hallan el material más delgado del mundo: el grafeno
Transparente, flexible, resistente, conductor de electricidad… estas son algunas de la virtudes del grafeno, el material más delgado y resistente del mundo que fue descubierto casi de rebote (como otros muchos hallazgos de la ciencia) en 2004. Estudiando las capas de grafito que normalmente se desechan, el físico Andre Geim, de la Universidad de Manchester, y el entonces estudiante de doctorado Konstantin Novoselov, hallaron monocapas cristalinas de grafito (léase grafeno) cuyas virtudes han supuesto una revolución en la física de los materiales.
Seis años más tarde, los dos científicos de origen ruso recibían el Premio Nobel de Física 2010 por demostrar el comportamiento de una sustancia de carbono de un solo átomo de grosor, con implicaciones en áreas que van desde la física cuántica hasta la electrónica de consumo.

Una muestra, el revolucionario dispositivo electrónico flexible y ultrasensible a la luz desarrollado por investigadores del Institut de Ciències Fotòniques (ICFO) que permitirá crear móviles flexibles y ordenadores que se podrán enrollar como una revista, o cámaras dotadas de visión nocturna que podrán hacer buenas fotos y filmar buenos vídeos incluso sin luz.

Demostración de la conjetura de Poincaré
Siete años de arduo trabajo le llevó al ruso Grigori Perelman encontrar la solución a uno de los llamados siete problemas del milenio: la conjetura de Poincaré. Este problema, planteado en 1904 por el matemático Henri Poincaré, no obtuvo una resolución satisfactoria hasta 2002, casi 100 años después de que fuera formulado. 
No sería, sin embargo, hasta 2006 cuando la revista científica Science tildaría la resolución de Perelman como el hallazgo estrella del año. Muchos matemáticos dudaron en principio del planteamiento del científico ruso, y tendrían que pasar cuatro años para que la comunidad científica alcanzara un consenso en relación a su validez.

Poincaré planteó una cuestión central de la topología: el estudio de las propiedades geométricas de los objetos que no se modifican al ser estirados, doblados o comprimidos. El matemático francés propuso una conjetura y Perelman le dio categoría de teorema demostrándola. El genio ruso no quiso cobrar el millón de dólares que el instituto Clay de Matemáticas ofrecía, y ofrece, por la resolución de cada uno de los siete problemas del milenio, y es que no digirió bien que algunos colegas matemáticos quisieran quitarle la paternidad de su hallazgo.

Nanotecnología
Uno de los mayores logros científicos registrados en el año 2001 fue la fuerte irrupción de la nanotecnología. La Real Academia Española la define como la “tecnología de los materiales y de las estructuras en la que el orden de magnitud se mide en nanómetros, con aplicación a la física, la química y la biología”.
Considerada por muchos expertos como el motor de la próxima revolución industrial, esta tecnología tiene aplicaciones múltiples en el campo, entre otros, de la electrónica, la biología o la medicina. En este último, las posibilidades son infinitas. En medicina regenerativa, por ejemplo, la idea es conseguir algún día liberar células o pequeños tejidos en órganos enfermos para que éstos puedan ser reparados.

En 2001, los científicos fueron capaces ya de desarrollar componentes de computación de tamaño molecular, de millonésimas de milímetro. Este hecho conllevó que la revista Science calificara dicha realidad como uno de los mayores logros del año. Se consiguió, entre otros éxitos, llevar a cabo intercambio de información a través de nanoalambres (un nanómetro es una millonésima parte de un milímetro); o crear conmutadores que funcionaban con moléculas, realidad que abría el camino para la creación de diminutas máquinas extremadamente potentes y rápidas.
Se espera que, con el paso de los años, esta tecnología pueda ser usada de manera recurrente para el diagnóstico de patologías y el tratamiento de las mismas.


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